Cazador cazado

84 8 5
                                    

—Ja ja, el cazador cazado, no tienes mucho que demostrar.—Lazuli se burlaba de Vegeta, pues aunque el Ki del guerrero era poderoso, ella tenía aún más poder. —No me hagas reír bonita. Te aprovechas de que soy un caballero y soy incapaz de golpear a una dama.—Vegeta se limpiaba el hilo de sangre que salía de su boca y se incorporaba lentamente, se sacudía el polvo de su ropa, su técnica de seducción había puesto en una situación por lo menos embarazosa a la mujer, quizás... podía engañarla de nuevo. —Hmp, ¿Caballero?... p .. jajaja... ¿tu un caballero?.— La ojiazul reía en burla pero al observar la actitud del príncipe hacía su persona, comenzó a sentirse nerviosa.

—Tiene mucha razón señorita.— Vegeta camino con toda tranquilidad hacia la rubia, —Me presentó, soy el príncipe Vegeta.— hizo una reverencia, tomó su mano y la besó. Lazuli sentía sus piernas temblar, en toda su vida pasaba de ser una huérfana rechazada a una maleante, los príncipes azules como el que tenía enfrente eran únicamente cuentos de hadas. —¿D .. de verdad eres un príncipe?.— Una media sonrisa se dibujaba en el rostro de Vegeta y la joven perdía su modo de defensa, la barrera invisible a su alrededor se quebraba cual cascarón y se rendía ante el único hombre sexy que se había portado caballeroso con ella. Su rostro no podía estar más ruborizado y su piel se peleaba por el sudor de los nervios.

Radditz, Goku y Nappa aterrizaban en el lugar. —¡Príncipe Vegeta! ¡Necesitamos hablaaaaar!.— Nappa gritaba y corría hacia Vegeta, mientras 18 se quedaba helada. —S...si eres un príncipe.— Vegera miró fijamente a la joven. —un caballero no debería dejar a tan hermosa dama en estas condiciones, pero ahora me necesitan así que.— Vegeta sonrió. —Me retiró señorita. La veo pronto.— Vegeta se daba la vuelta y se reunía con su soldados mientras a 18 se le vencían las piernas y caía de rodillas. —Un príncipe.—

—¡Vámonos idiotas!.—Vegeta hablaba entre dientes apañas para ser audible únicamente para sus saiyajin. —Vegeta... ¿Quien es ella? ... — Nappa fruncía el ceño y cruzaba los brazos olvidando completamente que tenía que avisar a Vegeta que tenía confirmación de la llegada de Freezer, en ese momento su prioridad cambiaba hacia Vegeta ya que un saiyajin de su clase no debería estar hablando con una mujer cualquiera. —¡Y yo que se! Iba a buscar las esferas, me alcanzó y me golpeó, sea quien sea tiene un poder de pelea impresionante. No se con que clase de patanes trate, pero se aprovechó de que no la golpearía.— Vegeta de quejaba un poco por haber sido golpeado sin posibilidad a pelear ya que se trataba de una chica. Entonces Nappa sonrió. —Si fue capaz de golpearte entonces es una buena opción. Si es humana es una raza viable.— El grandulón aprobaba a la rubia para Vegeta. —¡¿Queeeee?! ¡Vegeta! ¿Por qué siempre te quedas con las más bonitas?.— Radditz se quejaba pues la rubia había llamado su atención.

—¡No te metas Radditz!... ademas tú ya tienes prometida, la princesa de Aryan ¿recuerdas?.— Nappa se burlaba del señor pelucas puesto que al llegar a dicho planeta para conquistarlo, terminó separando a la princesa de su amor y comprometiéndose. —¡¿Queeeeeee?! ¿Esa cucaracha? ¡De ninguna manera, antes muerto!.— El Saiyajin de gran cabellera se ofendía mientras los demás reían. —Jajajaja, ya te decía que destruyeramos ese planeta y tu.. ¡Ay no pobrecitos!—Goku se burlaba de su hermano y Nappa y Vegeta le dedicaban media sonrisa al ver el saiyajin sanguinario ya impuesto en Goku. Todos emprendían el vuelo a buscar las esferas. —Deberíamos ir a donde hay poblaciones Namek, pero es raro estoy detectando menos Ki activos, puede que no me concentre bien.— Nappa sonaba preocupado, además no lograba recordar que tenía que decirle a Vegeta, era algo importantente. —No estás mal, ¡estan masacrándolos!, tenemos que apresurarnos, entupidos terrícolas, el Parriarca les dió su permiso y lo que hacen.— Vegeta confirmaba que los Namek se estaban muriendo y se enfurecía al pensar que eran los humanos destruyendo todo como era su costumbre, entonces Nappa recordó. —Vegeta, creo que no son los terrícolas, tuve confirmación visual de que los hombres de Freezer están aquí... y Freezer...— entonces Vegeta enfurecía más —¡MALDICION! ¡Eso si era importante, no jugar al casamentero!.— Vegeta apresuraba el vuelo para buscar las esferas y los demás también aumentaban su velocidad.

Un amor de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora