Decidimos no llevar a Dedrick al colegio por lo menos por este día, o hasta saber quiénes son las personas que le hicieron daño.
No quizo hablar con Dominick anoche, pero me dijo que cuando se fue a bañar le vio unos golpes en el abdomen. Ambos luego el exigimos que nos dijera lo que ocurría, pero casi nos jura que se lastimó jugando, se tropezó y se golpeó.
No le creo para nada, he visto muchos tipos golpes para saber que esos no eran de una caída jugando, alguien lo golpeo.
Lo dejamos en casa durmiendo con su niñera y fuimos otra vez al colegio. La profesora habló con sus compañeros con nosotros ahí, nadie sabe nada, otra mentira porque se veían nerviosos.
Me importa muy poco si son niños, en cuanto sepa quien lastima a mi hijo haré de su vida una pesadilla.
—Penelope intentará hablar con él para saber quiénes fueron los que lo golpearon. —habla el Alemán.
—Hay que sacarlo de ese colegio. —digo mientras Dominick conduce hacia la central— No podemos dejar que le sigan haciendo daño.
No entiendo porque no nos dice quien lo hirió, debe tener mucho miedo o un orgullo muy grande para no decírmelo aunque sea a mí.
Llegamos a la central al medio día, hoy estaríamos hasta la noche aquí por el trabajo, y desde ahora estoy agobiada.
—Ve y come algo. —dice antes de bajar del auto— No haz comido nada en toda la mañana.
—Quizás más tarde, no tengo apetito. —murmuro pasando las manos por mi rostro. Acaricio mis nudillos por una pequeña molestia que tengo en ellos desde anoche.
Salimos del auto, yo amarro mi cabello y hago una trenza rápida de lado mientras caminamos dentro del edificio.
Dominick ve la hora en su reloj.
—Tengo que ir con mi tropa, te veré en unas horas. —asiento dándole una pequeña sonrisa— Come algo.
—Que sí.
Yo tengo que ir a mi oficina para hace unas cosas porque dentro de una hora tengo una reunión con Alex, Christopher y el concejo.
Le quiero dar una beso en la mejilla, pero el idiota se mueve haciendo que termine dándoselo en los labios. No me molesta, sólo sonrío sobre ellos.
Nos separemos unos centímetros, me da un casto beso otra vez.
—Ay mi Dios...
Ambos volteamos, poniendo mala cara cuando vemos a los chicos en el pasillo como una bola de chismosos. Ruedo los ojos al ver a mis amigas como si se fueran a desmayar.
—Te veo luego. —susurro sólo para él caminando hacia mi oficina— Malditos chismosos. —les digo pasando por su lado.
Siento que me siguen, y sé sin tener que voltear que son Alexandra y Brenda. Las ignoro completamente mientras camino.
Llego a mi oficina y ni me molesto en cerrar la puerta pues ellas al entrar lo hacen. Me siento en mi silla y enciendo la computadora.
—¿Quieres decirnos que fue eso? —se sientan frente a mí sonriendo.
—Un beso, ¿jamás han visto uno?
No le doy importancia como ellas hicieran pues sé que si lo hago que ellas no me dejaran en paz el resto de la tarde.
—¿Se reconciliaron? ¿Ya están juntos?
—Sí y no. —suspiro sin dejar de hacer lo mío— Sólo estamos viendo qué pasa estos días.
Se quedan en mi oficina durante la hora en la que tengo que esperar para la reunión, como si no tuvieran nada más que hacer. Intento no emocionarlas tanto ya que no sé cómo terminará mi relación con Dominick, pero ellas parece que han estado esperando este momento por casi ocho años y están muy emocionadas, como si fuera su relación y no la mía.
Y ni si quiera es una relación.
Aún no lo es.
Cuando llega la hora les digo que me tengo que ir, y antes que terminen haciendo más preguntas de las que han hecho salgo de mi oficina hacia la sala de juntos. Me encuentro a Christopher por el camino, lo saludo pues no lo había visto desde hace dos días, me llamó más no lo vi.
Noto las vendas en sus nudillos, no me sorprende. Lo sospeché desde que me comenzaron a molestar los míos. Debió estar en Mortal Cage otra vez.
Durante las próximas tres horas estuvimos en una reunión con los viejos decrépitos y nuestro padre. No presté tanta atención y creo que mi hermano menos.
Intercambiamos mensajes durante la reunión, la mayoría burlándonos de Alex y los del concejo como si fuéramos adolescentes.
—¿Están de acuerdo con todo? —nos pregunta Alex cuando los viejos se van.
Christopher y yo nos miramos un momento.
—Sí. —decimos a la vez sin tener idea de que nos pregunta.
Al salir de ahí al fin, reúno a mi tropa en el campo. Ahí es donde me paso en las siguientes horas. El sol comienza a caer cuando les digo que se vayan a las duchas y a descansar. Mañana sí entrenarán temprano, muy temprano.
Vuelvo a mi oficina cansada, sonrío cuando veo un plato de comida sobre mi escritorio con una nota de Dominick en la que dice que coma algo.
En eso Christopher entra.
—Así que es verdad. —se siente en el sofá— ¿Tú y Parker volvieron? ¿Por qué no me lo dijiste?
—No hemos vuelto, sólo estamos intentándolo, para saber si volvemos o no.
—Claro. —bufa tomando el tenedor de mis manos y robando un pedazo de carne.
—Oye... —me quejo— Es mi comida, no he comido nada en todo el día.
—Yo tampoco. —mastica.
Ruedo los ojos. Termino compartiendo mi comida con él porque tampoco soy tan mala hermana.
Christopher trae su trabajo a mi oficina para hacerme compañía, le mando un mensaje a Donimici diciendo que mi hermano me llevará a casa en unas horas. No quisiera quedarme porque quiero ver a Dedrick antes de que se duerma, pero lo llamo y hablo con él unos minutos. El trabajo me consumirá bastante tiempo.
Con Christopher hablo mientras trabajamos, le cuento lo que sucedió con Dedrick y al igual que yo decidí en la mañana, dice que debo sacarlo de ese colegio, pero antes saber quien es la persona que lo lastima.
—Oye, ¿Ya sabes que era de lo que hablaban en la reunión? —pregunto luego de un rato.
—Ni idea.
Me le quedo mirando un segundo, para luego encogerme de hombros sin importancia.
Ya luego averiguamos de qué se trataba.
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R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|
FanficChristopher y Daneiris Morgan. Gemelos que en su adolescencia causaron muchos problemas por su rebeldía e insolencia. Quizás eran los mejores en la academia, superiores a todos, pero eso no era suficiente. Su padre tomó la decisión de enviarlos le...