Capítulo 4

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Debería estar asustado, pero no tiene nada que perder, un sueño, es un sueño.

Supone que el calor lo ha hecho desmayarse, está inconsciente, no puede hacer mucho si nadie lo reanima del otro lado.

Al abrir sus ojos se encuentra con el faraón a su lado, acariciando su mejilla con delicadeza. Cree que debe realmente amar a su futuro esposo, porque la historia no menciona los tratos que daban los faraones a sus parejas, realmente, está convencido que debe amarlo con locura.

Sabe que no puede dejarse engañar pero no puede ver falsedad en ese trato, además no teme mostrar sus emociones frente a otros, lo vio el día anterior que despertó en ese lugar...

JiMin observa los ojos ajenos.

- Has despertado...- YoonGi dice, para él, tener a su pareja despierta es un completo alivio. Casi se vuelve loco al verlo dormido y sin reaccionar durante tantos días.

- Buenos días...- asiente aún sin moverse o alejar el toque en su rostro. Lee nunca lo tocó de esa manera, siempre habían dobles intenciones en su forma de tocarlo. En cambio, faraón lo tocaba cómo una delicada flor recién expuesta de su capullo, era una caricia suave y sutil.

YoonGi lo observa, para él, su sol se ve hermoso, el alba apenas ha arrivado, y los rayos que entran en la habitación son suaves, lo suficientemente claros para que pueda detallar el rostro de su pareja con total devoción.

- ¿Ordeno que te preparen el baño?- YoonGi se anima a preguntar, JiMin suspira y asiente. YoonGi se levanta y hace llamar a uno de los guardias que se encuentra cerca, ordenando que preparen el baño de su pareja. El guardia asiente y se retira de inmediato.

JiMin se sienta pero antes de poder levantarse, YoonGi lo carga.

- Puedo caminar...- susurra.

- Acabas de despertar de tu profundo sueño, no permitiré que nada malo vuelva a ocurrirte, no podré vivir...- YoonGi le dice con cariño. Besando su frente, JiMin solo abraza el cuerpo que lo sostiene, no debe discutir o al menos eso cree.- Solo dejame hacer esto por ti... NamJoon va a revisarte y asegurar que el sol de Egipto no corra peligro...

JiMin sonríe levemente, no puede evitar sentirse apreciado. Sabe que las parejas no tenían protagonismo en el Antiguo Egipto, pues el faraón se encargaba de todo, incluso las familias solo mostraban a los integrantes mas sobresalientes. Pero estando allí le hizo sentir libre de alguna manera.

- ¿Quieres salir?- pregunta- Si NamJoon lo aprueba podemos ir y dar un paseo por los sembradíos o por el río...

- Me gustaría...- sería una mentira si dijera que no quisiera conocer como era el Antiguo Egipto de primera mano.

- Lo que mi sol pida...- YoonGi le sonríe. JiMin se pregunta porque el faraón lo llama de esa manera, y le da un poco de curiosidad, porque casi siempre lo llama de esa manera.

JiMin observa y pasan por un gran salón, con pinturas en relieve y sonríe.

- ¿Podemos verlos?- JiMin pregunta.

- Los has visto cuando empezaban a diseñarlos... decías que el palacio se veía muy simple solo de blanco...- YoonGi le comenta extrañado. JiMin solo asiente y recuerda de nuevo.

Él yendo de un lado a otro, con una túnica blanca llena de bordados en oro, incluso con sus mejillas llenas de pintura, viendo a los pintores reales hacer todo mientras él solo jugaba.

- Es cierto... creí... no lo recordaba- dice con voz apagada. No puede creerlo, parecen sus recuerdos.

- Podemos detenernos... perdonáme, has estado dormido durante un largo tiempo, no viste como terminaron...- YoonGi dice apresurado, NamJoon afirmó que la condición del príncipe de Egipto pudo haberle provocado olvido, o amnesia, por eso no los recordaba completamente, esto fue dicho ante la afirmación de TaeHyung, el chico de compañía y el mejor amigo de JiMin, quien aseguraba que JiMin no los reconocía.

JiMin sonríe, YoonGi le deja ver.

- Querías que pintaran nuestra historia... omitieron lo triste...- menciona expectante observando a su pareja. JiMin solo lo mira y luego dirige si atención hacia las pinturas.

JiMin entonces jadea y cubre su boca, recuerda, él estuvo en prisión, por orden del consejo real, mejor dicho, por dicho de una sola persona, el sacerdote del templo de Anubis lo encerró allí.

- ¿JiMin?- YoonGi se preocupa y baja el cuerpo de su pareja, ambos en el suelo, YoonGi sujeta su rostro- No tienes que volver a asustarte, yo voy a encargarme de protegerte y mantenerte a salvo...

- ¿Por qué me encerraron?- JiMin pregunta, su cabeza es un lío.- ¿Qué hice?

- No hiciste nada... el sacerdote no toleró que rechazara a su hija- YoonGi suspira y niega levemente.- Se desquitó contigo... no podía hacerme nada a mí, por eso te atacó, te encerró aun cuándo nadie lo apoyaba...

JiMin vuelve su vista al mural, puede verse jugando con el chico que se presentó como TaeHyung, además de verse a él paseando de la mano con YoonGi, incluso puede verse a ambos bajo el destello de Ra. Son pinturas que nunca había visto, ¿acaso estaban tan enterradas bajo la arena del mundo moderno que nadie las había descubierto?

Mira a YoonGi, quien le mira preocupado.

- Si te lo preguntas, no me dijiste lo que el sacerdote hizo o como logró encerrarte...- YoonGi le dice.- Luego, gracias a una de las criadas me enteré que drogó nuestra comida y te llevó al calabazo, te acusó de intento de asesinato al faraón y puso a un par de ministros en tu contra, ella me dio lo que necesitaba, fue ahorcado por difamación al príncipe de Egipto...

JiMin, lo recuerda... malditamente lo recuerda.

Y en sus pesadillas tiene el mismo rostro que su ex, solo que desgastado y viejo.

Intentó... de no ser por el ministro de nombre SeokJin, hubiera abusado de él... se sintió tan sucio y usado, él no era un objeto sexual, y ese sacerdote lo hizo ver como tal delante de todos.

Puede escuchar la proclamación de faraón, mientras es contenido por TaeHyung en la habitación contigua.

"¡El que se atreva a ofender al sol de Egipto, a mi esposo, y a su rey, será sentenciado a muerte! ¡Yo soy faraón, la estrella de la mañana y de la noche, el hijo de los dioses, su rey es JiMin, mi esposo, los dioses han bendecido nuestra unión por tanto ni ellos les tendrán misericodia!"

El Amante del Dios del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora