19. TATOO

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Tamar

Estoy sumida en un mundo donde me siento por primera vez en mi vida real, acá puedo ser como en realidad soy sin tener que parecer niña buena, tengo claro que soy un demonio más al  que le gusta arder en las llamas que me quema la piel, esas llamas que tienen nombre propio y cuyos ojos me están mirando en este momento como si yo fuera lo más hermoso sobre la tierra.

El pakhan desde que supo que Arón, "mi padre" quiere llevarme está poseído por el deseo, me ha hecho suya en cada rincón de su habitación y ahora está metido entre mis piernas mientras yo lo miro llena de deseo y lujuria.

— aaaaggg — no puedo evitar gemir cuando su lengua hace maravillas en mi sexo — siiii alek.

Su nombre en mi boca parece que lo calienta más porque arremolina su lengua de una forma que siento que voy a explotar o morir de un infarto, siento que el aire se me estanca en el pecho y una sensación de satisfacción se adueña de mi ser, es el cuarto orgasmo que me regala hoy y estoy hecha un títere que mueve como le place.

— volteate — ordena preso del deseo con su mirada turbia

Me gira contra el vidrio del baño y me penetra de una sola estocada haciéndome sentir llena y gustosa de tenerlo así, lleno de la misma lujuria que yo cargo cada que lo tengo cerca y agradezco que ya no tenga peleas moralistas consigo mismo, ya no le importa mi edad, solo se deja llevar por el mismo deseo, la misma hambre que yo le tengo y que no veo que disminuya, al contrario entre más me toma y me hace suya más quiero de el, de sus besos y de su cuerpo. (Me estoy haciendo adicta a su cuerpo y no me pesa). Soy como un alcohólico sediento de el, sus besos son el licor que embriaga mi cuerpo y nubla mi mente.

— me encantas tamar — me empotra con fuerza entrando y saliendo de mi — eres mi reina.

Sus palabras están cargadas de placer, en medio de jadeos me ha dicho tantas cosas que no se si el se entere del impacto que generan en mi pero yo estoy perdida, enamorada hasta la médula del jefe de la mafia rusa.

— primero muerto antes de dejar que te alejes de mi — jadea a mi oído mientras hace que llegue a mi orgasmo de nuevo — eres mia.

Me llena de su esencia y yo quedo perdida en sus palabras, me gira y me besa con tanta pasión y posesividad que quiero más, pero creo que si seguimos así follando como conejos vamos a morir, «aunque sería una hermosa muerte». Deberían de darme el premio a la puta del año.

Las manos del pakhan en mi cuerpo frotando mi cuerpo de manera suave y delicada con la esponja me saca de mis pensamientos, sus manos en mi cabello aplicando shampoo son mágicas y ya me estoy acostumbrando a que me bañé cada día después de un buen polvo.

Terminamos de bañarnos y nos vestimos para salir a la reunión que tenemos con los berkserks y los hermanos, sin embargo se que alek quiere saber de Arón, he aprendido a leer sus gestos y su forma de mirarme cuando quiere saber algo.

— ¿Sabias que es un mafioso? — me mira mientras se cierra los botones de la camisa — Arón.

No entiendo de qué habla y mi rostro le da la respuesta que necesita.

— no lo sabías — se acerca a mi y me besa — no quiero ser imprudente pero... Tengo curiosidad de cómo fue tu niñez con el.

Los recuerdos me llegan y aunque he aprendido a ser más fuerte de lo que imaginé, he descubierto que suelo llorar muy fácilmente por enojo más no por tristeza o dolor, mis ojos se llenan de lágrima por la rabia que siento al rememorar sus "castigos".

— nunca estaba en casa — respondo con desanimo — había semanas que no lo veía, nunca supimos en que trabajaba — no miento, jamás pensábamos en eso, no nos importaba y lo que más queríamos era que un día no volviera — y cuando llegaba nos escondiamos lo que más podíamos para no verlo.

SIN PUDOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora