R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|

23

Daneiris

Intenté no hacer ruido mientras caminaba por el largo y oscuro pasillo. Estábamos en una misión en Marbella, España. Atrapamos a varios hombres y mujeres que estaban pasando droga de aquí a Rusia.

Acabamos con sus laboratorios y la producción que estaba a nada de salir del país.

—Este fue el último cuarto. —Simon apareció frente a mi, asustándome.

—Estamos medio de una misión, ¿por qué haces eso? —lo regañé— Y te dije que no nos separáramos.

—Pero si te dije que iba a revisar la parte final y me dijiste que estaba bien, ¿acaso no me estabas escuchando?

Suspiré asintiendo, dando media vuelta. En realidad no estaba escuchando nada de lo que decía.

De repente una explosión se escuchó, todo se movió haciendo que cayéramos de rodillas al suelo. También pudimos escuchar como una parte del edificio se derrumbaba.

—Salgan del edificio. —escuchamos la voz de Patrick por el intercomunicador— ¡Salgan ya!

Simon y yo nos miramos un segundo, levantándonos del suelo luego para salir de prisa de ese lugar. Lo que nos faltaba, que dejaran una bomba en el edificio. El temblor de otra parte cayendo casi hace que volviéramos al piso.

Me tomé la cabeza cuando sentí como si un latigazo me golpeara en ella. Simon se detuvo a mi lado preguntando si estaba bien, tuve que tomarme un momento antes de poder seguir, por suerte logramos salir de ahí antes de que todo nos cayera en cima.

Los demás estaban ya reunidos, vi como subían a los capturados en las camionetas.

—Que los lleven y suban al jet, nos vamos. —ordené una vez llegué a su lado.

Hicieron lo que dije.

Con el ceño fruncido di una mirada por el lugar.

—¿Y Christopher? —no lo veía cerca.

—¿Qué no estaba con ustedes? —Harry nos miró a Miller y a mi.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, volteándome muy lento para mirar el edificio.

—No, nos separamos cuando llegamos al tercer nivel... —escuché a Simon, pero su voz de escuchaba lejos— Se fue con cuatro soldados más.

Mis oídos comenzaron a pitar, la palma de mi mano cosquilleaba.

—¿Christopher? —murmuré por el aparato— Chris... Contesta.

Ay por Dios...

Mi hermano...

—Dani, no... ¡Daneiris!

No puedo evitarlo, salí corriendo de vuelta al edificio. No podía dejarlo ahí. El dolor de cabeza, él estaba inconsciente. Debe estar en las partes que ya cayeron.

Me apresuro, ignoraron los llamados de Parker. Yo no...

Y una tercera bomba explotó, empujándome con fuerza hacia atrás antes de que pudiera llegar. Sentí mi pecho apretarse, en solo pensar que...

No no... él está bien.

Yo lo sé...

Me arrodillo en el suelo como puedo, el agudo y molesto pitido en mis oídos me desconcentra por unos momentos, mis manos duelen por los golpes que me hice al caer, pero no me importa.

Miro el edificio destruido y las llamas que salen de él.

—¡Christopher! —grito tan fuerte que mi garganta quema.