18. ARMAS ENGAÑOSAS.

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Alek

Tantos berkserks a mi cuidado, tantos bárbaros a mi alrededor y termino siendo salvado por mi guerrera amazona, una sonrisa se dibuja en mi rostro de solo verla en cada entrenamiento, su dedicación y fortaleza la están convirtiendo poco a poco en un arma letal, estoy como un adolescente todo el tiempo excitado viendo su forma de pelear y de manejar armas.

Como ahora mismo que está en el campo de entrenamiento de tiro al blanco con valko y su postura y seguridad me la ponen dura, desde la ventana de mi oficina trago en seco al imaginarla en mi cama desnuda y abierta de piernas para mí.

— alek...¡Alek! —  grita Yura mientras sigo absorto en su belleza — ¿Que tanto miras? — se acerca para pararse a mi lado el metiche.

—  no te importa —  respondo sin quitar los ojos de mi hermosa esclava, pienso en la ironía de mis palabras porque ya no quiero usar ese apelativo con ella.

— ¡es hermosa! —  espeta con coqueteo y no puedo evitar fulminarlo con la mirada — deberías marcarla para que nadie más la mire — habla con sarcasmo.

—  ¿porque aria eso?, no es mi mujer — respondo con molestia, aunque me encantaría hacerlo, pero eso solo la pondría en la mira de todos los clanes enemigos empezando por Emil quien ya me dio a saber, que ella le gusta. Lo hizo desde el primer día que la vio.

— bueno, de todas maneras creo que la que te va a marcar es ella — suelta una carcajada — esa mujer es dominante y fuerte, no va a esperar a que tú lo hagas.

Lo miro entrecerrando mis ojos, ¿Porque Yura me está hablando como si fuéramos Tamar y yo una pareja?.

— no se de qué hablas ella solo es mi esclava y así será siempre — recalco mis palabras — ya sabes que no pienso tener mujer y mucho menos esposa, como tampoco hijos.

Es algo que tengo claro porque yo no soportaría perder a alguien que amo y con lo que pasó con Kira siento que no soy lo suficientemente fuerte y animal para cuidar a las personas que amo.

— yo que tú, ni hablaría tanto — sigue con el tema, el intenso — si la dejas pasar muy pronto tendrá a miles a sus pies y no hablo de bárbaros y berkserks, esa mujer está hecha para líderes.

Claro que está hecha para líderes, como por ejemplo para mí que soy el pakhan de la bratva.

— es mi esclava y nadie me la va a quitar así tenga que matarlos a todos — respondo con molestia — que todos sepan que mi esclava personal es solo mía.

La carcajada de Yura empieza a ponerme de mal humor, ¿De que mierda se ríe?.

— ¿que diferencia hay entre marcarla y hacerle saber a todos quiénes tu esclava y que es intocable?, — alza una ceja con diversión — no te das cuenta que es lo mismo, pero con otro nombre, (esclava, mujer, mercancía), ya dijiste  que es tuya y que vas a quemar el mundo si la tocan.

Lo miro mal porque tiene toda la maldita razón. Siendo esclava, mercancía, un ente sin apelativo alguno seguira siendo intocable para cualquiera y de eso estoy más seguro después de ver el reloj en mi mano el mismo día que desperté del coma.

No se cuándo lo puso en mi muñeca, solo se que un gran sentimiento de culpa se apoderó de mí cuando lo vi, ( el regalo era para mi) y yo me porte como un maldito animal pero es que no conozco otra manera de expresar mis sentimientos, no tuve una adolescencia normal en la cual tuviera novias y aprendiera con el tiempo a como debo comportarme con una mujer como tamar.

— tienes razón — miro con advertencia a Yura — por ahora ya sabes que para ti está totalmente prohibido siquiera mirarla,  informa a los berkserks y lo mismo a  los bárbaros.

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