five

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Pude haber dicho algo, lo que sea. Pero las puertas del elevador se abrieron antes de que pudiera decir algo más. Chanyeol se colocó a mi lado. Como si nada hubiera pasado, si lo que hubiera dicho no había hecho que todo en mi cabeza colapsara.

Quien había entrado era la señora Seo, esta vez acompañada de su gato Miku, (el cuál en ocasiones cuidaba), en su rostro mostraba una gran sonrisa al verme, lo cuál me hizo sonreír tranquila. Al fin alguien que conocía.

—¡Oh! ¿A quién tenemos aquí? — Dijo ella alegre mientras saludaba.— ¿Como estás linda?

—Bien, ¿Y usted? —Pregunté con calma.

—Ay, ya sabes, todo esta bien. —Miró a Chanyeol con curiosidad—. ¿Quien es este apuesto chico? —Preguntó mientras agarraba sus hombros—. ¿Tú novio?

—Si, soy su novio. —Respondió el, antes de que pudiese decir algo. Su sonrisa lo hizo sonar muy convincente.

—¿En serio? —Preguntó sorprendida, mirándome después con asombro—. Es la primera vez que veo eso. Bien por ti, Sora.

Intenté reírme, o intentando salir de la situación. Las puertas del elevador a mi piso se abrieron, librándome de esta situación.

—Nos vemos luego. —Me despedí, saliendo del elevador con prisa, no había tenido tiempo de mirar a la Señora Seo o si Chanyeol seguía ahí. Solo quería llegar a casa y encerrarme. Enviarle una excusa a mis maestros sobre los exámenes que no tomé y rogar por reposición.

Chanyeol se apareció justo delante de mí, haciéndome pegar un grito el cuál hizo que las llaves se resbalaran de mis manos y estas cayeran al piso,

—Joder, no hagas eso. —Le pedí mientras calmaba mi pánico mediante respiraciones, y recogía las llaves del piso.

—¿Estás dándome órdenes? —Me preguntó, vacilante mientras daba una sonrisa.

—Son favores. —Le respondí, mientras caminaba nuevamente a la puerta. Queriendo abrirlas con las llaves en vez del código, el cual Chanyeol se apresuró al presionar los botones y abría la puerta.

—¿Cómo te sabes el código? —Le pregunté, entrando detrás de él. Las únicas personas que lo sabíamos éramos Baekhyun, su mamá, yo... Y algunas veces la señora Lee, que venía de vez en cuando a limpiarnos el apartamento.

—Está pegado en la puerta de la nevera. —Dijo el mientras se sentaba en el sillón.

Dejé mis cosas sobre la mesa, y en un ataque de nervios empecé a caminar en la casa, asegurándome que las puertas estén cerradas, las ventanas cerradas y las llaves cerradas.

—Estás mareándome. —Dijo el mientras tiraba una colección de cds y vinilos de Baekhyun. Los cuáles estaban ordenados alfabéticamente.

—Morirás. —Exclamé, mientras me agachaba a recogerlos y empezar acomodarlos en su lugar. En otro movimiento los cds volvieron a estar como antes de que se cayeran. Odiaba esto. De verdad, lo odiaba. Odiaba alterarme de esa forma, y eso era lo único que hacia el.

—¿Por qué lo odias? —Pregunto Chanyeol suprimiendo una risa sencilla—, Tu eres quién elige sentirse así. Ya te dije que no te haré daño.

Giré los ojos y me pare yendo a mi bolso en búsqueda de mi laptop. Al tenerlo, me senté en el suelo, dedicándome a abrir mi correo para rogarle a mis maestros por un examen de reposición.

—Empieza a escribir. — Me ordenó.

— ¿Qué? —Confundida, le miré y al volver a la pantalla ya el tenía un documento en blanco.

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora