R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|

30

Días luego...

Harry fue trasladado a un mejor hospital luego de que saliera bien de la cirugía, yo misma me encargué que lo atendieran los mejores especialistas tal y como se lo prometí a Brenda, ahora sólo quedaba esperar a que despertara.

Mientras tanto, luego del ataque de los Mascherano nos hemos encargado de hacer lo que sea para dar con ellos, Christopher está furioso y el que no cometiera una locura por haber atacado a Rachel es un milagro. Ni tanto, lo tuve que convencer que se mantuviera tranquilo.

Ahora mismo Dominick y yo estábamos en mi oficina trazando un plan para dar con ellos. No creo que tengamos mucho tiempo, ya sacaron a uno de los tenientes del juego, puede que en unos días saquen a otro.

—Me duele la cabeza. —dejo todo sobre el escritorio.

—¿Por qué no vas a descansar? —Dominick pasa su mano por mi mejilla— Llevas horas aquí.

—Quiero terminar con esto antes. —bostezo cansada.

Seguimos trabajando en esto.

Como quiero dar con los Mascherano y acabar con ellos uno por uno.

Suelto una queja cuando tocan a la puerta, digo que pasen y mi secretaria entra con un ramo de rosas que coloca sobre mi escritorio.

¿Otras flores?

Son las terceras de la semana.

Tomo la nota qué hay en ellas. A. M, por supuesto.

—¿Y eso? —Dominick me mira con ceño fruncido— ¿Uno de tus pretendientes?

—Así es...

No me cree, pero tampoco dice nada más. Sólo rueda los ojos y sigue viendo los papeles que tiene en las manos.

Suelto un suspiro al verlo así, celoso.

—Alejandro Mascherano me está mandando flores. —termino diciendo— Me acosté con él y su hermano hace mucho tiempo atrás, y ahora no me deja en paz.

Con su mirada atenta en mí le explico las cosas que pasaron. Luego como me tocó hacer esa misión de stripper, donde comenzó todo. No sólo conmigo, porque a Rachel también la buscan los Mascherano.

—No pasa nada. —le resto importancia.

—¿Cómo que no pasa nada? —me mira como si estuviera loca— Tienes a los Mascherano detrás de ti, ¿y no pasa nada? ¿Sabes lo que te pueden hacer?

—Lo sé, y por eso tenemos que atraparlos antes que ellos me atrapen a mi.

Convencerlo de que dejara el tema fue casi imposible, lo que hace que me arrepienta de haberle contado eso.

Por suerte una vez llegamos a mi casa se olvidó de él, por lo menos por unas horas. Sus abuelos estaban ahí cuidando a Dedrick.

Hablamos durante un rato con ellos, hasta que a mi hijo le dio sueño. Se despidió de ellos dos y de su padre. Yo lo tomé en brezos para llevarlo a su habitación.

—Te veo mañana. —le di un beso en los labios al alemán.

—Pasaré por ti. —sonrío y asiento.

—De acuerdo.

•••

Paso el algodón con alcohol por la herida del pómulo de mi hermano. Sus quejidos me importan una mierda, sigo presionando enojada.

No es la única, Bratt le dio unos buenos golpes.

Golpes que me despertaron sobresaltada en la madrugada, porque aunque yo no los siento como él, sí me dan una pequeña molestia.

Maldita conexión de gemelos.

—Te lo mereces. —le digo cuando se intenta quitar.

Bratt los encontró en la madrugada a él y a Rachel follando en la cama de ella. Por lo que me contó Christopher, comenzaron a golpearse, pero Bratt cometió el error de golpear a Rachel, eso enfureció a mi hermano y casi lo mata a golpes.

Ahora mismo se encuentra en el hospital mal herido, dudo que pueda estar bien para la misión de el miércoles.

No sé quién dejará a la central con menos soldados, la mafia o Christopher.

—Listo. —me levanto del sofá y voy a guardar las cosas en mi baño.

—Gracias.

—No es nada. Para eso estamos las hermanas. —le sonrío con burla— Para curarte de golpes que obviamente merecías.

Me siento en mi cama, frente a él.

—¿Y ahora que harás? Con todo esto de Rachel.

Quien lo sacó se su casa luego de casi matar a Bratt.

—Iré a hablar con ella.

Está claro que eso saldrá mal.

Ellos siempre terminan mal.

—Bueno, espero que no actúes estúpidamente.

Pero lo dudo.

—¿Cómo vas con Parker? —rodea la cama y termina acostándose, yo me acomodo a su lado.

—Creo que bien.

—¿Crees?

Hago una mueca.

—¿Es normal que me asuste que todo vaya bien entre nosotros? —miro el techo— Luego de estos meses, siento que van las cosas muy rápido.

—Si fueran extraños sí, pero nos conocemos desde hace veinte años. —bufa.

Aún así... No sé si fue buena idea regresar tan rápido con él. A ver, me encanta, porque en serio lo quiero, pero me siento un poco rara luego de esos siete años lejos.

Estas últimas semanas han sido bastante buenas. Salimos, dormimos juntos, no hemos discutido, o por lo menos no más de lo normal.

Todo va tan bien entre Dominick y yo que asusta un poco.

—Por cierto. —me mira con bastante asco— ¿Qué diablos haces con él que me dolían las muñecas hace dos noches?

Abro mucho los ojos.

—¡Chris! —me siento en la cama.

—¿¡Qué!? ¡Te recuerdo que siento lo que tú sientes! ¿Sabes el trauma que me generó eso?

Niego pasándome las manos por la cara.

¿Por qué mierda tuvimos que ser gemelos?

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