R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|

26

Un par de semanas luego...

Entro a la oficina de Christopher temprano al medio día luego de pasar dos horas consiguiendo estas dos entradas que me pidió conseguir para hoy.

—Ten. —me siento en el sofá luego de pasarle un sobre— Mi pregunta es, ¿por qué quieres ir al Lago de los Cisnes?

Ya sé que quiere llevar a Rachel, a ella siempre le gustó ese tipo de danza, pero quiero que él me diga que llevará a su... lo que sea que ella sea a una cita.

Ella aún sigue con Bratt, no sé si piensa terminarlo o seguir teniendo un amante por el resto de su vida. Casi no hablo de eso con Christopher porque son cosas de él, pero lo conozco y sé que en cualquier momento matará a Bratt.

Yo no quería meterme en ese asunto, pero la duda sobre lo que mi hermano hará me integraba, así que me quedé en su oficina conversando por un rato ya que no tenía nada que hacer. Había entrenado con mi tropa hace unas horas, terminado mis deberes como capitana, y ahora sólo me quedaría en la central por un rato más antes de pasar por Dedrick al colegio en unas dos horas.

Hablo con mi hermano durante varios minutos, sacándole casi a las malas las palabras de la boca. Tampoco es un tema que lo haga un gran conversador. Sinceramente no sé porqué las personas dicen que yo soy la más amargada de los dos, pienso que soy un poco menos amargada de la vida que él.

—Ya que estás aquí. —me pasa una carpeta con papeles— Ve y dale esto a Parker.

—¿Me viste cara de tu secretaria?

—Te vi cara de mi hermana menor y de capitana que debe seguir mis órdenes.

Tomo la carpeta de mala gana y me pongo de pie.

—Sólo eres mayor por diez minutos...  —murmuro.

Salgo de su oficina para dirigirme a la oficina del alemán y entregarle esos papeles. Christopher me dijo que sólo los debía firmar y ya, creo que eso sobre un cargamento de armas o algo así.

Cuando estoy llegando a la oficina de Parker, veo a Ángela saliendo de ahí, pero eso no fue lo que llamó mi atención.

Sino que saliera de ahí como si acabara de tener la mejor follada de su vida.

La teniente me ve y me da una sonrisa, y para no parecer enojada le sonrío de vuelta pasando por su lado.

Sé que no debo enojarme, en serio no debo hacerlo porque él puedo hacer lo que se le venga en gana. Así que respiro hondo y entro a su oficina como si nada.

Algo que no funciona, pues al verlo tan tranquilo sentado en su silla lo único que sale de mí es lanzarle la carpeta sobre lo que estaba viendo en el escritorio.

El capitán me mira confundido.

—¿Qué te ocurre?

—Christopher quiere que firmes eso y se lo entregues luego. —es lo único que le digo.

Me doy media vuelta, escucho que me llama pero lo ignoro.

Está más que claro que yo no tengo la madurez suficiente para tener una relación y menos con él.

Terminaría volviéndome loca y matando a varias personas.

•••

Tomo el brazo de Matías y lo termino doblando por detrás de su espalda y lanzándolo al suelo. Mi pie termina sobre su espalda y suelta una queja de dolor al instante.

—De acuerdo, de acuerdo, me rindo.

Lo suelto rodando los ojos. No aguanta nada.