Un amor de verdad

Touketsu

Uranai Baba se apresuraba a su laboratorio para hacer algunos sedantes ya que el saiyajin comenzaba a reaccionar, cada vez que el príncipe vencía el efecto del sedante la mujer temía más y más por su vida. Si Vegeta despertaba, se descontrolaba, la atacaba gritando que era un espectro y era muy difícil volverlo a calmar, el saiyajin parecía no reconocer el sueño de la realidad.

Mantenerlo sedado era lo mejor que se le ocurría aunque notaba que únicamente empeoraba, no encontraba otra manera de estar a salvo ella y los demás. "Estoy yendo contra reloj", la anciana subía al cuarto con sello que se encontraba contenido el saiyajin, justo en el momento en que iba a inyectar al príncipe, su esfera de cristal comenzaba a tener actividad. La anciana torcía la boca —Esto va a doler muchacho.— Uranai Baba daba la estocada inyectando el brebaje en el cuello del saiyajin quien se retorcía de dolor al recibir el sedante hecho por la bruja, sin embargo por la premura, no había inyectado la totalidad del preparado.

Una vez realizado el trabajo, la anciana bajaba de su esfera y contestaba al llamado —A buena hora se te ocurre, nunca te acuerdas de mí a menos que quieras algo ... Ese hermano tonto que tengo ...— de mala gana la Bruja le hablaba a Roshi, no entendía nada de lo que decía, solo que le quería mandar a Goku... "No suena mal tener algo de ayuda, es un muchacho fuerte y si Vegeta se descontrola, podría detenerlo" —Esta bien, te informo que he puesto un velo mágico en mi casa, nadie puede entrar ni salir sin el hechizo para levantarlo, si sales, te debes ir en el momento que te lo indique...—

La anciana abría un portal hacia su casa, el hombre de traje naranja pasaba por el portal y llegaba a la entrada de la casa de ensueño de Uranai Baba y ella iba a recibirlo para que pudiera ser aceptado por su casa magica. Goku admiraba la casa de la hermana de Roshi —¡Cielos Uranai Baba, su casa es muy grande. No pensé que tuviera tantos lujos!.— el joven saiyajin seguía a la Bruja por el camino cubierto de sakuras hasta llegar a la entrada de la casa.

—Goku, quiero que seas muy cuidadoso, veas lo que veas, en cuanto te diga que salgas de aquí, debes hacerlo.— el semblante de por si tenebroso de Uranai Baba se volvía más oscuro, la mujer estaba llena de miedo y el saiyajin lo percibía, para ser un chico muy atolondrado, se sabía tomar las cosas importantes con seriedad.

Al analizarlo más a fondo, la anciana notaba el tremendo cambio que había tenido el pequeñín que conoció algún tiempo atrás, ya era un hombre, uno que había pasado por los horrores de pertenecer a una organización como el ejército de Freezer. "Pobres muchachos, Vegeta y tú tuvieron que madurar rápido... y lo que les espera".

—Estoy de acuerdo, pero dígame, ¿Qué está sucediendo con Vegeta? ¿De qué debemos temer?.— El guerrero no entendía el porqué de tanta advertencia, estaba acostumbrado a vivir situaciones de peligro de muerte, ¿Qué podía ser diferente?, para Goku, la peor amenaza del universo ya había sido abatida. —Goku, supongo que Vegeta fue atacado por un espectro de sangre, aún no estoy segura... Pero es algo muy antiguo y poderoso... en el momento que ingirió la sabia de la muerte. Ese niño debería haber muerto... es la primera vez que alguien sobrevive asi que sus efectos me resultan desconocidos.— ambos entraban al cuarto donde estaba Vegeta desmayado, la mujer lo comenzaba a levantar con un hechizo para llevarlo al lugar sellado.

Vegeta al no haber recibido la dosis completa del sedante comenzaba a despertar —No fue suficiente, necesito reforzar, ven hijo, ayúdame.— Goku sostenía a Vegeta quien se movía con violencia, no decía nada, solo daba de gritos enintentaba zafarse del agarre de Goku mientras Uranai Baba descargaba otra dosis de sedante.

Goku cerraba los ojos, tenía mucho miedo a las agujas y sudaba pensando en que podría ser pinchado por error. —No seas llorón, soportas peores dolores que un pinchazo.— Uranai Baba reprendía al guerrero quien respondía a la señora. —Si, pero me dan mucho miedo.—