—Te has vuelto muy bueno tejiendo, yo no sé qué rayos hago —El de ojos celeste miró con desdén la lana enmarañada y con forma extraña en la que acabó su idea de intentar hacer una bufanda, sin duda no tenía talento alguno para las manualidades de es tipo así que optó por dejarlo a un lado—.
—Al parecer aprendí un tiempo antes de tener a Berlín, hay un recuerdo en el que me veo tejiendo con lana blanca.. así que por eso pedí este tono y no algún color común —Las manos de Dritte se movían con habilidad mientras no apartaba su concentración de los palillos metálicos para evitar errar en alguno de los puntos que hacía, después de una semana ya podía hacer cualquier cosa de manera natural como si fuese un experto—.
—Eso es bueno, así podrás distraerte mientras el cuatro ojos y yo trabajamos como esclavos en la sala.... ahh realmente estamos muy emocionados con esto, los bebés son cosas muy interesantes —Dijo el suizo ahora tomando una de las revistas catálogo que mostraban diseños de tejido y costura para niños pequeños, por un segundo visualizó al germano como una abuela o una madre de esas que hornean pasteles para sus retoños—.
—Si vuelves a llamar a mi hijo cosa te voy a sacar a patadas de la habitación, chocolatero —Advirtió el rubio sintiendo una de sus cejas temblar sabiendo de que para el aludido su bebé era como un conejillo de indias pues no se habían presenciado alumbramientos de countries en siglos y precisamente los dos últimos eran suyos aunque no serían registrados por tema de seguridad y porque estaba históricamente muerto—.
—Que agresivo, pero como decía, el cuatro ojos estaba pensando comprar cosas de bebé para que tengas todo lo necesario si decides partir luego de alumbrar.. —El mayor miró de soslayo al más bajo que hizo una ligera mueca momentánea ante el tema, pero era necesario hacerlo entrar en razón pues a simple vista notaban que estaba feliz de estar allí además de que debían seguir revisando esa tan extraña cicatriz expansiva— Aunque mi concejo es que deberías pensar bien en quedarte, Alemania es una potencia en ascenso y puede mantenerlos a salvo de los demás que aún quieren tu cabeza en una bandeja.
—Por eso mismo es que debo alejarme y buscar un lugar recóndito en el que no perjudique a nadie que quiera ayudarme, si el bastardo americano lo descubre o la perra polaca abre la boca él estará en problemas —Reich suspiró manteniendo su vista en en el gorrito a medio tejer, sabía que ese era el precio de ser un villano ante los ojos de la gente, le pasó a su familia y ahora a él por haber vuelto a la vida—.
—Entonces también podrías venir conmigo, sabes que mi neutralidad nadie la rompe y no se meterán conmigo porque tengo sus reservas de oro... de hecho aún tengo la tuya, así que dinero no te faltará —Lo miró de lado con atención para estudia qué tipo de reacción tendría, esperando que no volviesen a aflorar sus deseos de venganza como en el pasado, solo que esta vez se iría contra una ex potencia decadente y padre de sus hijos—.
—..No le des ideas o intentará colonizar la luna con ese dinero —El tricolor entró a la habitación con una taza de té con miel en las manos, habían colocado otra cama apegada la que había y así podían dormir los tres cómodamente para mantenerlo vigilado y actuar rápido en caso de alguna emergencia—.
—De hecho siempre quise colonizar la luna, se robaron mis planos y a mis científicos entre otras cosas y así fue como lograron la carrera espacial de los años sesenta —Bufó el mayor de esmeraldas recibiendo la taza para darle un sorbo largo, el frío ya estaba disminuyendo esos días pero aún así necesitaba estar abrigado y comer cosas calientes—.
Tras un rato de charla la luz se apagó y se acomodaron entre las sábanas para dormir; Alemania pegado a la pared, el de esvástica en medio y el de cruz blanca hacia el borde para poder levantarse primero a buscar algún medicamento de ser necesario, el escarlata se abrazó al menor para sentir seguridad y el cenizo les dio la espalda para aferrarse a una almohada.
—Papi, ¿Po'que la luna pa'dese un cí'cudo? —La pequeña de rizado cabello ónix sentada entre sus sábanas blancas miró a su progenitor con curiosidad, a través de su gran ventanal la luna de verano alumbraba el firmamento estrellado con el reflejo de la luz solar—.—Hmm.. porque está hecha de queso azul —Todo el tema de la composición real y la rotación del satélite natural de la tierra sería demasiado complicado y aburrido para una infante de dos años así que optó por una mentirilla piadosa momentánea para entretenerla un poco—.
—¡Entonces quie'do pode' vola' muy muy alto pa'da po'ba' un pedazo! —Berlín levantó sus brazos con una sonrisa emocionada en el rostro de mejillas regordetas y rosadas que tenía, su expresión dulce y apariencia delicada la hacían verse como un retoño de rosa que florecería precioso—.
—Papá hará lo posible para que puedas darle la mordida que quieras, pero ahora es momento de descansar —El de esmeraldas la arropó con algo ligero y le dio un beso en la frente para luego sentarse al final de la cama como era su rutina cada noche— Descansa, me quedaré aquí a cuidarte hasta que te quedes dormida.
—Sí, te quie'do papi.. —Bostezó la niñita frotándose un poco los ojos antes de cerrarlos lentamente dejándose llevar por el cansancio tras un largo día de juegos y cortas clases en casa, su vida era feliz pero en ocasiones se sentía extraña cuando veía a otros niños tener dos padres y el suyo nunca veía a visitarla, aunque su papá siempre decía que enviaba regalos para ella como muñecas bonitas o ramos con flores coloridas ya que estaba muy ocupado aún—.
Sandmann, SandmannHombre de arena, Hombre de arena
Mach die Lichter aus
Apaga las luces
Wahrheit ist grausam
La verdad es cruel
Drum schenk mir einen Traum..
Así que dame un sueño..
Sandmann, Sandman
Hombre de arena, Hombre de arena
Komm zu mir nach Haus..
Ven a mi casa..
Streu mir Sand in meine Augen
Tira arena en mis ojos
Und weck mich nie wieder auf.
Y nunca me despiertes de nuevo.