Einunddreißig.

1.5K 182 26
                                    

—Él no lo sabe.. llevábamos peleados mucho tiempo sin dirigirnos la palabra, ya tenía pensado irme de allí pero cuando llegaron las cartas.. yo solo tomé todo lo que pude y salí.. —Dritte suspiró profundamente para evitar el picor en sus ojos que terminaría en lágrimas, no había derramado ni una sola desde que se enteró y tampoco quería hacerlo ahora—.

—Eso fue demasiado peligroso, los bosques rusos en invi.. —El de gafas que bebía té dejó rápidamente su taza sobre la mesita de centro cuando el más bajo comenzó a toser y vio su mano mancharse de sangre, se levantó de un salto y se acercó nervioso intentando ayudarlo— ¡¿Estás bien?!, por favor respira despacio.

—..Ya se había tardado.. —Se limitó a murmurar limpiándose la palma derecha con una servilleta de papel, algo incómodo por la sensación en su garganta pero con algunos sorbos de su té con miel se le pararía rápido, aunque la molestia en su pecho le pedía descansar ya—.

—¿Esto a ocurrido antes?, Dios mío, puede afectar mucho a tu bebé —El de esmeraldas cubiertas por cristal lo miró asustado, era una situación demasiado delicada que debía tratarse inmediatamente o terminaría en desgracia y sentía que el otro ya había tenido demasiado como para perder un hijo más de esa manera— Necesito llamar a Suiza ya mismo, sé que no dirá nada.

—No lo he visto desde que me ayudó a alumbrar a Berlín, no sé si quiera volver a ayudarme.. —Respondió el de esvástica acomodándose en el sofá para acariciar su vientre, sentía a su pequeño removerse incómodo así que intentó calmarse para que este lo hiciera también, luego revisaría el estado de su cicatriz para saber qué tanto se había expandido esta vez—.

—Me debe un favor, así que tendrá que venir quiera o no, no pienso dejar que la vida de un bebé corra peligro. —No tendría por qué.. pero Alemania sentía un cargo de conciencia por lo que le había pasado a esa niña que en la actualidad podría haber sido apenas cinco años mayor que él, así que no iba a dejar que nada le pasara a este bebé sin importarle que tenía nada que ver en su vida—.

•    •    •

—Черт, этот несчастный сукин сын..! —El eslavo gritó furioso saliendo hasta la sala en donde pateó un sofá que se deslizó hasta uno de los estantes tirando algunas cosas sobre este que se rompieron al impactar contra el suelo—.

(¡Maldita sea, ese desgraciado hijo de..!)

Cuando entró a su oficina notó con extrañeza de que su reloj del escritorio no estaba y tras una revisión más detallada de sus cosas cayó en cuenta de que faltaban siete relojes de muñeca, un juego de cubiertos de plata que eran de su padre y su arma que estaba guardada en uno de los cajones, el maldito Nazi le había robado antes de largarse. Apretó los puños y resopló intentando calmarse pues ya nada lograba enojándose, lo más probable sería que alguien notase su identidad y lo acabaran atrapando los Aliados para hacerlo pagar por sus crímenes de guerra como debía.

Tomó la escoba y barrió las partes de los adornos de cerámica despedazada en que terminaron los ceniceros que le había obsequiado China una década atrás, pero realmente no le importó mucho su pérdida, aunque unos papeles saliendo de debajo del estante llamaron su atención por lo que los recogió y se quedó inclinado mientras miraba las fechas para así ordenar la cronología. Luego entendió porqué eran tan viejos.. el mundo se le vino encima desde la primera y acabó por desmoronarse con la cuarta.

Había tenido una hija... y la asesinó sin tener idea.

━━━━━ • ⸙ • ━━━━━

—Me temo que no puedo dejarte partir a Baviera, debes ser revisado y atendido —El de piel amarilla se colocó al pie de la escalera apenas oyó pasos lentos en el segundo nivel, un par de horas antes había pedido que trasladaran su papeleo a casa por lo que estaría allí vigilando que el aludido no saliera—.

—...Normalmente discutiría mi libertad, pero me siento cansado así que solo volveré a dormir. —Reich suspiró tras responder al llegar hasta el último escalón, había tenido pesadillas y no se sentía de ánimo pero de igual manera se levantó porque había dicho antes que solo se quedaría una noche—.

—Hice avena con frutas y jugo, por favor procura comer todo, la alimentación balanceada es importante durante el embarazo y sobre todo cuando es de riesgo —Colocando una mano sobre el codo derecho ajeno condujo al más bajo hacia la mesa del comedor en donde lo mencionado estaba servido y se sentó en una silla relativamente cercana para continuar con su trabajo—.

—Parece que alguien estuvo leyendo guías... podrías ser un buen padre en el futuro, espero que queden countrys decentes en esta época —El de esvástica alzó un poco las cejas, por un momento disfrutó sentirse mimado como en antaño así que comenzó a comer sin protesta pues tenía hambre y ahora debía comer por dos—.

—Mi labor no me deja tiempo para ocuparme de una pareja y menos de una familia, así que sólo seremos mis canarios y yo, no tengo problema con eso —Alemania en ocasiones solía sentirse solo pero sus aves podían llenar ese vacío con su precioso canto, era una nación recientemente unificada por lo que tenía muchas cosas supervisar para garantizar su prosperidad—.

—Los pajarracos son bonitos, de niño tenía un halcón que siempre me traía conejos, aunque el personal de cocina mostraba más entusiasmo por eso que yo pero igual era entretenido —Se permitió sonreír de lado mostrando parte de sus afilados colmillos que caracterizaban a toda la línea germana desde la antigüedad, uno de sus rasgos de orgullo eran sus intimidantes dientes—.

Rebirthing [T.R × URSS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora