El Chico De Omegle || Jaden Walton

26

Abi

Unos toques en la puerta me hicierón despertar de mi rico sueño.

—¿Abi?—una voz se escucho.

Me senté en la cama tallando mis ojos, ¿Cuánto tiempo dormí? Tomé mi móvil que estaba en la mesita de al lado y revise la hora

7:15pm

Dormí como tres o dos horas

—¿Abi?—se volvío a escuchar la voz al otro lado de la puerta y ahora sí reconocí la voz.

Jaden

—Pasa—hablé mientras me estiraba.

La puerta se abrió y Jaden entró a la habitación.

—Buenas tardes—saludó en forma de burla, segura mi cabello parecía un nido.

Que vergüenza

—Buenas tardes—le devolví el saludo y el se sentó en la cama a un lado mío.

—La cena esta lista, ¿Vamos?

Asentí, sentía mi estomago vacío.

Extraño la comida

Me saqué la sabana y mi levante,  el dolor en mi tobillo aún se encontraba pero ahora era menos, ahora si podía pisar bien el suelo.

—¿Puedes sola?—preguntó.

—Solo fuele poco, si puedo—respondí.

Los dos bajamos al comedor y todos ya estaban ahí sentados esperando la cena, los saludé y me senté a un lado de Jayla. Comenzamos a cenar y disfrutaba cada bocado, m estomago vacío lo recibía gustoso.

Terminando la cena fui a la sala y marqué a mi mamá.

—¿Hola?

—Buenas noches hija, ¿Cómo estás?—mi mamá respondío al otro lado de la línea.

—Estoy bien mamá, ¿Cómo estan ustedes?

—Estamos bien, tu papá esta terminando de cocinar la cena—extrañaba verlos—, ¿Ya cenaste?

—Si, hace unos segundo acabo de terminar de cenar

—Te extrañamos, ya queremos que sea fin de semana

—Yo también los extraño—sonreí—, ya nos veremos la otra semana.

—Esta bien, cuidate, me llamas mañana ¿bien?, descansa hija—mi mamá se despidió.

—Si, ustedes tambien cuidense, dencansen—y colgué.

Jaden entro a la sala con una sonrisa y me miró.

—¿Quiéres venir conmigo?—preguntó apuntando a la puerta.

—¿A dónde?

—Ven

Me ofrecío la mano y gustosa la tomé.

Me gustaba cuando me tomaba de la mano

Seguí su caminar y fuimos a la parte trasera de la casa, en ella había una piscina y unas sillas donde te podías recostar por el el patio.

Unas líneas de focos alumbraban el patio trasero y parte de la piscina.

—Recuestate en una de esas—me apunto a una silla.

—¿A dónde vas tú?—pregunté justo despúes de que soltará mi mano y caminará a otro lado.

El solo ignoro mi pregunta y se alejo a no se dónde.