Rebirthing [T.R × URSS]

Тридцать.

Alemania miró con tensión al escarlata de pie en la entrada de su casa, al no haber querido una mansión con seguridad cualquiera podía llegar hasta su puerta, tal como el otro lo había hecho. Ni siquiera supo qué decirle pues al enviar las cartas no pensó que iría a buscarlo hasta el centro del territorio.. solo rezó internamente para que nadie lo hubiese visto o estaría en muchos problemas.

-No quiero ser una molestia, solo... necesito dónde dormir al menos esta noche sin que me pidan identificación por obvias razones.. -Intentó ser al menos un poco irónico pero ya estaba cansado por el viaje y algo nervioso, llevando instintivamente sus manos hasta su vientre para acunarlo como método de protección- No vendría a importunar, pero ya no puedo quedarme en cualquier lado..

-Por favor pasa, ¿Necesitas algo caliente o de comer? -El tricolor al notarlo inmediatamente se hizo a un lado con sorpresa, nunca se habría imaginado verlo en ese estado pero de estar allí pidiéndole asilo seguramente algo malo había ocurrido con el soviético- Tengo una habitación extra así que puedes quedarte en ella lo que necesites.

-No te preocupes, comí durante el camino, pero estaría agradecido si pudieses ponerle un plano con agua a Grisha.. -Dritte se encogió de hombros algo avergonzando, nunca había sido de los que podían pedir cosas tranquilamente en una casa ajena pero al menos el menor parecía no estar incómodo con su presencia-.

-Claro, por cierto.. ¿Mi sobre.. llegó?.. -Preguntó el más alto mirándolo nervioso, era información bastante sensible que no debía ser tomada a la ligera así que trató de tener todo el tacto posible-.

-..Sí.. yo.. agradezco que hayas tenido el gesto de informarme al respecto, para que ella no sea olvidada.. -Se removió un poco incómodo por el tema estando sentado en el sofá al que fue guiado pero debía afrontar el tema al final- Esa es la razón por la que decidí venir aquí primero, quisiera visitar mi vieja casa y tal vez.. saber dónde fue enterrada Berlín..

-Según tengo entendido esa propiedad la demolieron luego de la guerra para hacer una plaza, porque quedó en el lado soviético cuando se dividieron el territorio.. -Alemania entrelazó sus manos jugando con sus pulgares mientras hablaba, era una manía que tenía cuando se sentía tenso, - Pero descubrí que su sepulcro está en Baviera, cerca a Neuschwanstein.

-El castillo de mi familia.. -El mayor suspiró dando algunas palmadas suaves al lomo de su mascota que se acercó luego de beber agua, su presencia lo ayudaba mucho a mantenerse calmado y era una gran compañía- Tiene sentido, la llevé en su tercer cumpleaños y quedó encantada..

-Puedo llevarte hasta allá, es peligroso que andes solo en tu estado -Ofreció instantáneamente, dejando de lado cualquier prejuicio pasado, solo con saber todo lo que había pasado en su vida aparte de la guerra sentía la necesidad de ayudarlo al menos en algo incluso si no tenían parentesco sanguíneo-.

-No quiero importunar más, después de todo mi sola presencia ya podría ser un problema serio para ti si se enteran, no te preocupes -Reich era consciente del peso de su existencia así que solo iba a estar allí hasta la mañana y luego ya vería cómo llegar hasta Baviera antes del anochecer-.

-Entiendo... si no es molestia, ¿Puedo..? -El de piel amarilla señaló tímidamente al vientre ajeno a lo que recibió un asentimiento y pudo acercar su mano despacio sintiendo ligeros movimientos bajo el suéter que lo cubría, era algo increíble de presenciar- Nunca antes había visto un embarazo de country, Polonia y yo fuimos los últimos en nacer luego de la guerra y los demás ya pasan de los cien años.

-Durante mi infancia tampoco había muchos de mi edad, tal vez algunos asiáticos e islas que cambiaban de dominio y por lo tanto de representante -Suspiró evitando mencionar al hijo de Zarist para no terminar con los ojos llorosos, lo que hizo era demasiado para perdonar algún día.. incluso si no sabía de la existencia de su hija-.







Ha pasado una semana sin ti..

No hay día en el que no piense en acabar con mi vida para poder estar de nuevo a tu lado, pero Imperio me repite constantemente que debo vengarte.. así que envié todos los refuerzos posibles a Stalingrado para acabar de una vez con esos malditos comunistas, cariño mío te juro que Papá erradicará a todas esas pestes.

Te he hecho un hermoso lugar para que descanses cerca al castillo que te gustaba, he llenado el prado de flores para que no te sientas sola allí, pronto iré a visitarte y me quedaré a a hacerte compañía, los faroles siempre serán encendidos para que las sombras de la noche no te aterren mi pequeña princesa..

Iré a cantarte para que tengas dulces sueños y tus queridos tíos irán también a contarte sobre sus leyendas como te gustaba oír en las tardes, llevaré nuestro territorio a la gloria para que ningún niño alemán derrame una sola lágrima de tristeza, toda nuestra gente vivirá en paz como tú querías.

-Nos encontraremos pronto, con amor por siempre, Papá Dritte Reich.