Шестнадцать.

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—Bring ihn aus Polen raus! —Gritó el de gafas intentando sostener a su amigo en lo que con su otra mano trataba de marcar distancia con el fascista salvaje—.

(¡Aléjelo de Polonia!)

—No es él quién está metido en territorio ajeno faltando el respeto, les dije que no le pusieran un dedo encima a mi perro. —URSS gruñó virando el ojo, era obvio que el escarlata saltaría en defensa de su mascota si la trataban de esa manera además de que no le duraría mucho la calma teniendo a esos dos dentro de la cabaña—.

—Puść mnie, pieprzony nazistowskie! —El bicolor forcejeó para que el aludido le soltara el cabello pues sentía como si en algún momento se lo fuese a arrancar—.

(¡Suéltame, Nazi de mierda!)

—¡Solo cuando hayas dejado de respirar, alimaña bastarda! —Dritte mostró sus afilados dientes de manera amenazante como si fuese el mismísimo lobo a cargo del cachorrito quejumbroso que se refugiaba tras las botas del carmesí a unos pasos de distancia—.

—No vayas a matarlo aún, sino vendrán a cobrarme. —Bufó el mayor tomándolo de un brazo para que se tranquilizara, no quería más sangre en su alfombra, sin contar de que los idiotas Aliados se aparecerían a joder—.

—¡Pero le pisó la pata a Grisha! —El de esvástica lo miró reclamando en espera a que por lo menos lo dejase vengarse si no lo iba a respaldar—.

—Es un lobo fuerte, mejor ve a buscar un hueso de ciervo para que se le olvide —Colocó su otra mano en el brazo restante ajeno y vio como el otro lentamente fue soltando su agarre del castaño, así que le dio un ligero empujón para que caminara a la cocina—.

—...No te librarás de mí luego, polaco asqueroso. —El mayor de esmeraldas refunfuñó entre dientes mirándolo de soslayo antes de girar e inclinarse para rebuscar en un cajón lleno de distintos tipos de huesos limpios—.

—Himmel. Wie kommt es, dass Sie ihn einfach so in Ihrem Haus haben können?, Er ist ein Kriegsverbrecher. —Alemania dejó que el otro Europeo descansara sentado en el suelo en lo que iba a hablar otra vez con el soviético—.

(Cielos. ¿Cómo es que puede tenerlo en su casa así como así?, Es un criminal de guerra.)

—Y todos los demás que participamos en estas, qué te importa. —Ignoró el de suéter oscuro alzando al lobito en brazos para llevarlo a la habitación a la que ya había entrado el fascista, no estaba de humor para tratar con esos dos intrusos—.

.   .   .

Podía sentir que todos en la cabaña estaban dormidos, pero compartir cama otra vez con el eslavo se había vuelto muy extraño a pesar de que mantenían la distancia por obvias razones.. pero aún así podía sentir su calor corporal y su ligera respiración tranquila al igual que la de Grisha que estaba acostado bajo su brazo buscando seguridad debido al tema de los extraños.

Pasó buena parte de la noche sobre pensando hasta que el sueño lo venció, sin notar que se acurrucó en dirección al de orbe hielo que dormía dándole la espalda, posiciones que fueron cambiando durante la noche hasta quedar cara a cara con el germano buscando por instinto sentirse cerca al mayor debido al frío y por antigua costumbre. Dritte hecho ovillo apoyaba su cabeza en el hombro ajeno arrullándose entre sueño con su ligero aroma a leña y té, siendo el azabache quien despertó primero notando al de esvástica, limitándose a observarlo en silencio.. Debido a que en las veces en que lo había visto dormir nunca cambiaba su expresión afligida como si algo lo mortificara en sueños, entonces comenzó a pensar en las palabras que le dijo apenas despertó esa vez.

No quería confiarse, pero tal vez el fascista no había sido el culpable de atacar su viejo hogar... aunque aún así era culpable de muchas otras cosas igual de malas desde el 44, pero todo lo que le dijo aquél día comenzaba a dejarlo intranquilo.

—Be.. Ber.. —Murmuró el de esmeraldas entre sueños, removiéndose y frunciendo un poco sus cejas al igual que sus labios temblorosos que seguían intentando terminar de vocalizar, sin embargo despertó de golpe mirando sus manos con agitación tensa— ¿Por qué.. por qué no puedo saber qué hay..?

URSS lo vio llorar en silencio, frotarse el rostro con frustración hasta pasados algunos minutos en que suspiró y se secó las lágrimas con la manga del suéter antes de ser notado, el europeo quedó en silencio sin saber qué decir aunque tampoco estaba de ánimo para una conversación.

—..¿Vas a hablar al respecto? —Se limitó a decir inicialmente, pero al ver que el otro parecía al borde del estrés de retención tuvo que irse por el lado del ego para conseguir información— No pueden verte débil cuando salgas.

—Yo no.. no lo sé, es solo una habitación blanca.. las cortinas se mueven con el viento y no me dejan ver a quien está en la cama.. —El rubio movió sus manos mientras intentaba explicar, la voz le temblaba y sentía un gran nudo en el pecho como si necesitara a toda costa dar con la pieza faltante para poder quedarse tranquilo—.

—Cuando uno se fuerza en recordar algo, peor lo olvida, mejor céntrate en desayunar. —El más alto desvió la mirada hacia la ventana parcialmente cubierta de nieve que dejaba ver en un extremo que el nivel afuera había aumentado significativamente—.

—No tengo hambre.. solo frío —Suspiró Reich hundiéndose se regreso entre las mantas, se sentía cansado por lo que no tenía mucha energía para salir de la cama, en un momento así no importaba que no fuese la suya debido a que sus mantas ya no estaban afuera y no quería dormir directo en la alfombra—.

—Entonces quédate ahí hasta que te dé la gana de comer algo —Se dio la vuelta el soviético dándole la espalda pues no tenía más que hacer y con los otros dos idiotas metidos en su casa menos ganas tenía de salir a verles la cara de imbéciles que tenían—.

Rebirthing [T.R × URSS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora