R E G R E S O |Fanfic Pecados Placenteros|

42

Daneiris

Me siento como una adolescente otra vez. Alex nos mira con seriedad y enojo a Christopher y a mi en su oficina en la central.

Y para no perder la linda costumbre, ninguno de los dos estamos haciéndole caso.

—No sólo te metiste al territorio de los Mascherano sin respaldo. —su vista furiosa se dirige hacia donde Christopher— Sino que también te llevaste a tu hermana contigo.

Hoy en la mañana salió en todos los periódicos y noticieros del mundo que los Mascherano sufrieron un atentado. Describieron todo como una masacre. Alex no dudó ni por un segundo en mandarnos a llamar para acusarnos de eso.

No sé si ofenderme porque no lo puso en duda, o por primera vez aplaudirle porque nos conoce.

Quizás también tiene que ver que el cuerpo de Alejandro fue encontrado en un pozo. O por lo menos, su cuerpo descuartizado.

Hacerlo me trajo una paz que hace meses no sentía, al fin me deshice de él. Recordarlo me da un poco de asco porque no soy fan de descuartizar personas, pero sí disfrute escucharlo gritar de dolor. Un pops parecido a los míos cuando me torturó en Italia.

—¿No cuento como respaldo? —me ofendo— Soy la mejor capitana que tiene la FEMF, más respeto.

—No, no lo eres. Todavía no regresas a tu puesto y estoy considerando no volvértelo a dar. —se sienta en su silla— Pensé que sus estupideces habían terminado, pero siguen siendo los mismos dos estúpidos niños inmaduros e inconscientes de hace ocho años.

Ruedo los ojos cruzándome de brazos.

Él y Dominick deberían actualizar sus regaños, ya me los sé de memoria y los puedo recitar.

—Agradece que no te voy a suspender por esto. —señala a mi hermano.

—Como si me importara.

—Pues debería. —levanto una ceja mirándolo bien, ¿dirá lo que creo que dirá?— En unas semanas anunciaré mi retiro. —Christopher y no nos volteamos a ver un segundo— Uno de ustedes dos deberá comenzar la campaña para tomar mi lugar, no necesito escándalos antes de que inicien.

Sonrío. Ya era hora de que decidiera retirarse. Alex espera una respuesta de nuestra parte, una que ya tenemos desde hace mucho tiempo.

—Yo lo haré. —contesta Christopher— Pero Dan regresará a su puesto, y Rachel también.

—De acuerdo. —asiente— Ambas regresarán en una semana.

—Y cuando anuncies a Christopher como uno de los candidatos, me anunciarás a mi como su viceministra.

—Siempre y cuando ambos sepan comportarse y hacer un buen trabajo.

—Me ofende que creas que no lo podemos hacer.

—Tengo mis razones para creerlo. —toma su computadora y la enciende— Ahora lárguense de mi oficina, y vete a tu casa Dani.

Lo miro molesta, tengo que esperar una semana más para volver a mi puesto y no me gusta.

Salgo con Christopher, mi hermano me acompaña hasta el estacionamiento en donde está la camioneta esperándome.

—Ve a casa. —pide— Y descansa, porque una vez regreses en siete días te espera mucho trabajo.

—Ya me lo puedo imaginar. Espero que mi primera misión valga la pena.

—Te harás cargo de la misión de los Romanov.