Rebirthing [T.R × URSS]

Dreizehn.

La sensación fría del metal contra su frente lo hizo erizarse en el acto, con los ojos abiertos al tope mirando a las gemas esmeralda contrarias de quien le apuntaba con expresión nula.

Había estado preparándose el desayuno cuando vio una sombra entre los árboles a lo que desconfiado se acercó a la puerta seguido de Grisha para abrirla y saber qué clase de animal estaba rondando por si debían después tener precaución de salir en caso de que se tratara de un oso. Aunque fue sorprendido por un arma apuntándole.. empuñada nada menos que por el alemán menor que lo hizo retroceder, ni siquiera pudo fruncir el ceño cuando vio a Polonia entrar tras el de traje, estaba en desventaja sin ningún tipo de arma cerca y además usando ropa holgada sin zapatos sobre las alfombras que cubrían el suelo de toda la cabaña. Sin contar que el de parche aún dormía.

—Was machst du hier? —La voz del de piel amarilla salió de sus labios como el siseo de una víbora, su mano ni siquiera temblaba al sostener el arma sin seguro y con el dedo en el gatillo listo para volarle el cerebro si hacía un movimiento en falso— Antwort.

(¿Qué haces aquí? / Responde.)

—Aquí me quedo.. —Dritte respondió en ruso por instinto debido a que era el idioma que hablaba a diario desde hace casi ya dos semanas, su tono también fue bajo y su mirada contraída estaba clavada en las orbes ajenas que parecían no sentir nada en lo absoluto—.

—Wątpię, czy komunista pozwoli brudnemu hitlerowskiemu ciału pozostać w swoim domu, skąd pochodzisz? —El bicolor miró el lugar mientras hablaba, extrañamente nada se veía desordenado o salpicado con sangre pero había un animal salvaje asomándose tras el sofá cercano así que lo pateó con la punta de su bota para que se alejara—.

(Dudo que el comunista deje que un sucio cadáver nazi se hospede en su casa, ¿De dónde saliste?)

Inmediatamente el de esvástica gruñó al sentir el ligero llanto asustado de su cachorro que corrió a esconderse bajo las mantas en la esquina donde dormían, apenas pudo mostrar como amenaza sus afilados dientes un momento antes de caer al suelo por un fuerte puñetazo dado por el rubio más alto que no le dio tiempo de levantarse al darle una patada al estómago que lo hizo comenzar a toser. Estaba en desventaja siendo dos contra uno a los que intentó patear para alejarse pero el puntapié del polaco lo obligó a encogerse por el fuerte dolor en su pierna, los utensilios de la cocina estaban lejos como para defenderse con ellos, pero cuando creyó que lo matarían a golpes un par de manos carmesí lo tomaron con fuerza del suéter para alejarlo de los hostiles permitiéndoles recobrar la respiración con dificultad.

—¿Qué mierda haces en mi casa, mocoso? —URSS frunció el ceño usando su cuerpo erguido como un intermedio entre los foráneos y el germano mayor que seguía en el suelo intentando sentarse, no lo había visto bien por el apuro, pero pudo notar algo de sangre en su boca—.

—Er sagte, er wolle mit mir über etwas reden, aber sobald die Tür aufgeht und ich den Faschisten treffe, muss er uns nicht etwas erklären? —El de lentes mantuvo el arma en su mano, dándole una mirada indiscreta al escarlata pues se suponía que murió en 1945—.

(Dijo que quería hablar conmigo sobre algo, pero apenas se abre la puerta y me encuentro con el fascista, ¿No hay algo que tenga que explicarnos?)

—Cuida tu maldito tono conmigo, que yo no soy el imbécil americano. —Al parecer con todo el asunto de los lobos olvidó que había contactado a ese malcriado debido a su idea inicial de entregarle a Reich a cambio de una serie de favores, pero se le volvió a ir de la cabeza cuando vio de soslayo a este intentando acercarse al lobito que tembloroso cojeaba de una pata, al parecer también lo habían lastimado.. eso lo enojó— Y no le vuelvan a poner un puto dedo encima a mi perro.

—Nie wiem, czy dzika przyroda czy łata uszkodziły ci wzrok, ale to jeden brudny wilk. —Burlón el de ojos cafés alzó una ceja, le era cómico y patético que el soviético pasara de ser una de las dos grandes potencias mundiales a un viejo ermitaño y alcohólico de bosque—.

(No sé si la vida salvaje o el parche te hayan dañado la vista, pero eso es un mugroso lobo)

—Vuelve a decir otra palabra más y no te dejaré dientes para vocalizar una segunda. —La mirada gélida del eslavo se posó sobre el castaño que acabó cerrando la boca mirando a Alemania de lado, no era más que un cobarde escudándose detrás del otro que carraspeó esperando una respuesta al porqué de la llamada pasada— Planeaba negociar a cambio de mejores tratados de comercio para mis hijos, tampoco sé qué hace vivo, tiene lagunas mentales.

—Willst du ihn einfach so für einfache Verträge verkaufen?, Ich dachte, dass die Menschen deines ehemaligen geschmolzen sind und du viele unerledigte Geschäfte mit ihm zu erledigen hast. —Alemania afiló sus facciones para denotar su inmensa desconfianza sobre el asunto, ni siquiera tenía la certeza de si el Nazi no había estado todo el tiempo en ese territorio como prisionero o experimento hasta que se cansaron y decidieron ofertarlo—.

(¿Dispuesto a venderlo así nada más por simples tratados?, creí que los humanos de tu antiguo territorio y tú tenían muchos asuntos pendientes por saldar con él.)

—Tu estúpido tutor y sus allegados llenaron a Rusia de sanciones comerciales que le afectan la economía y por ende a sus hermanos. —Apretó los dientes con fastidio, si tan solo se hubiese acordado no tenía que estar dando malditas explicaciones a esos dos idiotas— Pero ese ya no es el punto, ya no voy a entregarlo, simplemente olvidé cancelar la reunión por un contratiempo así que ya se pueden largar.

—Nadal będziemy musieli wziąć tę sukę zombie, myślę, że Ameryka chciałaby jej użyć jako worka treningowego.. albo jako taniej prostytutki. —El bicolor envalentonado tras el de traje miró con burla al rubio más bajo que al fin se había levantado tomándose el estómago debido a los golpes que alcanzaron a darle antes de la interrupción—.

(Igual nos tendremos que llevar a la perra zombie, se me hace que a América le gustará usarlo como saco de boxeo.. o como prostituta barata.)

—¡Nazi, no! —El soviético intentó detenerlo apenas vio como se abalanzaba enfurecido contra el de ojos cafés que gritó queriendo apartarse de la bestia fascista que en apenas un segundo lo sujetó con fuerza del cuello—.