Un par de movimientos ajenos bajo las mantas lo obligaron a abrir los ojos por instinto, nada parecía muy fuera de lo "Normal" esos días así que por un momento pensó que tal vez lo había soñando.. cosa que descartó cuando sintió un pequeño bulto moviéndose a la altura de su vientre, por lo que movió la manta con la que se cubría y al enfocar la vista acabó dando un brinco para alejarse un poco asustado.
—No te va a matar, solo dale calor. —La gran mano del soviético de tono neutral tomó del lomo al pequeño cachorro peludo para dejarlo sobre en el espacio entre el estómago ajeno y las piernas flexionadas de este sin soltar su libro en la diestra—.
—..Pero.. eso es un lobo.. —Dritte tragó en seco mirando al muy pequeño animal intentando acurrucarse bajo su suéter mientras lloraba bajo pareciendo buscar algo que claramente él no tenía, así que intentó con algo de nerviosismo acunarlo entre sus brazos—.
—Ajá —El de ojo hielo resaltó lo obvio sin darle mucha importancia, detestaba los lobos pero cuando vio a esa bola de pelos salir de entre las patas de su madre agonizante pensó que tal vez podría darle algo de utilidad— La madre cayó en mi trampa y al padre le disparé, así que no tengo problema en devolverlo afuera o usarlo de carnada para oso si es que no te interesa atenderlo.
—No, yo.. yo me encargo.. —Por instinto el menor se aferró al cachorro intentando protegerlo con su cuerpo de ese cruel destino, este parecía tranquilo así que con cuidado volvió a acostarse para dejarlo sobre su pecho y cubrirlo con la manta, se veía tan delicado y soñoliento que no se parecía en nada a las bestias que lo atacaron hace una semana—.
—Entonces hay leche en la cocina, no intentes darle carne cruda aún o lo arruinaras —Se limitó a finalizar volviendo a su lectura, pero antes tomándose un momento para ver al de esmeraldas entretenido acariciando al canino aunque quedándose dormido poco a poco debido a que aún era muy temprano—.
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—Shh.. bebe más despacio —El germano le murmuró al lobito, intentando alimentarlo con leche tibia usando una cuchara pues solo eso encontró útil, pero cumplía su deber medianamente bien pues el pequeño estaba comiendo y eso lo mantendría vivo— Grisha.. Du bist so süß..
(Eres tan dulce..)
—Que rápido te encariñaste. —La voz del mayor se oyó saliendo del baño, ya vestido luego de haberse dado una ducha al volver de revisar sus demás trampas colocadas en los alrededores de la cabaña—.
—Es solo un cachorro, pequeño como un bebé indefenso.. —Observó al aludido relamerse las gotas de leche en su pequeño hocico y le dio una caricia entre las orejas sin poder evitar sonreír un poco, parecía un peluche con bonitos ojos celeste—.
—Hm, supongo que al menos con la bola de pelos dejarás de mirar a la nada durante horas —URSS alzó los hombros mientras secaba su cabello con una toalla más pequeña que la que había usado antes, cuando el otro hacía eso no tenía idea de si aún respiraba o no—.
—........Intento.. recordar algo que "Vi" mientras estaba muerto, parecía ser una discusión.. entre ambos, creo que era el mismo lugar de donde salí la primera vez... —Se decidió el rubio a comentar con duda para así tal vez obtener una respuesta más detallada sobre ese momento aunque fuese algo chocante oír nuevamente sobre cómo fue asesinado— ¿Podrías.. decirme qué pasó?
—..Tuviste el descaro de venir a buscarme para intentar matarme, pero luego de perder la pelea huiste como un cobarde, te alcancé y volvimos a pelear hasta que te quité tu arma cuando estabas en el suelo. —A medida que el más alto hablaba mirando su reflejo en un espejo cercano, rememoraba ese día que podía recordar con detalle, todas las cosas que se habían gritado durante el forcejeo hasta finalizar en el cadáver del de esvástica mirándolo con ojos apagados y una bala en el centro de su pecho— Seguías insistiendo en que "Todo era mi culpa" y quejándote sobre Berlín, ni siquiera entendí por qué si todo tu territorio ya casi era escombros para ese momento.
—¿Berlín?.. no lo sé.. —Reich se encogió soltando al cachorro para que se acurrucara entre las mantas, le molestaba no recordar nada.. pero en ocasiones pensaba por un momento que así estaba mejor, porque no podría vivir tranquilo con la culpabilidad de saber si realmente había enviado un bombardero a intentar matar a los niños soviéticos—.
—Tal vez solo haya sido por tu maldito ego destruido, después de todo habías conquistado la mitad de Europa y luego el suelo bajo tus pies ya no te pertenecía. —El de parche miró al alemán a través del reflejo pero este no pareció reaccionar más que para hundirse un poco entre las mantas con expresión incómoda—.
—..Sowjet... —El escarlata negó despacio mientras desviaba la mirada hacia el suelo alfombrado, pidiéndole en silencio que se detuviera, cosa que pareció funcionar pues el mencionado no dijo nada más y simplemente giró para ir a su pequeña oficina—.