Un amor de verdad

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—Ya no va a soportar se está yendo— una voz lejana se escuchaba, la penumbra cubría todo el lugar. —¿Algún día habrá luz sin oscuridad?— una voz familiar resonaba a lo lejos, pero no lograba identificar quién o que era, no había más que una inmensa oscuridad. —Bueno si tú eres un príncipe, entonces yo soy como una princesa. ¡Deben tener sed, hay limonada!. ¿Nunca comiste helado?— la voz era dulce y suave, Justo como la de... no recordaba dónde la había escuchado antes. La oscuridad comenzó a tener luz, se abría un camino que lo llamaba, tuvo que avanzar hacia la luz. Sensaciones de antaño recorrían su piel, había vuelto a su hogar, era Vegita. Ante él apareció nada más y nada menos que el Rey Vegeta, su aspecto era el mismo que tenía antes de morir. Lo miró de arriba a abajo y le tocó el hombro derecho. —Estoy orgulloso de mi hijo, podría ser el súper saiyajin legendario.... Pero escucha pequeño, no puedes morir aquí, ¡tienes que vengarnos!.— el planeta se comenzaba a incendiar, gritos de dolor y lamentos sonaban por doquier. El rey se tomaba el rostro, de pronto se desgarró en un grito de dolor, su rostro comenzó a derretirse, su carne y sangre brotaba por todo su cuerpo hasta que se convirtió en una calavera. Las cuencas oculares tomaron un brillo macabro y una voz áspera y sepulcral emitió sonido.—Serás mío...¡morirás aquí y ahora!.— El espectro atacó al príncipe, Vegeta no tenia muchas fuerzas e intento defenderse, pero no podía, trató de huir, por más que intentaba se movía muy lento y fácilmente lo atrapó en sus garras, el saiyajin se resistía, sin embargo el espíritu comenzó a absorber lo que restaba de su energía. La debilidad invadía su cuerpo. —No, así no, no me puede vencer esta cosa, ¡yo soy el orgulloso príncipe de los saiyajin, yo soy el guerrero más fuerte, nadie puede vencerme sin mi permiso!. ¡Morirás espectrooo!— Un gran poder recorrió todos su cuerpo, la ira desfogada y el dolor de que sentía estalló. Fue como si una batería vacía volviera a estar llena y un destello de luz llenó todo el lugar. —Este el poder del súper saiyajin— una voz mas tenebrosa retumbaba en el lugar. —Hay algo aquí, ¡No puedes tener una debilidad, la oscuridad te ayudará!.— la voz se materializó en una espada que atravesó el corazón de Vegeta.

La máquina de recuperación comenzó a sonar, se encendió la alarma y los médicos trabajaban lo mejor que podían. Vegeta entro en paro, la máquina inyectó su corazón y daba shocks eléctricos para intentar la reanimación. Pasaron varios minutos intentando, pero el guerrero no reaccionaba. El médico tomó aire, ya era demasiado tarde. —Lo perdimos, descanse en Paz príncipe Vegeta.— Detuvo todos los procesos, no había nada más que hacer, comenzó a realizar apuntes.—Hora de la muerte.....—. Justo en ese momento, una ola de energía inundó el lugar, Vegeta abrió los ojos y el panel de la máquina se mostró encendido de nuevo a niveles normales. El príncipe había vuelto de la muerte. Tan pronto pudo, salió algo desorientado del área de recuperación y se fue directo a su habitación.

El camino lo llevo en automático, algunas miradas curiosas notaron el regreso del saiyajin y comenzaron a comunicar la notica. Nappa, Radditz y Goku se enteraron salieron corriendo en busca de Vegeta. Tan pronto el principe entró en su habitación, miró su Souter sobre la mesa, lo tomó de inmediato y como era costumbre revisó la información y las fotografías de siempre, como un acto reflejo. Al toparse con la foto de Bulma, no pudo resistir detenerse. Recorrió las facciones de la chica que estaba ahí pero una sensación extraña lo invadió, no podía controlarlo más, estalló en furia como jamás la había sentido y liberó un poder impresionante, su cabello se tornó dorado, sus ojos azul turquesa, reaccionó de donde se encontraba y de inmediato cambió a su estado tranquilo. El poder se apagó completamente. Todos los scouter detectaron ese poder al mismo tiempo, sin embargo al apagarse casi de inmediato, declararon una falla generalizada.

Vegeta se quitó el scouter y lo estrelló contra la pared, estaba muy confundido. Se sentó en su cama, seguía desorientado cuando Freezer entró a la habitación. Lo observó y leyó su poder.—Vaya, logré sentir un poder muy grande, evidentemente no eres tú. Por un momento creí que la leyenda era cierta, sabes Tourles murió y esperaba el mismo final para ti, pero, veo que lo superaste, el entrenamiento vale la pena, sigue así.— Freezer se calmó al ver a Vegeta débil. —Lo siento emperador.— Vegeta se limitó a ponerse de pie y hacer una reverencia.