8 ALIANZAS

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Lilith

Hay situaciones que ponen nuestra vida de cabeza. hace solo tres meses era una estudiante de secundaria en un colegio de la ciudad de new York, mis planes eran simples, ir a la universidad con mi hermana y trabajar para alejarme de mis padres adoptivos, pero ahora estoy limpiando los zapatos de no sé quién y lavando los trajes de los hombres que me miran con morbo, "esclava" ese es el apelativo que tengo en este momento al igual que mi hermana y mi mejor amiga Mila.

- muévete esclava - grita uno de los bárbaros - ¿o quieres que te haga mover? - su rostro dibuja una sonrisa vulgar y depravada

Mi cuerpo se estremece de solo imaginar a que se refiere, no soy tan tonta como parezco se muy bien que su indirecta grita una sola cosa « sexo» y no... No quiero que mi primera vez sea porque me violen, trato de ponerme de pie para salir corriendo pero alguien se acerca...

- ¡déjala! - es zaria - es pura y no vas a querer que el pakhan te castigue por tocar una esclava que no ha sido usada, o si?, Es más... Sabes muy bien que las esclavas son intocables.

La fulmina con la mirada y sale dejándonos solas, ella es dura pero en el fondo tiene un corazón noble, lo he notado en la forma como evita que las esclavas sean violentadas por los hombres de la mafiya.

- no tardes ahí Lilith debemos tener la cena lista y los cuartos de huéspedes listos, la familia kovalenko tendrá una reunión y son más de 20 - se agacha buscando mis ojos - y trata de no quedarte sola con ningún hombre y mucho menos los familiares del amo, una cosa son los hermanos y otra muy diferente los primos y tíos.

Asiento y no puedo evitar estremecerme con sus palabras, no quiero sufrir torturas o abusos de nadie, me preocupa Tamar esa loca no se le queda callada a nadie y aún no entiendo como el pakhan no la ha asesinado, ha sido grosera y desobediente y vivo con la zozobra de que en cualquier momento me digan que murió o desapareció.

- ¿te falta mucho? - uno de los hombres grandes con aspecto vikingo llega - no debes estar mucho tiempo en el cuartel de los bárbaros

Su ronca voz es potente pero no tosca ni grosera, es calmado y siempre está con el hermano menor.

- ya terminé - me pongo de pie y esbozo una sonrisa - ya me voy zaria me necesita

Asiente y se hace a un lado para que pueda salir, sin embargo mis pasos me detienen cuando me toma de la muñeca y se dobla para llegar a mi altura.

- eres solo una niña - suspira - trata de no estar sola y búscame si te sientes en peligro, yo soy valko, te protegeré

- porque? - siento curiosidad - no soy más que una esclava

- solo... Me recuerdas a alguien - me suelta - alguien a quien no pude proteger

Asiento y sus ojos me demuestran que no quiere hablar más por lo que me alejo y susurró un gracias, no siento que haya algún tipo de interés romántico, su aspecto es de un hombre que tiene por lo menos 40 años y no es irrespetuoso, nunca lo he visto mirar con deseo a ninguna esclava y no se porque pero me inspira confianza, algo tonto sabiendo que hace y en dónde está pero es que en este mundo donde estamos nada es "normal"

- ¡Lilith! - me llama Tamar - hermana ven tenemos que limpiar los cuartos de los hermanos, van a venir no sé quién y todo debe estar súper limpio - corre agarrando mi mano - no te quedes sola.

Porque todos me dicen que no me quedé sola, ¿que soy? un pequeño animal incapaz de defenderse, «pensándolo bien creo que si»

- tú tampoco debes quedarte sola, ya me dijeron que los familiares que vienen son malos - la regaño - así que portate bien Tamar, eres como el angry bird que explota... - trato de recordar el nombre - bomb

SIN PUDOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora