R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|

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Narrador Omnisciente

Primer Día En Hawái

Habían llegado la noche anterior muy cansados, así que fueron directo hacia la habitación para dormir y así no estar cansados en la mañana.

Ambos adultos fueron los primeros en despertar, ya acostumbrados a los cambios de horario que continuamente tenían por las misiones. Dejaron que su hijo durmiera un rato más en lo que ellos se preparaban para bajar a desayunar.

Cuando Dedrick despertó a los treinta minutos ellos ya estaban vestidos con su ropa de playa. Daneiris lo bañó y le colocó la ropa que ya le había sacado para que se metiera al mar, luego de desayunar irían hacia allá.

Dedrick emocionado tomaba la mano de sus padres mientras caminaba, tenía una gran sonrisa en el rostro y hablaba alegre de lo que haría en esos días. Las personas al verlos se le quedaban mirando por dos cosas, la primera era que la pareja se veía joven para tener un niño ya grande, aunque ya tenían veinticinco y veintiséis años, y la segunda porque para muchos se veían como una hermosa familia.

Una vez en el restaurante del hotel se sientan en una de las mesas, un mesero le trae los menús del desayuno, toma la orden de las bebidas y se retira diciendo que las traería en unos momentos mientras ellos deciden que desayunar.

—¿Quieres algo en especial, campeón? —preguntó su padre.

Daneiris pasó su mano por el cabello despeinado de su hijo frustrada, es la quinta vez en la mañana que se lo arregla.

—Waffles con chocolate. —sonrió.

Sólo porque es semana de su cumpleaños lo dejarían comer chocolate en el desayuno, nada más.

Cuando su madre dejó de mirarlo, rápidamente Dedrick se volvió a despeinar el cabello con sus manos.

Parker soltó una risa con eso, llamando la atención de Daneiris y que al ver a su hijo se enojara.

Le trajeron sus bebidas. Al niño un jugo de manzana y a ambos adultos un café. Su desayuno llegó unos momentos después.

Mientras desayunaban y hablaban entre ellos sobre lo que harían durante el día, Dedrick se dio cuenta que un hombre en otra mesa no dejaba de ver a su madre. Puso mala cara.

—Mamá. —llamó su atención— Ese hombre te mira mucho...

Su madre frunció el ceño y miró hacia donde miraba su hijo, ya el hombre no la miraba.

—Ignóralo, cariño.

Pero no lo hizo. El hombre de vez en cuando volteaba a ver a la mujer que traía unos pantalones cortos de mezclilla con una camisa de botones blanca, que dejaba notar el bikini rojo que traía puesto.

Parker también había notado las mirabas que le lanzaban los hombres a la mujer que traía al lado, pero su hijo era quien más indignado se encontraba, mirando a todos a la defensiva.

—¡Tú! —señaló al hombre— Sé que mi mamá es muy bonita, es la mamá más bonita del mundo, pero ya deja de mirarla.

Daneiris con la mirada mandó a sentar a su hijo, que cuando le dijo eso al hombre se arrodilló en la silla. Su hijo hizo caso con una mirada seria, sonrió hacia donde su padre y chocaron los cinco por debajo de la mesa.

Al acabar de desayunar caminaron hacia la playa, tomaron dos sillas reclinables que habían cerca del agua y se sentaron en ellas.

—¿Puedo ir al agua? —se quitó sus sandalias.

—Espera unos momentos. —Daneiris sacó el protector solar de su bolsa— No quiero que vayas a quemarte.

A pesar de las quejas por no querer usar el protector solar, se tuvo que aguantar para poder ir al agua con su padre.