JiMin estaba probando su traje de bodas, era casi increíble para él, llegar al punto de casarse. No era parte de sus planes, pero allí estaba, viendose en el reflejo de un espejo con margen tallado en oro, y su hermoso traje siendo parte de su belleza. Estaba conciente de lo que provocaba la presencia de YoonGi, el hombre podría convertirse en el ideal de cualquiera, era atento, cariñoso, educado y sobre todo paciente con él, entendía que era un poco dificil seguirle el ritmo en sentimientos y emociones, además se daba una idea de como era el JiMin anterior, era juguetón y risueño, siempre andaba riendo y supone que era por la actitud del faraón, siempre complaciendole.
Las criadas y TaeHyung estaban ayudandolo con los detalles. Desde los bordados y adornos en oro, JiMin no paraba de sonreír, si bien, no pensó en casarse, en ese momento estaba tan feliz de hacerlo.
- Te ves tan feliz...- TaeHyung le dice- Realmente muy feliz, justo como el primer día de prueba...
- Voy a casarme...- susurra emocionado. Es su boda de ensueño, aun recuerda cuando dibujó todo lo relacionado a su boda, quería un vestido sencillo, una túnica blanca con bordados en cristales, lo más delicado posible, una tiara dorada, no pretendía el oro, pero allí estaba el adorno hecho de oro puro sobre sus cabellos. En su mundo moderno, quería que ambos compartieran la idea de vestirse con túnicas, que fuera en un anochecer o madrugada, que se sintiera muy emocionado por unirse a la persona, podía ser en la playa justo al amanecer, o en una llanura, siempre se vio atraído por tener su ceremonia en medio de la naturaleza.
- El Imperio esta esperando con ansias la noche de su celebración...- le dice TaeHyung observando el brillo en los ojos de JiMin, de alguna manera se veía diferente, quizás más brillante o feliz incluso, supuso que se trataba de la emoción de sentirse vivo.
Recuerda la mañana de su boda, JiMin estaba emocionado, quería que todo fuera perfecto, portaba su traje elegante, nadie pensaría que fue maltratado por ese viejo sacerdote, TaeHyung se sintió satisfecho al conocer su tortura hasta la muerte.
Por petición de NamJoon, nadie le había dicho a JiMin que ya estaba casado con el faraón, pues al parecer no lo recordaba y aunque habían estado dandole pequeñas frases, JiMin solo los observaba y miraba de manera curiosa, SeokJin dedujo a base de las explicaciones de NamJoon, que JiMin no recordaba lo que había pasado esa noche, lo mejor era que no lo atacaran con la mención de su boda. Por eso, habían preparado todo para que fuera mejor incluso que su primera vez al casarse, que JiMin no lo olvidara.
YoonGi estaba esperando a su hermoso sol, realmente deseaba verlo luego de todo un día separados. Fue en su búsqueda, encontrandole junto a TaeHyung, platicando muy animado, YoonGi amaba verlo tan feliz.
- Mi sol...- YoonGi llama su atención, JiMin le sonríe, no sabe si es correcto abrazarlo en medio de un pasillo, pero se acerca lentamente y enlaza su dedo meñique. YoonGi levanta su mano y besa con cariño su mano.- Gracias, TaeHyung...
TaeHyung asiente y se va, buscando a su pareja. YoonGi besa la frente de su sol, sonriendole. JiMin se sonroja y camina junto a faraón hasta la habitación que comparten. Allí ya se encuentra servida su comida, se sientan mientran conversan sobre lo que hicieron, mas bien YoonGi escucha la emoción en la voz de su bello sol.
JiMin, sabe que no puede dejar su vida así como así, viviendo un sueño egipcio, bueno, el sueño egipcio si era parte de sus planes, aunque no de esta manera.
Sin duda era muy loco todo lo que le pasaba a él. Le sorprende que alguien le profese amor de esa manera, no sabía con exactitud como eran las relaciones de pareja en el Antiguo Egipto, y la verdad estaba interesado en saber como se llevaban a cabo las ceremonias oficiales y todo lo que resultaba después del matrimonio.
Le daba nervios la consumación del matrimonio, porque ni siquiera sabía si faraón tenía espectativas o conocimientos sobre como tratarlo, su cuerpo no era igual que el de una mujer y bueno... le daba ansiedad.
Sabía que su posición era el de un rey, aunque fuera hombre, ese sería su título, pero también sabía que su posición de doncel podría degradarlo. Pero faraón lo trataba de una manera que le hacía sentirse valioso. Además, hasta el momento no había escuchado insultos o murmullos sobre su persona.
- ¿Estas listo?- faraón rompe el silencio que se ha formado entre ambos. JiMin le sonríe y asiente, le encanta que YoonGi lo vea de esa forma tan bonita.
- Quiero que ya sea la noche...- menciona levemente mirando fuera. La tarde ha caído poco a poco, todo el día habían estado separados y le gustaba sentarse al lado de faraón para admirar el alba y el ocaso. Le resultaba extraño, no escuchar de ninguna otra pareja o hijos, pues los faraones permitían la poligamia ya sea por política o por gusto propio, además de eso, YoonGi parecía no tener familia ni hermanas que llevaran el título de gran reina.
YoonGi en cambio solo sonríe, besando el dorso de su mano.
- Después de tanto puedo sostener tu mano, tu lugar en la dinastía ahora está seguro...- YoonGi le dice. JiMin lo mira un poco curioso, YoonGi suspira- Talvez no lo recuerdas, mi sol, pero poder casarme contigo es un lujo por el cual abandonaría mi imperio solo por estar contigo, mi amado JiMin, yo solo deseo vivir contigo la eternidad, dejaría todo si tu me lo pides, pero también soy capaz de incendiar reinos por ti... sé que nunca me pedirías eso, así como confío que nunca utilizarías mi amor y devoción por ti...
JiMin se siente conmovido y deja escapar un pequeño sollozo, y entonces llora... llora porque no entiende como alguien puede ser tan apasionado, tan radical solo porque lo ama, llora porque deseaba que sus padres valoraran su trabajo, llora porque no tuvo nadie a quien decirle que lo quería y que le devolvieran el sentimiento sin segundas intenciones... llora, porque se siente cálido y le gusta... no debería pero se está apegando a esa vida que no es suya.
- No llores, mi sol... por favor...- faraón le dice mientras lo abraza- ¿Qué te acongoja, mi bello príncipe? Puedes decirme todo, amor mío...
- Lo sé...- JiMin asiente, toma el rostro de faraón con sus delicadas manos y le besa... porque no tiene palabras para describir como se siente en ese momento...
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El Amante del Dios del Sol
FanfictionSolo haría unos cambios de vida... Nada podría salir mal... A menos que, se volviera el dios del corazón de un faraón...