Un amor de verdad

Visiones

Algunos días  antes en la base de Freezer

—¡Emperador Freezer, emperador!.— gritaba un alienígena encargado de vigilancia de las naves en misión. —¿Qué diablos sucede? ¿Por qué interrumpes mi telenovela?.— El emperador torcía la boca y volteaba mala manera. —Estaba en la mejor parte, el Nandito iba a besar a la maldita lisiada, va a entrar Soraya y va a gritar ¡¿Que haces besando a la lisiada?! ... más te vale que sea importante o morirás ahora.— la actitud del emperador daba mucho miedo, pero el alienígena se paro derecho e informó a su majestad —Señor, hay actividad rara con los saiyajines en Yardrat.— el informante moría de nervios y Freezer se enojaba un poco. —¿Para eso me interrumpes? Esos monos descerebrados siempre hacen cosas raras, pero terminan sometidos de todas maneras.— Freezer volteaba los ojos muy cansado de jugar a la niñera de unos simios descarriados.

—Señor es que los rastreadores se encendieron y.... No los están portando los Saiyajin, los tienen niños Yardratianos... y... los saiyajines ya no están en Yardrat, solo las naves como señuelo.— indicaba el vigía. Entonces Freezer ahora si enfurecía de verdad.— ¡Ese Vegeta! ... ¡otra vez se escapó el muy .... Idiota!.— el emperador golpeaba la mesa con tal fuerza que la lograría partir a la mitad. —¡¿Dónde?! ¡¿EN DONDE DEMONIOS SE ENCUENTRAN?!.— Vociferaba Freezer de manera muy estruendosa, cuando apareció su hermano Cooler meneando su morada cola. —Esos sabandijas, seguro buscando las esferas del dragón Namekianas. — Cooler cruzaba los brazos en actitud altanera hacia su poderoso hermano menor.

—HMP ...¡¿Que cosa?!.— Freezer exigía contexto de lo que sucedía. —¡Te dije que no confiaras en esos monos tramposos! Las esferas del dragón de Namek pueden cumplir tres deseos, sin darte cuenta podrían acabar contigo y con todo el imperio, ¡Ay pero eres un necio!— Cooler daba una un regaño disfrazado de explicación a Freezer. —¡Malditos saiyajin, me las pagarán! ... ¡Jamás los dejaré en paz... así tenga que pedir la vida eternaaaa!!!! ¡COOLER, DILE A TUS FUERZAS ESPECIALES QUE LLEVEN DE INMEDIATO SU ESTÚPIDO TRASERO A NAMEK !!! .— Freezer gritaba órdenes, de inmediato saldrían a Namek para poner en orden a los saiyajin.

Namek, en la actualidad.

Ya casi era la hora de cenar, Milk, como era usual, iba a cocinar bastante para sus amigos, lamentablemente el pequeño Dende no gustaba de nada que ella cocinarse, solo tomaba agua. Así que la hermosa chica de larga cabellera azabache salió por un poco de agua de Namek, su ardua preparación para ser la esposa ideal de Goku había rendido sus frutos en una mujer sumamente amable y servicial, además de una poderosa guerrera.
Estaba preparándose para emprender el vuelo cuando sintió un ki cercano, lo buscó con la mirada y ahí lo vió. Se trataba de un apuesto hombre, alto y fornido, su mirada era muy inocente y a su vez misteriosa. Pero tan pronto como apareció, se desvaneció en el aire. Le recordaba tanto a su querido Goku, hasta que cayó en la cuenta que el peinado era el mismo.

—¡BULMAAAAA, BULMAAAAAA!— Entraba Milk corriendo a la casa, entre alterada y emocionada. —¿Qué sucede?.— Decía Bulma extrañada, —¡Lo ví, lo ví!—La joven guerrera apenas tenía aliento. —¿A quien viste?— Lazuli se acercaba a sus amigas, se estaban asustando todos. —¡¿Acaso es Freezer?!.— Krillin preguntaba con nerviosismo.—¡Nooooooo! ¡Ví a Goku!.— Los terrícolas quedaron anonadados.

—Milk, no creo que lo hayas visto.— Bulma bajaba la mirada y su tono era bajo, —¿Sabes la probabilidad de que esté Goku precisamente en este planeta?.— La peli azul cambió su expresión a preocupación, ella misma tenía visiones de Vegeta, esas de las que ya no hablaba tiempo atrás y era un sentimiento horrible el solo pensar que su amiga empezaría a sufrir de alucinaciones . Toda esta situación la hacía entristecer aún más por Milk, el dolor que podría estar sintiendo su amiga debería ser terrible, ella lo vivía todos los días en carne propia.