El primer respiro la despertó, como acto reflejo de incorporó y abrió los ojos, se los tallaba ya que su vista tardó un poco en regresar, así como sus demás sentidos, intentó hablar pero parecía que había estado dormida por mucho tiempo y se aclaró la garganta. —¿Qué? ¿Dónde estoy?¿Qué pasó?— su voz estaba un poco ronca así que tosió m, la mujer no podía ubicarse en lugar y tiempo, —Bulma.— escuchó su nombre a lo lejos como si estuviera con los oídos tapados, al enfocar bien su vista el primer rostro que vio fue el de Vegeta, su mirada adormilada cambió instantáneamente por terror, todo su cuerpo que apenas regresaba se aceleraba con una subida de adrenalina, su corazón latía rápido. Llevó su mano a su pecho, tenia la tela tiesa manchada de sangre seca y oxidada y recordaba con detalles quién y como la habían asesinado. No hizo falta más, Vegeta se alejó y dio la espalda. —¡Hazlo!— Nappa quiso interrumpir —¡Pero.. espera!——¡DIJE HAZLO!—Vegeta gritaba y Bulma temblaba de miedo, no podía ni hablar, Nappa corría hacia la peli azul. —No, no hay que temer.— Su intento de calmar las cosas era inútil, Dendé saltó al oír el grito de Vegeta y pidió el segundo deseo al Dios dragón, en su idioma extraño, el Namek y Porunga tuvieron una leve conversación, pero nuevamente los ojos del dragón brillaron y Bulma sintió un cambio, ya no tenía miedo, miraba a todos lados y podía reconocer a Nappa y a Dendé, pero ese sujeto... era extraño. —Nappa, ¿Qué hacemos aquí?— La peli azul no entendía nada, trataba de salir del ataúd. —¡Ayúdame Nappa!— al escuchar a Bulma, Vegeta volteó, sus miradas se cruzaron directamente pero ella no reaccionó, Vegeta suspiró, ya no había miedo, pero tampoco amor. Nappa estaba congelado, no sabía que había pasado. —Ay Nappa, te quedas como bobo... ¡Hey, muchacho! ¡Ayúdame a salir de aquí, Nappa no oye!— Le gritaba a Vegeta quien pasaba saliva —¿Muchacho?— Dendé miraba anonadado a Vegeta —Ella ya no lo reconoce señor.—Vegeta apretaba los labios y por más que le doliera no poder tener a Bulma, era lo mejor. —Aún queda otro deseo señor, ¿Qué quiere que pida?— Vegeta daba media vuelta —Pide lo que quieras, no me interesa.—
Dendé sonreía y pedía algo al Dios dragón, nuevamente sus ojos brillaban y el dragón se despedía. —¿Qué pediste enano?— Nappa curioso preguntaba al Namek, quien alegre contestó. —Pedí que la maldición del Touketsu ya no funcione en su familia, así cuando tenga hijos, no habrá peligro de más demonios.— Al escucharlo, Vegeta miró de arriba a abajo a Dendé —Hmp.— Nappa celebraba la decisión de Dendé —Eres muy inteligente.— y reían. —Ja, fue un desperdicio de deseo, a mi no me interesa tener descendencia.— Vegeta se ponía los dedos en la frente y se teletransportaba hacia la tierra.
—Ese Vegeta, la señorita Bulma no es la única que existe en el planeta tierra.— Nappa se burlaba y la peli azul no comprendía. —¿Por qué dices eso Nappa?— Nappa se sonrojaba —Por nada, pensé en voz alta.— Bulma levantaba una ceja y tomaba la mano de Nappa quien terminaba de ayudarla a salir. —Bien y ahora me van a decir ¿Dónde demonios estamos?— Nappa reía y de un movimiento la echaba al hombro. — Eso no importa señorita Bulma, vamos a su casa en este momento.— Dendé se tomaba de la pierna de Nappa y éste se ponía los dedos en la frente para teletransportarse, no sin dejar de escuchar los berridos de Bulma reclamando por ser nada delicado. —¡AAAAAY SOY UNA DAMA Y ME TRATAS COMO COSTAL DE PAPAS!—
Vegeta llegaba siguiendo el Ki de Goku a corporación cápsula, ahí estaban también Radditz, Krillin, Milk, Piccoro, Lazuli y su hermano, los padres de Bulma y ese humano idiota que siempre molestaba. —¡DÓNDE TIENES A BULMA DEMONIO INFELIZ!—Yamcha corría de inmediato amenazante contra Vegeta, el príncipe no dijo nada volteó y lo ignoró. —¡AY pero si es el joven y apuesto Vegeta!... tu ropa está muy fea, mira esos harapos.— Vegeta ni siquiera había notado que su ropa estaba completamente rota y sucia, apenas si cubría lo que debía cubrir y un poco más, intentó mirarse a si mismo. —Debes ir a cambiarte, tú siempre estás a la moda.— Vegeta apretaba los dientes —A... ¿la moda?— La señora Briefs tomaba del brazo al príncipe y lo encaminaba al guardarropas para que eligiera algo que usar, sin decir nada avanzó con la señora Beiefs sin quitar su mirada de Yamcha, ese tipo era tan odioso y se atrevía a levantarle la voz.... Ya le daría su lección después. Mientras tanto Nappa aprecia con Bulma y Dendé.
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Un amor de verdad
Fanfiction¿Qué pasaría si Bulma pidiera su deseo original de un novio guapo que la quiera? Ella consigue su deseo y se encuentra con serios peligros y un amor que se sellará para la historia.