Capítulo 11

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JiMin suspiró, miró a su alrededor, sonriendo al ver al faraón dormir a su lado.

Sabe que es el único, el pesar de hace dos días se desvaneció, los celos y la incomodidad también. Estaba siendo abrazado por YoonGi, su brazo pasaba por su cadera y con sus dedos acaricia el rostro de su futuro esposo, JiMin sonríe y esa sonrisa tan bonita es lo primero que YoonGi observa al abrir sus ojos.

YoonGi acerca el cuerpo de JiMin al suyo, JiMin se deja hacer confiado y guíado por las manos de YoonGi, faraón solo le abraza refugiandolo, JiMin ríe suave. YoonGi está feliz por escucharlo reír, le encanta esa bonita melodía.

Esa mañana, JiMin está muy feliz de regresar al lado de YoonGi, le encanta sentirse mimado y apreciado, sobre todo al saberse el único.

- Estas muy risueño, mi amado sol...- YoonGi le susurra. JiMin asiente.

- Estoy feliz de verte- JiMin le confiesa. Se aleja solo un poco para ver los ojos de YoonGi, el mayor lo observa con intensidad, y JiMin solo quiere besarlo, se acerca a sus labios y YoonGi solo suspira.

El contacto parece efímero y YoonGi lo recuerda, ese día, durante el alba, su amado sol tomó su mano y el besó su dorso, acarició su mejilla antes de besarle al nacimiento del sol, justo cuando el sol asomó en el cielo, besó a su príncipe. YoonGi recuerda haber estado tan feliz, siendo uno de los poco faraones casados por amor, su JiMin era todo lo que necesitaba, no mentía al decir que abandonaría su imperio por amor a JiMin, pero también era capaz de destruir todo si se trataba de su pareja, su amado sol merecía todo lo bueno, y nada jamás podría dañarlo.

Disfrutó mucho la tortura realizada al sacerdote de Anubis, pidiendo disculpas a los dioses por sentirse tan feliz con la muerte de uno de los sacerdotes mas importantes, YoonGi tuvo que acabar con toda esa familia y legado para evitar problemas futuros, sobre todo cuando Egipto entero conociera a su siguiente heredero.

YoonGi presiona un poco la cintura de su esposo, aunque JiMin ni siquiera lo recordaba, esa noche luego de la ceremonia y la fiesta en el imperio iba a tomar a su amor dentro de lo oculto de sus aposentos, pero no pudieron ni siquiera llegar al palacio principal, su JiMin se miraba tan hermoso y el miedo lo invadió cuando se desmoronó en sus brazos.

Egipto entero se llenó de tristeza, temiendo lo peor, YoonGi solo recuerda esos días llorando en silencio y solo, negandose a creer que eso le había ocurrido a ellos, luchó tanto por tener a su sol al lado, luchó por las promesas que le hizo esa tarde donde se comprometió con él, luchó porque lo amaba...

YoonGi apenas y recuerda cómo es que llegaron a este punto, con él arriba del cuerpo de su sol, JiMin le sujetaba los hombros e impedía que se alejara, recibió suspiros y suaves estremecimientos.
YoonGi estaba ansioso, aunque amaría tomarlo, no permitiría poner el honor de su JiMin en duda. Si bien dormían jumtos, compartían la misma habitación, YoonGi no había tocado más allá.

- Príncipe- YoonGi se aleja, puede ver el anhelo en los ojos ajenos, uno que no comprende. Por otro lado JiMin, solo desea quedarse junto a él, estaba amando la sensación dentro de ese antiguo mundo, donde se sentía el único, donde era capaz de ser feliz sin preocupaciones. Donde la historia brillaba en su esplendor.

- Uh...- JiMin solo lo observa, deseando que esas manos que sujetan su cintura lo sigan sosteniendo.

- Nuestra boda será en dos días, mi sol...- le recuerda. JiMin se sonroja, sabiendo a lo que se refiere, sin embargo ríe avergonzado. No entiende como es que llevaban acabo todo el proceso de matrimonio. Pues eran bastantes genericas las explicaciones que conocían.

YoonGi no lo comprende pero sonríe, los besos cálidos se vuelven dulces y juguetones, sus risas se escuchan afuera de la habitación, la servidumbre sabe que ahora con la presencia del príncipe, Egipto volverá a brillar como siempre.

Ese mañana, JiMin saluda a todos, yendo por el palacio sin preocupaciones, recibe los saludos y reverencias, TaeHyung le mira sonriente, ese es el JiMin que conoce.

- El cocinero principal ha preguntado que te gustaría comer el día de la boda- TaeHyung le informa, cuando no está faraón, su deber es acompañar al príncipe. Y le gusta pasear con JiMin, siempre tiene alguna historia que contar.

- Oh...- su mente divaga un poco pero se encoge de hombros- No sé, no quiero que nadie se sienta obligado a comer algo que no les guste- dice pensativo, TaeHyung niega con una sonrisa.

- Príncipe JiMin, el cocinero real hará algo especial para ti, ha dicho que no es problema, ya que no puede darte nada material que pueda sorprenderte, hará una comida única para ti- le menciona TaeHyung.

- Quiero entonces que me sorprenda, puede usar la carne de aves, y preparar la que considere su mejor receta- JiMin le dice sonriendo. TaeHyung llama a una de las criadas notificandole la decisión de JiMin para que se le avise al cocinero

Siguen su camino, hasta llegar a una pequeña plaza donde hay una fuente, a JiMin le gusta.

- Terminaron su construcción, mientras dormías- le comenta TaeHyung.- Faraón pidió que siguieran los detalles que pediste...

- Es muy hermoso...- las columnas son talladas y en la parte superior puede ver un patrón de soles y trigo.

JiMin sonríe, le gusta ese ambiente donde no existe nada más que esos espacios hechos para él.

- El lugar fue hecho para cuando quisieras estudiar, faraón sabe lo mucho que te gusta leer- TaeHyung le comenta. JiMin asiente ya siguen caminando- Es tu biblioteca, están todos los papiros y escritos que pudimos recopilar gracias a los escribanos, todos ellos trabajaron para cuando despertaras ya estuviera completa y pudieras utilizarla...

JiMin está sorprendido, camina mirando todo a su alrededor, soñó con su propia biblioteca, quizás podría llevarse algunos de los libros que tiene, no entiende como funciona eso de sus viajes, pero amaría contarle a YoonGi todo lo diferente que es en su mundo, aunque no sabe cómo reaccionaría el hombre, porque parece que lo ha estado engañando.

Y entonces mientras mira al faraón entrar y abrazarlo, se pregunta si acaso podría asesinarlo si le platica del mundo al que pertenece...

Ahora JiMin, está asustado...

El Amante del Dios del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora