❝ El Chico De Omegle ❞
El verano de Abi iniciaba y su aburrimiento no se quedaba atrás.
Uno de esos días de aburrimirnto, descubre una página nueva para conocer a personas nuevas.
Omegle
Aquél bendito anuncio cambio su vida completamente.
‹‹ en...
—¿Entramos a Omegle?—pregunta Javon por milesima vez.
—¿Para qué? Tiene mucho que no entramos—respondo sin ganas.
—¡Ándale! Solo será un rato—hace un puchero.
Niego con la cabeza.
—Y te doy gomitas—intenta chantajearme
—Solo esta vez
Y lo logra.
Javon corre por su laptop y regresa poniendola en la mesita del centro de la sala, entra a Omegle y da click.
La pantalla se enciende y empezamos a platicar con la gente de allí. Antes solíamos entrar seguido, lo hacíamos porque no teníamos mucho que hacer y era por entretenimiento.
Javon solo quería entrar cuando su móvil no tenía carga o cuando estaba en su nivel más alto de aburrimiento.
Llevabamos en la página mas de una hora.
Saltamos a una persona, otra y otra.
—Ya me aburrí, Javon.
—Solo esta y ya.
Espero a que la cámara de la otra persona cargué y lo hace.
Del otro lado de la pantalla se encuebtra una chica con los ojos tapados con una mano y la otra la tiene en su teclado.
La imagén se me hace demasiado rara y comienzo a reírme, Javon se ríe igual y sale de la camara para caminar hacía la cocina.
Supongo que va por las gomitas.
—¿Qué estás haciendo?—pregunté riendome.
—¿No harás nada raro... o si?—pregunta destapandose los ojos.
Me río aún más y volteo a ver a Javon que viene con una bolsa gigante de gomas y veo que también viene riendo.
—Claro que no, nosotros no hacemos eso.
Y despúes pude ver por completo su cara.
Era una chica demasiado preciosa.
Sus ojos eran color marrón claros y su cabello lacio color castaño.
Era muy linda.
—¿Cómo te llamas?—pregunté.
—Abigail, pero dime Abi—respondió.
—Hola, Abi—saludé.
—Hola, desconocido.
Apartir de ahí hablamos toda la tarde, Abi era una chica demasiado linda y su personalidad era única.
Estuvimos hablando por horas y no me aburrí ni un solo rato, hablamos de todos nuestros gustos, lo que nos desagrada, de todo.
Le conté de lo cuanto amaba el baseball.
Y ella me contó de lo cuanto amaba ver películas y en especial las de Marvel.
Me contó sobre cuanto amaba los tulipanes de todos los colores y yo le conte sobre cuanto me gustaban las margaritas blancas.
Me dijo su color favorito, era el morado.
Le dije el mío, el azul.
Hablamos de todo, hasta que la pila de su laptop se acabó.
Alcancé a darlé mi instagram, pero no pensé en las miles de notificaciones que recibía al día.
Revise todas y cada una de las notificaciones y no encontre ni una sola cuenta con su nombre y menos porque recibía mas de 10 notificaciones por minuto y se actualizaban.
Pase toda la noche revisando las notificaciones pero se me hizo imposible.
(...)
Habían pasado dos semanas y aún no encontraba a Abi, me sentía raro al estar buscandola.
Nunca había buscado a alguien por mucho tiempo, pero había algo en ella que hacía que entrara a Omegle todas las tardes, que la buscara en instagram toda la noche.
Pero no habían resultados.
Tal vez y ella no quería volver a hablar conmigo y no me dió follow.
Tal vez era eso por la que no la encontraba.
Incluso Javon me ayudo a buscarla y nada.
Aún no encontraba a Abi.
(...)
Había pasado una semana más y ya había dejado de buscarla.
Pudimos ser buenos amigos.
Era de nohe y estaba en la sala con Jayla y Daleo viendo una pelicula cuando el grito de Javon se escucho por todos lados.
—¡Jaden! ¡Jaden! ¡Jaden!—gritaba.
Jayla enojada junto a Daelo le pusieron pausa a la pelicula.
—¡Cállatee!—le gritó Daelo.
—¡No vas a creerlo!—llego Javon a la sala.
—¿El qué?—pregunte curioso.
Javon sonrío y daba saltitos en su lugar
—¡Encontre a tu amiga!
—¿Eh?
No entendía de que hablaba y mucho menos Jayla y Daelo que lo miraban confusos.
—¡Encontre a Abi!
Casi me estrella el móvil en la cara.
El perfil de Abi estaba en la pantalla y una emoción creicó en mi interior al ver que si era ella.
Salte del sofa y le arrebate su móvil.
—¿Cómo la encontraste?—pregunte casi en un susurro.
—Uno que sabe—respondío con aires de grandeza.
Le di un zape.
—¡Oye!—se sobaba en el lugar del golpe.
—¿Cómo?
—La busque por su nombre entre tus seguidores y la busque entre todas las Abi's existentes.
Bésalo
—Un gracias me vendría bien, eh
—Estaba planeando besarte ahora mismo—le di un puñetazo en su hombro.
—Iuk, mejor dame mi movil.
Le entregue su móvil sin antes recordar el de Abi, encendi mi móvil y entre a instagram para buscarla.
@_016_abi
Le di follow
Por fin la había encontrado
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