Tamar
El golpeteo de la puerta me despierta, llevo dos días durmiendo sola ya que el pakhan tuvo que viajar con Yura y laika y no me llevo porque según el, "es peligroso".
«no se que bicho le pico»
El hecho de que ya sea una mujer de la mafia roja lo tiene desbocado y me posee cada dos por tres, no voy a decir que me molesta porque estaría siendo hipócrita, amo que lo haga y siempre estoy dispuesta y con ganas de más.
— pase — me siento rara desde que deje de ser esclava tanto hombres como mujeres me tratan diferente y eso no me agrada.
— señorita, su desayuno — habla Indira — ¿quiere que le traiga algo más?.
— no gracias, solo una cosa — me pongo de pie, tengo hambre y voy a desayunar. — no me digas señorita, dime Tamar.
— creo que no puedo hacer eso, usted ya es un miembro y debemos tratarla con respeto — insiste con sus formalidades.
— Indira, sigo siendo yo... Tamar nada ha cambiado — mi tono de voz sale de manera amigable para que me vean como siempre lo han hecho.
Ella calla con la llegada del hombre que entra, su porte impone y entra como si estuviera desesperado, me toma de la nuca y me besa como si estuviera sediento y yo fuera la fuente que puede saciarlo, en cuanto deja mis labios concentra su mirada en Indira que parece que estuviera viendo una película de terror erótica.
—Puedes traerme el desayuno también por favor — pide el pakhan a Indira que mira asustada el beso que acaba de darme
— si señor como ordene — camina hacia la puerta con la mirada en el piso.
— creo que también quiere un beso — bromeó — lástima que seas mío.
Su sonrisa me deja saber que le gusta lo que digo.
— ¿Soy tuyo? — acaricia mi rostro
— si, lo eres, — espero que no lo niegue o peor aún que no me mande al manicomio por loca.
— claro que sí, y tú eres mía — me besa de nuevo.
El olor de su loción es tan delicioso y el reloj en su gran mano es como un afrodisíaco que despierta mi libido en menos de dos segundos.
— no me mires así porque voy a querer poseerte y debemos comer nos están esperando para iniciar el plan.
Indira llega con el desayuno y el pakhan me sienta en sus piernas para comer los dos, al mismo tiempo que sus rasposas manos se pasean por mis largos muslos.
— tienes una hermosa piel — ronronea exitado
Yo sigo comiendo y permitiendo que el me manosee como se le dé su gana.
— si sigues tocandome así no vamos a empezar ningún plan — trato de detenerlo, se que si empezamos vamos a pasar horas entre gemidos y orgasmos.
Sonríe y quita el broche de mi sostén para adueñarse de mis pechos mientras yo termino de comer.
— ¿Ya terminaste? — habla mientras pasa su lengua por mis pezones.
Mis bellos están en punta y mi entrepierna palpita pidiendo ser invadida por su enorme verga.
— ya terminé — hablo entre gemidos
— vamos a bañarnos — sigue con su lengua sobre mis pechos, yo soy el pakhan y me tienen que esperar el tiempo que se me de la puta gana, y adivina qué? — me mira con lascivia — me apetece un polvo mañanero con mi mujer.
ESTÁS LEYENDO
SIN PUDOR
AcakLilith y Tamar son dos adolescentes que no tienen la mejor relación con sus padres, deciden huir de casa para disfrutar de su último paseo con sus amigos, pero ahí todo cambiará, y sus vidas daran giros que las llenara de dolor sexo y lágrimas. Est...