El Amante del Dios del Sol

Capítulo 27

SuRan estaba sorprendida cuando JiMin le dijo que ya había regresado y se encontraba de nuevo en Corea. Le pidió presentarse en su oficina y para nadie fue oculto la sorpresa de su estado, JiMin caminaba y nunca lo habían visto tan feliz en el centro de investigación de Corea.

JiMin llegó a la oficina luego de saludar a algunos. Mantenía una mano sobre su vientre, dejando suaves caricias para calmar a su bebé, que estaba muy energico esa mañana, YoonGi lo había despertado con besos y caricias, le llevó el desayuno a la cama, y cuando preguntó donde lo había visto, le explicó que había visto dramas donde se hacía eso, como una forma de demostrar amor.

- Buenos días...- saludó y entró cauteloso, solo mostrando la cabeza. SuRan le indicó que pasara sin verlo, ya que estaba mirando su computador.

- Pasa...- le dice y JiMin entra, se sienta y mira a su jefa.- Me sorprende que hayas regresado tan pro...- no terminó la oración cuando vio a JiMin, y su mano sobre su vientre, la sonrisa culpable y divertida le hizo saltar de su cómoda silla.- ¡¿Qué te pasó?!- exclamó.

- Ah... ¿nada?- su voz risueña es algo que SuRan nunca había escuchado.

- No me digas que es de Lee...- SuRan suplicó. Sabía que la relación de ambos era bastante conflictiva, sobre todo porque Lee siempre engañaba a JiMin y ni siquiera lo respetaba. JiMin sabía ponerle un alto y nunca creía sus excusas pero no entendía porque seguían juntos, fue la principal razón cuando lo propuso a él para ir a Egipto, le dio una alegría infinita saber que el supuesto compromiso no se iba a llevar acabo. Estando lejos, JiMin podría pensar que hacer con sus relaciones personales... 

- No, verás, me encontré con alguien y bueno...- JiMin dice, pensando en alguna historia que contarle y que fuera creíble- Fue como mi primer amor, ambos nos separamos por motivos personales, yo quería seguir estudiando aquí y él se fue a África...

- ¿Te encontraste con tu primer amor en Egipto?- SuRan lo mira con ojos entrecerrados, JiMin asiente- Bien, Byul trae un café y un jugo por favor, a mi oficina- se comunica con su asistente.

- No es necesario, SuRan...- JiMin niega levemente.

- Claro que sí, necesito saber como es que te fuiste por seis meses y vuelves con un embarazo...- la mujer replica. Byul entra y saluda a JiMin, no evitando la sorpresa de verlo embarazado.

- Ya te dije que fue mi primer amor...- le dice, después de todo, en el Egipto Antiguo, se enamoró de YoonGi cuando solo era un niño.

- ¿Se reconocieron?- le preguntó.

- Sí, de hecho me dijo que estuvo buscandome cuando regresó aquí, pero al no encontrarme se regresó, casi que tenía au vida resuelta en Egipto- JiMin contó, porque lo buscaron mucho tiempo.- Y conocía al director de la investigación, aunque nunca lo hablamos en serio, a ambos nos gusta Egipto... y bueno...- mostró su anillo.

- ¿Se comprometieron?- preguntó.

- De hecho, nos casamos...- dice en un susurro pequeño.
La mujer casi escupió su café.

- ¡Tú...!- SuRan no podía creerlo. JiMin se había tomado fotos con YoonGi, ambos vestidos de blanco en sus últimos días en Egipto, antes de viajar de regreso a Corea. Le mostró algunas fotografías de sus estadía juntos en Egipto.- ¿Van a hacer la ceremonia aquí?- preguntó interesada y feliz.

- Sí, después que nuestro pequeño nazca...- JiMin dijo con emoción. SuRan nunca lo había visto tan feliz con Lee- Se llama YoonGi, y ambos estamos felices de tener al bebé...

La mujer solo pudo felicitarlo, y decirle que organizara sus archivos para tomar su licencia, porque sabía que ya llevaba más de la mitad del embarazo, por el tamaño de su vientre y porque JiMin reía cada vez que el bebé se movía.

- Creo que extraña a su otro papá...- dice JiMin y se levanta.- Vendré mañana, hoy me retiro, todavía tengo que ordenar algunas cosas que traje de Egipto sobre la investigación, las tengo en casa de mi esposo...- menciona y SuRan asiente.

- Esta bien, entiendo, tómate la semana, organiza todo y vuelve el martes por la tarde a dejar tu registro, y te regresas a tu casa, no quiero tener a un esposo reclamándome de que su esposo e hijo están estresados...- SuRan dice, no conoce al hombre pero le da la pauta que puede ser dramático si algo le llega a pasar a JiMin y su hijo, y porque ella no tuvo apoyo de nadie cuando tuvo a su hijo.

JiMin le agradece y sale de la oficina. YoonGi le había dicho que lo estaría esperando afuera, le pidió irlo a recoger porque sus pies no daban para ir caminando, y su esposo tan preocupado por él, no lo pensó dos veces ni dudó cuando le dijo que lo estaría esperando.

- ¿Todo bien, mi sol?- YoonGi había estudiado incluso los fonemas y el habla del lugar donde JiMin vivía para hacerlo sentir más cómodo. El chófer los llevaba porque YoonGi no sabía manejar, pero era algo que se había porpuesto a hacer.

- Todo bien...- dice mientras sube y se acomoda el cinturón de una forma en que no lastime su pancita.- Es nuestro príncipe, el inquieto...- dice riendo y sintiendo al bebé moverse.

YoonGi sonríe por verlo feliz, eso es lo que prometió, que su sol solo sonriera.

- ¿Tienes algo que hacer?- JiMin pregunta. YoonGi niega- Podemos tener una cita...

- ¿Una cita?- YoonGi lo observa.

- Si, todo eso que hacen los novios ahora, Yoonie...- no sabe si fue la forma en que lo llamó o su sonrisa, pero siente que se enamoró un poco más.- Somos esposos, pero sería lindo, hay muchos lugares que quiero enseñarte...

- Claro, mi sol, podemos ir a dónde tu quieres...- YoonGi responde.
JiMin no lo sabía, pero su poder era mayor que del hombre más millonario del mundo, y aunque ya no vivieran en el Egipto Antiguo, seguía siendo el sol del faraón más poderoso de la historia.

Era el dios del corazón de un gran faraón...