—Ich habe dir bereits gesagt, nein, bitte hör auf, darauf zu bestehen —Resopló el tricolor intentando mantener la calma mientras firmaba documentos, pero ni siquiera había podido concentrarse decentemente y comenzaba a impacientarse realmente—.
(Ya te dije que no, por favor deja de insistir con lo mismo)
—Czy naprawdę zamierzasz ich tak zostawić?!, Ameryka musi o tym wiedzieć, żeby się tym zająć! —El polaco del otro lado continuó con lo mismo por tercera vez, desde que habían conseguido salir de territorio ruso el de piel amarilla había estado evitando que le diese aviso a los Aliados restantes—.
(¡¿En verdad los vas a dejar así como así?!, ¡América debe de saber esto para que se encargue!)
—Hören Sie mir gut zu, Polen, weder Sie noch ich, geschweige denn die Mächte, werden sich in dieses Thema einmischen, denn glauben Sie mir, es ist größer als Sie denken und es geht uns nichts an. —Alemania acabó por gruñir apretando su puño libre, cerrando los ojos con el ceño fruncido conteniéndose para no soltar alguna descortesía pero en verdad estaba ya bastante estresado con toda esa presión en adición a otras investigaciones que hacía por su cuenta para mantener el secreto—.
(Escúchame bien, Polonia, ni tú ni yo y menos las potencias nos vamos a meter en ese tema, porque créeme que es más grande de lo que piensas y no nos incumbe.)
—Nie mogę uwierzyć, że grozisz mi z powodu faszysty, co się z tobą dzieje Niemcy? —Se quejó golpeando su propio escritorio tirando un par de lápices, el más alto había hecho bien las cosas desde que tenían memoria y ahora se estaba dejando influenciar por dos criminales de guerra que deberían estar muertos—.
(No puedo creer que me estés amenazando por culpa de un fascista, ¿Qué te pasa Alemania?)
—Es liegt nicht nur am Dritte Reich oder der UdSSR, es steckt viel mehr hinter dem Krieg und darauf möchte ich nicht eingehen! —El de gafas acabó gritando un momento hasta respirar profundamente y terminar de hablar entre dientes tomándose el entrecejo con dos dedos para intentar relajarse— Vermeiden Sie es einfach, etwas zu Frankreich oder den Angelsachsen und vor allem zu Russland zu sagen, das ist alles, was ich verlange.
(¡No es solo por Dritte Reich o URSS, hay mucho más detrás de la guerra y no quiero meterme en eso! / Solo evita decirle algo a Francia o los anglosajones y sobre todo a Rusia, es lo único que pido.)
El rubio colgó la llamada y dejó caer el teléfono sobre la mesa para frotarse el rostro con estrés, no había podido dormir en toda la noche desde que vio todas las fotos en el cuarto y último sobre, que al parecer fue hecho después del desafortunado fallecimiento de "Berlín" bajo los escombros de su habitación en la mansión germana destruida por una bomba soviética enviada por este mismo según los datos en el papel. No podía cargar simplemente en su conciencia el rostro sonriente de una niñita de apenas tres años.. que además parecía haber sido también tricolor y con un extraño escudo en el rostro, pero sin duda fue una mezcla notoria de eslavo y germano.
Por momentos deseaba seguir con su vida normalmente como era antes y olvidarse de la existencia de los demás, pero el peso de la información en esas melancólicas cartas era más de lo que podía soportar incluso si de los implicados uno no sabía y el otro no recordaba.. sentía la necesidad de hacer algo por la memoria de esa inocente niña que perdió la vida por culpa de la guerra que jamás debió suceder.
• • •
El eslavo le dio otro sorbo a la botella de vodka que tenía en la mano, sentado en la alfombra frente a la chimenea teniendo al de ojos esmeraldas a una distancia relativamente cercana desde que regresaron de cortar aquel árbol y otras más debido a que si se quedaban calcinados no podrían volver a crecer nuevamente, no había mucho que hacer así que cuando menos se dio cuenta ya habían un par de botellas terminadas en medio de ellos.
—No creí que los troncos pesaran tanto, aún me duelen los brazos —Se quejó el de esvástica dejándose caer completamente al suelo mirando en dirección al mayor que bebía como si fuese una botella de agua mientras que él ya sentía los estragos del alcohol en su sistema—.
—Eso es porque no haces nada y te falta ejercicio —URSS habló con ligereza entre sorbos ya arrastrando un poco la voz y virando su ojo restante por cualquier cosa, pero mirando de reojo al germano cómodamente acostado de lado junto a él—.
—Tampoco es que haya mucho que hacer, solo me dejas tocar la televisión y algunas cosas de la cocina —Se levantó inmediatamente el rubio a defenderse con un tono ligeramente chillón debido a que el movimiento repentino lo hizo marearse más, pero acabó soltando una risa extraña— Seguro le tienes envidia a mi comida y por eso no quieres que te opaque cocinando.
—Lo alemanes ni siquiera tienen sazón, la mayoría de lo que hacen es fritura y salchichas de todo —El de ushanka soltó buscando joderlo un poco y así entretenerse un rato por lo menos antes de tener que recoger todo y darse una ducha pues estaba sucio por la ceniza al igual que su ropa—.
—Pero las salchichas son buenas, a mi me gustan las salchichas —Dritte lo tomó del suéter sin mucha fuerza para que lo oyera atentamente, la gastronomía de la que fue su nación era muy importante así que obviamente la iba a defender, aunque acabó muy cerca del rostro ajeno que lo miraba atentamente— Los alemanes siempre vamos a estar en la cima de todo.
Perdido en el alcohol y en la aún intensa mirada ajena el euroasiático ya no dijo más, solo viendo con atención las esmeraldas del menor que iba perdiendo fuerza en el agarre de su ropa mientras se inclinaba en su dirección, inconscientemente su diestra subió a la nuca del contrario y así lo acercó más hasta unir sus labios en un beso largo un poco desesperado.