La princesa hechicera

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—Rey Vegeta, disculpe, ¿Como es que conoce a mi tatarabuela?.— Goku no dudaba en preguntarle al rey ancestral sobre su familiar, le había parecido muy entretenida la anécdota. El rey dedicaba una breve sonrisa y un suspiro para recordar a quien fuera su niñera hace tantos años. —Gine se encargaba de nosotros, mi hermana y yo, sobre todo después de la muerte de mi padre y cuando su hermano... bueno, posteriormente se casó y tuvo sus propios hijos. — el rey desviaba la mirada y se centraba en Uranai Baba, Goku no podía evitar la emoción, quería saber más, pero al notar al rey desanimado, Lázuli paró en seco al saiyajin —Goku, estás incomodando al rey ¿Acaso quieres que te vea como el idiota que eres?.— Lázuli tiraba de la oreja de Goku y éste chillaba hacia el tirón .—Auch, pero que agresiva.—
—Rey, ya casi está listo mi hechizo de búsqueda para encontrar a su hermana, pero me inquieta saber ¿Como es que sigue viva?.— Uranai Baba cuestionaba al rey para saber lo que les deparaba con el ritual. Entonces el Rey se sentó y tomó un poco de vino. —No lo sabía, pero creo tener una idea, después de vencer al Touketsu no la volví a ver.—

300 años antes planeta Sadala

El palacio estaba aún en pie, las ruinas de lo que un día fue el poderoso Capitolio de Sadala todavía cobijaban a sus habitantes, apenas si había comida y agua, algunos soldados salían en búsqueda de planetas para saquear y conseguir sustento. De aquel planeta que antes rebosaba de abundancia y prosperidad, no quedaban más que recuerdos, escuetos remiendos de un pasado feliz solventado por un ejército mermado. A pesar de las "vacas flacas" aún se conservaba una monarquia, liderada por el mismo rey que los había llevado a tal devastación, el Touketsu.

Aquel tirano no solo aterrorizaba el mundo saiyajin, sino que se las arregló para procrear desendencia real, misma que moriría en sus manos. El acabar uno a uno con sus propios hijos y nietos, no permitía que el pueblo se levantara contra su reinado, era una forma de tener controlados a sus súbditos. El terror de ver caer a los más fuertes, mantenía a raya a los miles de saiyajines que aún quedaban en Sadala.

A pesar de tener el poder necesario para eliminar a la raza completa y al universo si así lo deseara, era un ente orgulloso y pedante, le gustaba ser reconocido y tener "un ejército" a sus órdenes. Como una creación de un Dios, adquiría muchas características de su recipiente y éste no deseaba ser el rey de los saiyajin, sin embargo, su mente no se expandía mas. En gran parte era la bendición para el resto del universo ya que la única raza que sufriría tal maltrato sería la saiyajin.

Cada príncipe que llegaba a los 40 años, era destruido por el Touketsu, dejando a su descendencia al cuidado de su ancestro malévolo. Fue así como el príncipe Tarble perdió la vida, dejando a en la orfandad y a merced de su bisabuelo a sus dos hijos, la mayor, la princesa Echalotte y a su pequeño hijo el príncipe Vegeta de Sadala, ambos al cuidado de Gine, una súbdita del palacio que se encargaba de cocinar para el Touketsu y protegía a los jovenes príncipes.

—Hermano, que bueno que regresaste con bien. ¿Trajeron algo? Ya no queda nada para cocinarle al demonio y amenazó con comenzar a devorarnos si no le dábamos alimento.— Gine corría a recibir a su hermano mayor, el guerrero Raditz. El saiyajin sonreía al ver a su hermana y levantaba unas bolsas que contenían presas. —Traemos suficiente para unas semanas, por ahora no hay por qué temer. El hombre entregaba la comida a su hermana y su escuadrón hacía lo mismo, las provisiones conseguidas servirían hasta que tuvieran que ir por más. Aunque los recursos eran escasos, los saiyajin hacían malabares por la supervivencia.

Echalotte no soportaba la idea de ver cada día más destruido el pueblo que siempre soñó con liberar su padre, ademas su carrera era contra reloj. La acechaba la amenaza de muerte sin pasar de los 40 años tal y como era costumbre, ya tenia 17 y su hermano 12. La mitad de su vida casi había transcurrido.

Un amor de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora