R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|

11

Me puse de rodillas frente a mi hijo sonriendo, tomando su rostro para acariciar sus mejillas con mis pulgares.

—Sólo serán unos días. —le dije— Te prometo que cuando llegue iremos a donde quieras y haremos lo que decidas.

Tenía que ir a la central, y de ahí partiría hacia Turquía para la misión, duraría varios días. Dedrick era un niño muy inteligente y siempre ha entendido que mis misiones pueden tomar mucho tiempo, pero que siempre regresaré.

—Solo quiero que regreses bien... —murmuró.

—Y lo haré, mi vida. —lo abracé fuerte besando sus mejillas— Te veo pronto.

Christopher se acercó cuando me puse de pie y le revolcó el cabello a su sobrino. Mi hijo rio para luego despedirse de él también.

Suspiré al ver como su niñera lo tomaba para llevarlo a la cama otra vez. Christopher y yo nos subimos a mi auto para ir a la central.

—¿Podrás resistir una semana durmiendo con Parker? —dijo luego de un rato.

Me volteé a él mirándolo mal, sabiendo que eso tiene un doble sentido. Al fingir ser esposos tendremos que dormir en la misma habitación de hotel durante una semana. Es por la misión, sólo pro eso acepte que esto se hiciera.

—No dormiré con él. —bufé— Yo estaré en la cama, él en donde quiera mientras que sea alejado de mí.

Llegamos a la central y bajamos del auto, Christopher dijo que debía resolver unos asuntos en su oficina antes de ir a la reunión que haríamos antes de partir. Rodé los ojos. Sus asuntos importantes deben ser encerrar a Rachel en su oficina las próximas dos horas.

No fui a la mía porque estaba a su lado y no quería traumarme como en mi adolescencia escuchando a esos dos.

Me fui a la cafetería con mi computadora para arreglar unos asuntos sobre un posible colegio para mi hijo. Christopher dice que Dedrick debe ir a uno, que sería mejor para él que tener profesores que vayan a la casa. Quizás tiene razón, pero yo no me siendo segura. En casa por lo menos hay cámaras en las que puedo asegúrame de que está bien.

Al terminar fui a mi oficina para guardar todo. Fui hacia la sala de reuniones, tuvimos una reunión rápida.

—Tenemos una semana, una semana para conseguir información. —Christopher habló, nos miró a Parker y a mí— Deben hacerlo lo antes posible. —me miró— Y sin ningún problema.

Asentí rodando los ojos.

Terminó de hablar y mandó a todos a preparase para partir. Los ojos estarán en nosotros dos, así que debíamos irnos vestidos elegantemente para así llegar al hotel de inmediato. Tendremos personas esperando al verdadero matrimonio, estarán vigilándonos.

Un estilista llegó, me arregló el cabello y me maquilló. Mi maleta con los vestidos ya estaba hecha, saqué el que iba a usar hoy, uno rojo que quedaba pegado a mi figura.

—¿Vas a estar bien? —Christopher se posó a mi lado cuando estuve lista.

—Lo estaré. —medio sonreí.

—No iré, pero estaré al pendiente de ti desde aquí. —dejó un beso en mi frente— No hagas nada estúpido.

—Es mi especialidad. —bromeé— No te preocupes, sé comportarme en las misiones.

Asintió. Me despedí de él caminando hacia el jet que nos llevaría a Turquía. Los demás llegarían cuando tengamos todo resuelto para atrapar a los mafiosos, pero mientras tanto nos estarán ayudando desde la central.

Parker estaba a un lado de las escaleras con sus cosas.

—¿Qué? —pregunté cuando se me quedó viendo.

—¿Por qué siempre tienes que estar a la defensiva?

—Sino quieres que lo esté no te me quedes viendo raro. —subí las escaleras y él me siguió.

—Sólo te iba a decir que te ves bien.

Volteé a verlo sobre mi hombro.

—Siempre me veo bien.

•••

Llegamos a Turquía, luego de tres horas en las que sólo cruzamos una que otra palabra. Patrick se contactó para informándonos varias cosas, estará al pendiente de nosotros por las cámaras del hotel, nos avisará cualquier cosa que pueda ver.

—Mañana será la reunión, pero recuerden que los estarán vigilando. —nos dijo por la videollamada— Para nadie es un secreto que los Çetin son un buen matrimonio y que se aman, así que intenten actuar como una pareja enamorada.

—De acuerdo.

—No creo que se les haga difícil actuar como si se amaran. —escuchamos a Simon murmurar.

Idiota.

—Estaremos bien. —contestó Parker— Debemos irnos.

—Suerte chicos.

Nos llevaron al hotel. Los que hacían de nuestros escoltas eran soldados, tomaron nuestras cosas. Tomé la mano de Parker cuando bajamos del auto.

—¿Señores Çetin? —Parker asintió. Todos los empleados que estaban cerca enseguida hicieron una reverencia—Los estábamos esperando. —el hombre habló nervioso— Los llevaremos a su habitación.

Nos guiaron hasta el ascensor, se escaneó una tarjeta dorada y comenzó a subir hasta el último piso.

—Estamos a su servicio para lo que gusten. —no nos miraba a la cara.

Dejaron nuestras cosas a un lado de la cama.

—Ya pueden irse. —ordenó.

Suspiré cuando nos dejaron solos, soltándome del agarre de Parker para ir y asomarme por la ventana de la suit. Tenía vista a la gran piscina.  Yo quiero bajar.

—Tenemos que bajar para la cena. —dijo Parker.

—Lo sé. —me volteé a él— Vi a unos cuantos socios de lo que tenemos que atrapar cuando llegamos.

Si logramos que nos hablen más sobre otros aliados acabaremos con la mafia turca.

Esto será demasiado fácil.

Pasamos un rato hablando sobre lo que haríamos luego de conseguir todo, tendríamos que hacer que todos estén en un mismo lugar para cuando los demás lleguen. Luego bajamos al comedor privado, había una poca cantidad de personas en este salón, más de la mitad de ellos eran mafiosos.

—¿La señora desea el especial de la casa? —el mesero habló. Comenzó a explicar de que se trataba.

Todo iba bien y se escuchaba delicioso e interesante. Hasta que mencionó que venía acompañado de pescado.

—Ella es alérgica. —contestó Parker por mi.

No pensé que recordaría eso.

—Puedo hacer que le quiten el pescado. —asentí— Perfecto.

Le tomó la orden a Parker y se retiró.

—¿Por qué estás sorprendida? —murmuró— Te conozco, sé a lo que eres alérgica. —dijo serio— No te vi en siete años, pero no me borraron la memoria.

Lo miré a los ojos por un momento antes de nagar.

—No estoy sorprendida. —tomé la copa con agua.

—Díselo a tu cara, —levantó la ceja— bonita.

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