El azul es mi color

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Apenas abría los ojos, el olor de la sala era horrible, ya no soportaba más, miro hacia el techo blanco y escucho los aparatos de soporte vital. Respiro sabiéndose vivo, pensó que no sobreviviría pero lo hizo, ya había acabado por fin. No tenía fuerzas para incorporarse. —Vaya al fin despiertas.— la voz de Lazuli era demasiado chillona y molesta para lapis. —¡Calla tonta!.— el gemelo refunfuñaba, pues quería descansar un poco más. —No fue tan malo, mi chip ya funcionó, estoy completamente recuperada.— y levantó indiscreta la manta para mirar a su hermano.—Uh, al parecer el tuyo también.— Lapis enfadado le mandó un golpe de energía a su hermana quien arremetió con otro golpe. Pronto se enfrascaron en una discusión de hermanos y empezaron a destruir todo el lugar.

—¡Chicos no! ¡Alto!— Bulma gritaba intentando parar el desastre, entonces el Doctor Gero oprimió un botón que los detuvo al instante. Se trataba de un control que podía manipular a los androides. Bulma enojada reclamó al Doctor Gero —¡Eso no estaba en el acuerdo! ¡Son seres humanos!.— entonces Gero respondió serio.—¿Qué no ves lo que está pasando? Sin sistemas a prueba de fallos, son máquinas letales y no habría manera de evitar que destruyan la humanidad si así lo desean. ¡ no son humanos, son armas!.— Lazuli y Lapis miraron a Gero con odio y Bulma no contuvo el llanto. —¡Eso no es verdad, tienen sentimientos! Somos iguales.— Milk se acercó a Bulma para consolarla un poco. —No llores, no vale la pena.— Lazuli observaba la escena y brotó una lágrima, ella jamás había recibido un abrazo. —No seas tonta, ¿Acaso crees que en realidad consideran que somos iguales?, solo mírala, es una niña rica cumpliendo sus caprichos, nosotros somos sus juguetes nuevos y nada más.— comentaba 17 con odio, nadie era de su agrado y lo único que podía detenerlo era el sistema de bloqueo que Gero había instalado. El Doctor abandonó la sala directo a descansar.

—Eso no es verdad, Lazuli, quiero que seamos amigas, al final solo nos tenemos a nosotras, los chicos no entienden nada.— Milk sonreía a 18, quien no contestó nada mientras Bulma reiniciaba los sistemas para quitar el bloqueo. —Es verdad chicos, ahora que desconfigure el sistema de bloqueo vamos a mi casa, podremos pasar tiempo juntos.— Animada, Bulma hacia su trabajo. Lapis no se sentía del todo cómodo, pero era ir con las mujeres locas o quedarse en el laboratorio aburrido.

Los jóvenes fueron a casa de los Briefs, Los gemelos tomaron una ducha y se cambiaron para tomar un refrigerio. —Oye Lazuli, mira, Bulma tiene ropa muy linda aquí, ¿Quieres probarte algo?.— Milk le indicaba a 18 la puerta de una gran tienda de moda. —Anda, no tengas pena, si algo te gusta puedes quedártelo.— Bulma sonreía invitando a 18, Lazili estaba encantada, había tantas opciones para elegir que no tenía idea de por dónde empezar. —¿En verdad puedo usar lo que quiera?.— aún dudosa Lazuli no sabía si podía tomarlo, normalmente lo robaba pero en realidad las chicas se portaban amables y nadie había sido amable con ella antes.—¡Claro! Ponte lo que más te guste— Milk la tomo de la mano para llevarla a ver mas ropa, Lazuli apenada miraba a su alrededor. Milk y Bulma se divertían midiéndose ropa hasta que Lazuli encontró algo fabuloso, jamás había usado ropa de princesa como la que llevaba, un lindo vestido turquesa que combinaba con sus ojos azules, una diadema y cinturón rojos haciendo juego y unos converse para no perder la rudeza. Por su parte lapis usó lo primero que encontró, le daba lo mismo.

Lazuli llegó al recibidor, sonó el timbre y ella abrió la puerta — Bulma, vine en cuanto recibí tu mensaje... ¿Qu.. Qu.. Quién eres?— en la puerta aparecía un chico no muy alto y sin cabello, se trataba de Krillin quien se topó de frente con Lazuli, y no le pudo apartar la mirada, en ese momento no sabía si había muerto y veía un ángel. — Krillin, se te va a caer la baba.— Milk se burlaba, notó de inmediato que su amigo estaba encantado con 18. —Lazuli él es Krillin, Krillin ella es Lazuli.— la guerrera los presentó y siguió su camino a la cocina. —Hasta tu nombre es bonito... Quiero decir... encantado de conocerte. —. Krillin se rió nervioso y completamente sonrojado, por su parte Lazuli bajo la mirada apenada. —Soy Lapis o androide 17, el gemelo de Lazuli.— Saludaba 17 imponiendo su presencia a Krillin, quien no le simpatizaba nada. —Si te metes con mi hermana, te las verás conmigo.— le frotó la cabeza a Krillin y se fue a buscar comida. Lazuli no dijo nada, cambió su mirada tímida por una actitud ruda. —Quítate enano.— Empujó a Krillin y siguió a su hermano. El guerrero sonrió —Hasta cuando me golpea se ve bonita.—

Un amor de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora