NARRA MADDY
Acabamos todos sentados en un bar, riendo entre unos y otros.
Pero yo seguía nerviosa.
El encontronazo que acababa de tener con Pedri seguí recorriéndome el cuerpo.
Lo que le había suplicado hace unos días..
Que me besase, que me hiciera sentir algo..
Joder.
Mal, mal.
No podía ni mirarle a la cara, pero que tuviese esa sonrisita de que había ganado, me quemaba, me hacía hervir la sangre de las venas.
Les habían dado a todos una camiseta de baloncesto con sus números y nombres y todos la habían dejado ahí, encima de la mesa.
Gavi era el único que no se la había quitado, porque decía que le encantaba.
- ¿Celosa de nuestras camisetas, Maddy? -la voz de Pedri hizo callar a todos los demás, me había pillado mirando las malditas camisetas, cabrón.
- Son muy bonitas, pero estoy segura de que Gavi o Pablo me dejarán la suya, ¿verdad? -me giré hacia Pablo, que sonrió.
- Te la puedes poner cuando quieras, Maddy. -sonrió y yo posé la cabeza en su hombro, sonriéndole a Pedri con superioridad.
- Sigues sin tener la tuya. -sonrió Pedri de nuevo.
- Puedo tener la que quiera. -aseguré.
- La mía no. -sonrió.
Hijo de puta.
- Pedri, te va a caer la de dios como no te calles de una vez. -le advirtió Frenkie.
- Hazle caso a mi cuñado, no juegues conmigo, love. -le sonreí de forma inocente y todos los demás del equipo soltaron a coro un "uuuuh".
Me subían el ego.
- Callaos. -gruñó Pedri.
- ¿Sientes que has perdido? -le pregunté levantándome del hombro de Pablo.
- Nunca pierdo contra ti. -aseguró, sentándose más recto en la silla.
- Creo que esto se está saliendo de control. -comentó Araújo por lo bajo.
- Creo que ya has perdido, love. -le sonreí.
- Fuiste tu la primera que me suplicó, ¿tengo que recordártelo? -su sonrisa se ensanchó y la mía se borró por completo.
Hijo de puta.
- ¿Qué ha pasado entre vosotros? -preguntó Balde, intrigado.
Todos los demás atentos a la respuesta de Pedri o la mía.
- Vas a acordarte de mi toda la vida, love, te lo aseguro. -me levanté y cogí su camiseta de la mesa.
- ¡Maddy, suelta eso! -gritó Pedri intentando venir detrás de mi, pero alguien lo paró.
- ¡Directita a la basura, donde están tus flores y donde deberías de estar tu también! -le grité sacándole el dedo de en medio sin girarme.
Escuché pasos detrás de mi y a los segundos apareció Pablo riendo.
- Lo tienes hecho una furia, ¿te llevo a casa antes de que te encuentre? -preguntó con una sonrisita.
- Claro, vamos. -tiré la camiseta a la basura más cercana. -así la encontrará fácil.
- Maddy, la has tirado sobre comida, ostia. -miró la camiseta llena de nata y chocolate.
Mierda, mierda, solo quería dejarla en la basura para que él la viese, tampoco quería estropearla.
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Strangers +18 - Pedri González
FanfictionMaddy, la hermana de Mikky y cuñada de Frenkie se muda a Barcelona después del desastroso final en su última pasarela en Nueva York. Personas nuevas, mundo nuevo. Un extraño que no sabe servir una cerveza, de ojos marrones y con acento canario puede...