forty five

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noviembre, 2018

      Todo aquel camino fue lo suficientemente extraño y me sentía lo bastante enredada en un lago de emociones. No dejaba de mirar la hora en el tablero, junto a aquel ramo de rosas blancas en el asiento de copiloto. Habían sido 5 años, sin embargo me sentía como esa noche la primera vez que vine.

Apreté mis labios mientras que entraba a aquel lugar, que para parecer un lugar lo bastante tétrico y triste, era un hermoso jardín, uno el cuál era desagradable ir pero agradable de mirar.

Estacionando el auto, miré la atmósfera y apreté el timón del auto para luego soltar un suspiro. Baje de allí tomando mi bolso y aquellas flores para caminar. Intentando no tropezarme con la gravilla suelta que había en el estacionamiento.

Al llegar a la lapida, un suspiro salió de mí. Era un nicho hermoso, bien mantenido, a pesar de que las últimas flores tenían tiempo sin cambiarlas. La señora Park se había encargado de hacer de este sitio un lugar bastante cómodo.

—¡Hola! —Sonreí un poco—, ¿Cómo estás? —Pregunté mientras tomaba las flores ya marchitas y recogía algunos pétalos que estaban sobre aquella lápida—. Espero que estés bastante bien, tienes una casa nueva. —Empecé a hablar mientras que tiraba las flores viejas en un cesto que había cerca—, Ha pasado, un pequeño tiempo desde la última vez que vine. —Volvía a aquel lugar y tomé las flores nuevas, colocándolas en el florero y mirando el nombre en la lápida—. Bastante tiempo, a decir verdad.

Raramente, sentí un escalofrío, como si él estuviera ahí, pero no iba a decir nada.

—Baekhyun y yo hemos estado bien, ¿Sabes? —Dije mientras trataba de no llorar—, Hace dos años estuve embarazada... Y fue un niño. —Suspiré mientras las lágrimas estaban al borde de mis ojos—. No le pusimos tu nombre, tranquilo. Tú mamá dice que es igual de inquieto que tú, y tiene razón. Cuando sonríe te veo a ti. Y, eso no es tan malo. Porque me gustaría verte a ti también.

Los latidos de mi corazón iban bastante rápido, y mi respiración iba más y más inquieta.

—Me ha ido bien en mi carrera, y te he puesto 8 libros en tú repisa. —Una de las lágrimas salió—. Todo ha sido por ti. Sin ti no hubiera conseguido nada. ¿Y así es como terminamos? ¿Qué conseguiste tu?

Limpié la lágrima con el dorso de mi mano y respiré profundo.

—No conseguiste nada, Park Chanyeol.—Me quejé—. Yo conseguí todo lo que quise. Pero tu... tu fracasaste. Perdiste todo. Perdiste a Hani, tus hermanas, tus padres... Te perdiste todo.

Parecía una loca quejándome.

—¿Por qué tuviste que hacer eso? ¿Por qué me miraste a mi? ¿Por qué sonreíste? —Le reclamé—, ¿Por qué no esperaste un poco más? No estuvieras ahí, por ser un idiota. Eres un idiota Park Chanyeol.

Las lagrimas empezaron a salir.

—Eres un idiota. ¿Por qué no lo soportaste? ¿Por qué decidiste irte así? ¿Por qué? Maldita sea. —Apreté mis labios—. Te extraño. Y desde donde quieras que estés, sabes bien que te extraño y que fue bastante difícil dejarte ir. Lo fue Chanyeol, fue algo muy duro. ¿Qué te digo? Nunca creí que estabas muerto, en serio nunca lo creí. Pero lo estás. ¡Lo estás y eso duele!

[...] Todas las cosas que haz hecho por mí, te las debo. Y no sabes cuánto quisiera hacerlas. Quisiera, aunque sea solo un día, que pudieras estar conmigo. Así como me decías que siempre estarías conmigo aquí. —Tomé aire—. Me duele, saber que no lo estás. Me duele saber que estoy sola y que lo único que he hecho es culparme. Y necesite bastante tiempo para aceptar que no lo era, pero eso solo me hace dar cuenta de lo mucho que te necesito.

Dure un rato en silencio.

—Pero te doy las gracias. —Suspiré—. Pude verme a mi misma desde tus ojos. Y.. quizás si no fuera por ti no hubiera logrado nada. —Dije limpiando las lágrimas en mi rostro—. He formado una familia, un hogar. Y poco a poco he empezado a ser feliz de nuevo. Justo como lo dijiste, solo me pone triste saber que no estás aquí.

Me levanté, tomando mi bolso. Mis rodillas chocaban. Pero no estaba temblando.

—Después de todo, te agradezco. Y no sabes lo mucho que me gustaría que estés aquí hoy. —Repetí, mientras hacía una leve mueca—. Realmente te quiero, Chanyeol. Y, aunque la vida siga su rumbo, siempre serás mi espejo. Feliz cumpleaños Chanyeol, te amo. Sé feliz, ahí dónde estas.

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora