YoonGi estaba con JiMin, estaban en las últimas semanas, su bebé estaba por nacer, JiMin se había dedicado a hacer ejercicios que le fueran de ayuda al momento de dar a luz.
Sostenía la cadera de su esposo mientras JiMin estaba sentado en esa pelota gigante haciendo movimientos circulares con la cadera. La doctora prenatal de JiMin le había indicado que eso podría relajarlo y ayudarlo con la tensión y estrés, por lo tanto, en ese momento que no podía dormir, se levantó para cansarse y talvez así dormir un poco.
YoonGi notaba el cansancio de su esposo, sabía por la primera experiencia todo lo que dolió tener a su pequeño príncipe, en aquel entonces no existía nada que pudiera ayudar a su sol, ahora sin embargo, parecía que existían tantas formas de tener un bebé y todos los precedimientos nuevos, simplemente le parecían asombrosos, pero no dejaba de preocuparse por JiMin.
- ¿Cómo te sientes, mi sol?- YoonGi pregunta, preocupado, las manos de su esposo se aferran a sus hombros y siente la presión.
- Las contracciones, parece que está emocionado, pero necesito dormir un poco...- JiMin trata de bromear, pero un nuevo movimiento en su vientre le quita la sonrisa. YoonGi se preocupa.- Es normal, tranquilo...
YoonGi no está muy seguro, no sabe qué hacer para ayudar a su esposo. JiMin había organizado todo para poder presentar su informe y tomarse su licencia paternal, y poder cuidar a su bebé. Habló con NamJoon al respecto de que podían mostrar y que no, ya que no estaba muy seguro de la entrega de su informe. NamJoon le explicó que lo que él considerada importante lo colocara, que era libre de hacer el informe como quisiera. JiMin sabía que sus palabras fueron más porque es el esposo de YoonGi, NamJoon le dio esa respuesta por su jerarquía en el Antiguo Egipto.
- ¿Qué puedo hacer para ayudarte?- YoonGi pregunta, muy preocupado, sabe del cansancio de su esposo, sus manos no dejan la cadera de JiMin, sosteniendo parte de su peso para que JiMin solo tenga moverse de forma circular.
- El que estes aquí, es mucho...- JiMin le dice con una sonrisa. Ya ha comenzado a sentirse cansado, parece que al fin su bebé ha decidido quedarse dormido también.- Vamos a la cama...- susurra, apoyandose en el cuerpo de YoonGi. No se imagina pasar esas noches sin él, ya que se siente mucho mejor tener dos manos cubriendo su vientre, se siente protegido.
JiMin se acomoda, YoonGi sentía extraño una cama tan llena de algodón, pero era más cómoda para su esposo.
JiMin le pide a YoonGi, que lo acaricie, sobre todo en su vientre, que al bebé le gusta sentirlo.- Solo tocame un poco...- le susurra, poniendo las manos de YoonGi en su vientre, su bebé parece moverse pero ya no son las patadas que lo despertaron.- A él le gusta cuando te siente cerca...
- Eso veo...- sus manos no se había alejado del vientre de JiMin, el menor veía con adoración las dos manos de YoonGi cubriendo su pancita.
- Me gusta cuando nos proteges...- JiMin susurra y se acomoda para descansar, talvez podría ser complicado, pero en esa posición, donde YoonGi lo abraza, y él esta semi acostado entre sus piernas, su pancita siendo protegida por su esposo y los besos en su cuello y mejilla, son relajantes.
YoonGi sonríe y siente el peso de JiMin ceder, se acomoda un poco más, de forma que su esposo gestante esté más cómodo.
- No patees mucho a papi...- susurra- Papi necesita descansar, mi pequeño príncipe, cuando nazcas sabrás porqué, tu padre es hermoso, por favor... descansa, yo los cuidaré- asegura- Nadie podrá hacerles daño, ni a ti ni a tu padre, no cometeré el mismo error dos veces...
De alguna forma, YoonGi recordaba que su hijo no tuvo a su padre, como debía ser, los dioses lo tomaron, y eso logró hundirlo un poco más en su tristeza, ni siquiera sabía como vería a JiMin y le explicara que su bebé no lo logró, que no fue capaz de cuidarlo.
Ahora que los dioses le habían permitido volver a verlos, estaba seguro que en esa época no dejaría que sucediera lo mismo, cuando NamJoon le explicó que ese era el mejor lugar y momento en que el príncipe debía nacer.
Por la mañana, YoonGi le llevó el desayuno a su esposo, JiMin no había querido salir de la cama porque estaba muy cómodo. Después de todo había tomado su licencia paternal, a exigencias de SuRan, pero tener a YoonGi con él, además que debía escoger todo lo que necesitaban para la llegada de su pequeño bebé.
Estaba emocionado por escoger todo...
- Yoon...- busca a su esposo mientras se sienta en la cama con cuidado.
- Hola, mi sol... buenos días...- YoonGi entra a la habitación con el desayuno en una bandeja, sonríe por verlo, JiMin sabe qué al estar recién levantado todo su cabello está desordenado.- Te ves precioso...
JiMin se sonroja y suspira cuando el aroma de la comida llega a él. Comen tranquilamente, JiMin toma una ducha y va a la sala de su hogar, había cambiado su lugar de residencia porque YoonGi tenía ya un lugar preparado para ellos cuando regresaran a Corea.
YoonGi estaba leyendo algunas revistas de National Geographic, cuando lo ve salir, JiMin se acerca y se sienta a su lado.
- Yoon... necesitamos buscar las cosas para el bebé...- le comenta y YoonGi asiente.
- ¿Quieres salir?- pregunta y JiMin asiente.
- Aunque puedo hacer la compra en línea, preferiría ver todo, quiero que nuestro príncipe esté cómodo cuando nazca, no me gustaría que algo le pasara...- JiMin dice y YoonGi comprende. Se arreglan para irse de compras, JiMin llama a TaeHyung, para que los acompañe, YoonGi por su parte pide que mantengan seguro a su esposo y príncipe. La mañana y parte de la tarde pasó en medio de tiendas con cositas para bebé.
- ¿SeokJin?- JiMin preguntó luego de sentarse para tomar un descanso.
- Está junto a mi esposo y NamJoon, tenían algunas cosas que hacer en el centro de investigación de Busan...- TaeHyung le dice, YoonGi está comprando los helados.- ¿El príncipe no tarda en nacer, verdad?
- Son dos meses más, y lo tendremos con nosotros...- JiMin dice sonriendo, YoonGi llega a su lado, besando su mejilla y entregandole su helado. JiMin le enseñó muchos comportamientos y le explicó como era el comercio actual, incluso le mostró algunos valores de las cosas que compran.
Para todos en el lugar, parecía que JiMin era esposo de un hombre millonario, incluso con un mayordomo personal que lo acompañaba, un caballero de compañía, que iba con él a todos lados. Muy lejos de la realidad no estaba, pues al parecer YoonGi era un inversionista y empresario en la actualidad.
Todas las cosas compradas las irían a dejar a su casa en la siguiente semana, eso le daría tiempo de hacer el espacio de su bebé en su hogar y preparar su habitación, eso le daba ilusión... mirando a su lado, YoonGi le sonríe...
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El Amante del Dios del Sol
FanfictionSolo haría unos cambios de vida... Nada podría salir mal... A menos que, se volviera el dios del corazón de un faraón...