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Narrador Omnisciente

Un trato era un trato.

Y si no se cumplía, se pagaba con muerte.

Rachel había hecho un trato con Antoni para que dejaran a Daneiris en paz de una vez por todas. Sin drogas, sin torturas.

¿Cual fue el precio a pagar?

Casarse con él.

Y era algo que aún que le diera asco en todos los sentidos, estaba dispuesta a hacer para que su amiga siguiera con vida. Una vez se volviera dama de la mafia, podía mantenerla con vida.

Ella se miraba al espejo mientras se colocaba su vestido de novia. Siempre soñó con que ese día llegara, con que caminaría al altar para casarse con el amor de su vida en el vestido de sus sueños... No que se terminaría casando con alguien que odiaba con todo su ser.

—Está muy hermosa, señora.

—Gracias... —dijo con pesar.

La dejan sola cuando acaban de arreglarla, lágrimas comienzan a caer. Desde el día anterior no sabe dónde se encuentra su amiga, a donde la llevaron o que hicieron con ella. Sabe que unos doctores la revisaron, pero  luego de eso no sabe nada.

Se siente muy mal de no poder haber impedido que la lastimara, pues Daneiris había soportado de todo sólo para salvarle un poco.

Dani, piensa en tu hijo, no puedes dejar que te lastimen así.

—¿Y dejar que te lastimen? —ríe un poco— Eres la mujer que Christopher más ama, si te sucede algo no podré estar tranquila sabiendo cómo él se sentirá.

Traga mirando hacia otro lado.

—A de más... Te aprecio un poco, haría lo mismo por Brenda y Alexa.

Rachel respira hondo tomando fuerzas para seguir adelante.

Unos hombres llegan a los minutos y la arrastran hasta la catedral en donde será la boda. La retienen en un cuarto hasta que la hora de iniciar llegue.

Mientras tanto, los soldados se infiltraban en la iglesia esperando a que Antoni y Rachel estén en el altar para atacar. Necesitaban tenerlos a ambos en la mira o alguno se le escapará.

El plan era sacar a la teniente y a la capitana de ese lugar con vida, ya lo que suceda antes, durante y después, sería pura improvisación. Palabras dichas por el ministro.

La boda comienza, el ver a Antoni en el altar hizo que Christopher pensara en levantarse y acabar con él en ese mismo momento, pero se contuvo. Miró al rededor, no veía a su hermana por ningún lado.

La música comienza, Rachel entra con un ramo de rosas. Ese impulso de querer tomarla y llevarla lejos aparece otra vez en la mente del Coronel.

—No hagas una estupidez, aún no es momento. —le murmura Patrick.

Desde otro punto, Parker buscaba a su novia. Pensaba que estaría a un lado de Alejandro Mascherano, pero no era así. Debía estar en otro lugar y no presentía nada bueno.

La boda inicia. El padre habla.

Ya se dieron cuenta. —anuncia el capitán Miller por el comunicador.

Varios hombres ya estaban sospechando de ellos, se les estaban quedando viendo y sabían que no faltaría mucho para que todo se fuera a la mierda.

—No quiero a nadie vivo. —dice el coronel antes de ponerse de pie— Sólo a Antoni y a Alejandro.

Un disparo resonó por toda la iglesia, Justo en la frente de Antoni cayó uno de sus hombres cuando iba a avisarle lo que iba a pasar.

Todo el mundo volteó para ver qué era lo que había sucedido. Antoni se puso pálido, Rachel sonrió aliviada.

—Christopher...

Lamento la demora. —habló en italiano.

Todo se vuelve un caos desde ese momento. Mafiosos armados disparando a los soldados, ellos devolviéndole los disparos y matando a varios hombres. Antoni aprovecha el caos y arrastra a Rachel con él hacia fuera de la iglesia. Christopher y otros intentan seguirlos pero antes debían acabar con los problemas dentro de la iglesia.

—Ve por ella, nosotros nos encargamos de esto. —le ordena Simon.

—Busquen a Daneiris.

Christopher va detrás de Antoni, ve como se piensa subir a un helicóptero. Un disparo proveniente de Alex en su mano hace que suelte a la mujer de ojos azules.

Uno de sus hermanos lo convence de dejar a la mujer, pero él se niega a hacerlo. Rachel se suelta de él con fuerza. Christopher le dispara en la pierna. Alejandro lo agarra por el cuello de la camisa y lo mete al helicóptero por las malas.

Rachel está en el suelo respirando hondo, mareada y con sus manos temblorosas.

—¡Rachel! —la voz de Bratt la hace voltear.

Él la ayuda a ponerse de pie, intenta abrazarla pero no lo permite. Su mirada está sólo en una persona. Sus ojos se le cristalizan al instante y de prisa se zafa del agarre de Lewis para ir hacia los brazos del coronel.

Lo abraza con fuerza, comienza a sollozar.

—Daneiris... —murmura en tono bajo.

Su respiración estaba acelerada y sus piernas fallaron, teniendo Christopher que tomarla.

—¿Donde está? —toma su rostro— ¿Dónde mi hermana?

—No lo sé, debe estar en la mansión aún...

Christopher la examina, viendo si se encontraba bien o no. Veía las marcas de las agujas en sus brazos y cuello, sus ojos dilatados y su cuerpo temblaba demasiado.

—Llévenla al jet.

Parker, Alexandra, Laila, Patrick, Christopher y Alex son quienes van directo hacia donde tenían secuestradas a las mujeres. Disparan a todo el que se cruza frente a ellos.

Christopher se queda quieto en el primer piso, ve todo el lugar. Su mano cosquillea y sabe que su hermana está cerca.

—El sótano.

Mientras el ministro, el capitán Linguini y la teniente Lincorp se quedan vigilando que no aparezcan más hombres y matan a los demás, los otros bajan siguiendo al coronel. El sótano estaba oscuro y con un olor a humedad y sangre insoportable.

Ven una de las rejas abiertas, se acercan a ella. Al entrar ven a tres hombres en el suelo, muertos, destrozados. Si no conocieran la manera de matar de Daneiris pensarían que una bestia salvaje los atacó.

Alzan la vista hacia la mujer, cubierta de sangre pegada a la pared.

Alexa es la primera en acercarse a ella, empujando hacia un lado a los dos hombres.

—Dani. —toma sus manos. Frías y temblorosas— Cariño, mírame.

—Quiero ir a casa... Quiero irme...

Dominick y Christopher se acercan a ella. Su hermano gemelo la examina para buscar alguna herida en ella, la encuentra en su abdomen, una herida abierta y sangrante. Parker la toma en sus brazos sin importarle la sangre, Justo a tiempo antes de quedar desmayada e inconsciente.

—Te llevare a casa, bonita.

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R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora