Десять.

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Otra mañana que despertaba, notando como últimamente, su cubeta llena de bayas.
Bayas que ni siquiera había recolectado él mismo, pues seguía temiendo de salir más allá del pórtico.. aún así tomó un puñado y compartió algunas con el cachorro que al finalizar lamió su mano, así que sonrió de manera ligera y se levantó con cuidado para encaminarse al baño, en el cual luego de mirarse un tiempo al espejo tras desvestirse notó que ya era tiempo de retirar las suturas que tenía aún puestas a pesar de haber muerto.. Al parecer su cuerpo solo curaba las heridas por más graves que fueran, pero conservaba adheridas las cosas ajenas a este.

Suspiró cubriéndose con una de las toallas, sentándose en el pequeño banquillo de madera tallada que había en el baño y luego murmurando el nombre del carmesí antes de llamarlo un poco más fuerte consiguiendo que su voz llegase hasta donde debía.

—¿Qué quieres?.. —El de ojo hielo habló tras la puerta, mirando de soslayo al pequeño lobo que estaba acostado junto a la puerta mordisqueando un hueso limpio de ciervo que le había entregado la noche anterior—.

—..Necesito que me ayudes con algo, solo eso. —Respondió frunciendo los labios de lado, quería vivir su vida aparte a pesar de compartir el mismo lugar, pero a veces no podía hacer todo solo por más que lo quisiera—.

—Más vale que sea impor... ¿Porqué diablos estás desnudo, qué planeas Nazi? —El euroasiático retrocedió un paso abriendo el ojo hasta el tope apenas visualizó el cuerpo ajeno cubierto únicamente por una toalla blanca que le dejaba al descubierto las piernas además gran parte del pecho y espalda... la última vez que lo había visto de esa manera fue en los últimos días de Abril en 1940—.

—No iba a hacer las cosas dos veces solo por unos minutos. Simplemente necesito que por favor cortes los puntos, no quiero lastimarme con la tijera por no verlos bien.. —Dritte dijo calmadamente, para él la desnudes de su cuerpo era algo sin importancia al estar frente a su ex pareja, debido a que recordaba todas las veces en las que habían intimado y aquello ya ni siquiera debía ser un tabú pues no tenía ninguna intención sexual con ello— Grisha, debes esperar afuera, los animales no pueden entrar a los baños..

Centró ahora su atención en el canino que se asomaba entre las botas del azabache que miró durante un momento la tijera metálica en el borde del lavabo, finalmente tomándola al igual que la cabeza ajena obligando al menor a ladearla para dejarle mejor visibilidad del lado derecho de su cráneo antes lastimado.
Al notar que no era con hostilidad, el de esmeraldas destensó su cuerpo rígido por el susto y se mantuvo tranquilo mientras sentía los dedos ajenos tanteando entre su cabello para encontrar todas las suturas que había hecho y así poder retirarlas luego de cortar, estuvieron en calmo silencio poco más de cinco minutos hasta que URSS se detuvo dejando la tijera donde estaba y salió de allí cerrando la puerta con normalidad. Ya solo.. el de esvástica posó una de sus manos donde había estado la ajena cuyo tacto aún sentía leve, suspiró cerrando los ojos un momento antes de levantarse a abrir la llave del agua caliente.

Dentro de su habitación el carmesí se dejó caer en la cama perfectamente tendida, frotándose el rostro con algo de estrés mientras rememoraba la suavidad del cabello dorado del europeo, su cuerpo delgado pero ya saludable y.. la cicatriz que había disminuido considerablemente hasta volver a ser del tamaño de la bala. No tenía explicación para ello o para el porqué sentía su corazón ir un poco más a prisa desde el momento en que lo vio de esa manera minutos atrás, pero ya no debía seguir pensando así que tomó su abrigo y salió a revisar el bosque con su rifle.. en busca de más lobos.

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El resto del día pasó igual que los anteriores con el rubio alimentando al cachorro de lobo mientras intentaba comer sus frutos ignorando al de hoz y martillo que lo vigilaba desde la barra, aunque esta vez luego del almuerzo Dritte se permitió acurrucarse en el sofá de dos plazas junto al que estaban sus mantas para ver la televisión un rato aunque los canales no variaban mucho.. hasta que encontró un noticiero, parecía ser una entrevista a un germano hablante.. un.. tricolor de cabellos dorados como el sol.

—¿Por qué.. por qué se.. —Comenzó a respirar agitado el fascista, anonadado de que aquél extraño fuese idéntico a él con la única diferencia de una gafas rectangulares y los colmillos menos filosos pero aún así era demasiado espeluznante y se alteró— ¡¿Sowjet?! ¡Sowjet!

—¡¿Qué sucede?! —El de ojo hielo salió de su oficina con una navaja en la mano derecha mirando alrededor, aunque lo único extraño era el escarlata gritando frente a la televisión como un maniático—.

—¡¿Por qué ese joven se parece a mi antes de Adolf?! —El más bajo tenía un pequeño ataque de pánico al respecto, era como si viese a su viejo reflejo actuar de manera monótona frente a una multitud de personas.. en lo que reconocía como el Reichstag—.

—..Porque es el guardián actual del que solía ser tu territorio, pero es una marioneta del idiota americano. —Resopló guardando el arma metálica en su bolsillo, después de todo tarde o temprano el de esvástica se enteraría de la existencia del de piel amarilla, de hecho aún podía recordar cuando conocía al fascista teniendo aún esa apariencia antes de que su nombre fuese cambiado.. Weimarer Republik — El mocoso se llama Alemania.

Rebirthing [T.R × URSS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora