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Daneiris

Ha pasado una semana, una semana en donde he llevado a Dedrick a la central cada día para que conviva con su padre. Se la pasa muy bien, cada vez que vuelve a mi oficina está contento y emocionado.

Ya dijo que quería ser un soldado como su papá, algo que no sé a quien le ofendió más, si a Christopher o a mí.

Parker y y hemos hablado más durante estos días, siempre es de Dedrick. Ninguno comienza una conversación que no sea sobre nuestro hijo.

En parte es mejor así.

Pero hoy... hoy la cosa era diferente.

Dedrick había insistido y no podía negarme. Se quedaría con su padre durante dos noches, ya su habitación estaba lista. La había visto y era bonita.

Ahora, sentada en su cama mientras lo veía empacar la pijama que llevaría. Tenía unas raras ganas de llorar.

—¿Seguro que estás listo para quedarte con tu padre? —tragué sintiendo el nudo de mi garganta.

—Sí, mamá. —tomó una pijama azul, la echó en su pequeña maleta— ¿Vas a estar bien?

—Eso debo preguntártelo yo a ti. —sonreí.

—Yo estoy bien, quiero quedarme con mi papá. —de acercó a mí, lo tomé para sentarlo en mis piernas y poder besar sus mejillas.

—Bueno, pues si tú estás bien, yo lo estoy.

Mi celular vibró por un mensaje, lo leí.

—Tu papá ya llegó. —avisé— Vamos.

Tomó su maleta, ya me había asegurado que tuviera todas sus cosas, y mi mano para salir de su habitación. Christopher ya se había despedido de él, había salido a no sé dónde. Bajamos del penthouse, me sorprendí al ver a mis amigas hablando con Parker en la entrada.

—¡Papá! —Dedrick me soltó y se apresuró a ir a donde su padre.

Este lo tomó con una sonrisa y lo abrazó.

—¿Ya tienes todo, campeón?

—Sí. —asintió rápido, de volteó a mí— Adiós mamá, te amo.

Le di un beso en la mejilla.

—Yo te amo a ti, amor. Hazle caso a tu padre.

—Estará bien, Dani. —habló Parker.

—Sí, lo sé. —suspiré— Adiós.

Vi como se subieron al auto, mis amigas se posaron a mi lado. Le sonreí a Dedrick cuando se despidió con la mano unos segundos antes de irse.

—¿Estás bien, Dani? —preguntó Alexa.

Tragué.

—Sí... estoy bien.

Di media vuelta para subir. Ellas veían detrás de mí. Cuando entramos al penthouse otra vez apreté los labios.

—Dani...

Me senté en el sofá con los labios temblando.

—Estoy bien, sólo que... —los ojos se me cristalizaron— Es la primera vez que duermo en casa, sin él y... —sollocé— Sólo estoy pensando en que si tiene una pesadilla no estaré ahí, o si le pasa algo y...

—Parker estará ahí con él, Dani. —Brenda pasó su mano por mi espalda.

—Lo sé, pero no puedo dejar de pensar que algo le puede ocurrir y yo no estaré ahí.

Terminé llorando con ellas abrazándome.

Sé que mi hijo estará bien, pero estar lejos de él me pone muy nerviosa.

•••

No puede dormir, me quedé despierta toda la noche dando vueltas por mi habitación. Christopher llegó a las dos de la madrugada, abrió la puerta y al verme así sacó una botella de whisky.

Nos sentamos en el suelo, yo recostada de una pared y él de otra.

—¿Crees que me deje de querer como lo hace? —pregunté cuando ya iba por mi quinto trago.

—Sí.

Tomé una almohada que había usado para mi espalda y se la lancé con fuerza.

—Gracias por tu motivación, yo también te quiero.

—A ver, obviamente no te querrá como antes, antes sólo te tenía a ti como madre, eras todo su mundo. —se levantó y se volvió ya sentar esta vez a mi lado— Ahora tiene a su padre y quiere estar con él porque no lo ha visto en seis años, te seguirá queriendo, sólo que también querrá a Parker.

Lo miré raro.

—¿Desde cuánto tan maduro?

—Estoy ebrio. —me miró con una sonrisa burlona.

—Eso lo puedo notar. —me puse de lado, tomando la almohada para ponerla sobre sus piernas y poder acostarme— No me preocupa que lo quiera, es su padre. Pero no estoy acostumbrada a que esté con alguien más que no seas tú.

—Vuelve con Parker y ya no tienes que estar lejos de Dedrick.

Le di una seria mirada y negué.

—No lo haré.

—Recuerdo que antes no podías quitarle la mirada y las manos de encima. —rió.

Habla quien no dejaba a su novia sola ni dos minutos, de hecho, ahora no se pueden quitar las manos de encima sin importar que Rachel tiene novio. Bratt no me cae, nunca me agradó, y no me interesa si su novia le pone el cuerno, pero aún así.

—Sí, y por esa razón quedé embarazada a mis dieciocho años. —suspiré— Cómo sea, siento que lo mejor es no regresar con él.

¿Quiero? No lo sé...

Quizás sí... pero ya no tenemos dieciocho años. Las cosas no serán como antes.

Y no quiero que sean como antes.

—Me dedicaré a intentar tener una mejor relación con él, solo por Dedrick, no por nosotros.

•<~~~>•

• Cortito, pero el próximo es larguito.

• Se viene pronto el cumpleaños número siete de Dedrick, ¿qué pedirá el chiquitín de cumpleaños?

R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora