thirty one

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11 días
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Y aún gritando, podía sentir el calor en mi pecho mientras sacaba todo de mi. Y sin tener las fuerzas suficientes, no podía parar de hacerlo. Era desgarrador, me sentía libre. Gritaba y dejaba salir todo. Una y otra vez.

O hasta que no me salía nada más, ni siquiera me había dado cuenta que me estaban sosteniendo. Abrazándome, me estaban hablando y ni siquiera podía escuchar que me decían. El dolor era bastante intenso como para detenerme, estaba cansada, estaba muy, pero muy cansada.

Y fue ahí cuando paré, cuando no pude gritar más.

Había sido una pesadilla. Había tenido una pesadilla.

Desperté otra vez. Viendo mi alrededor con confusión, las luces eran justo como me gustaba tenerlas en mi habitación. Pero, no estaba en ella. Era una completamente distinta, y mis alrededores me hicieron darme cuenta que estaba en el hospital. El aroma era distinto, hacía frío, mi cuerpo dolía.

Mi mano estaba envuelta en vendas, de donde salían unas intravenosas, así como había podía sentir el peso de cables pegados en mi pecho, contando mis vitales. Intenté ponerme de pie, pero no podía mover mis piernas con mucha libertad, y aunque me costó demasiado trabajo, pude sentarme. Me quedé en silencio, intentando pensar en que había sucedido para que estuviera aquí.

Mi atención fue a la puerta, dónde un doctor entraba con una enfermera detrás de él. El al verme, un poco sorprendido, me sonrió con tranquilidad.

—Hola Sora. —Saludó—. ¿Cómo te sientes?

—¿Por qué estoy aquí? —Pregunté, ignorando su pregunta por completa.

—¿Cuantos años tienes? —Preguntó él, ignorando mi pregunta por completo.

—24 años... —Le dije—. ¿Por qué estoy aquí?

—¿Y cuál es tu apellido? —Preguntó, revisando los vitales junto a la enfermera. Aún ignorando mi pregunta.

—Kwon. —Contesté, mirándolo con irritación—. ¿Qué hago aquí?

El doctor se quedó mirándome, aún sin darme una respuesta que buscaba. Haciéndome sentir más y más confundida, desesperada de saber que estaba ocurriendo.

¿Qué día era? ¿Dónde estaba y por que estaba ahí? ¿Qué me pasó?

—¿No tienes hambre? —Preguntó con curiosidad, para luego mirar a la enfermera y hacerle una seña para que se retirara—, Descansa un poco, tus familiares vendrán en unos minutos.

Aún más confundida, al doctor dejarme sola en la habitación, intentaba recordar lo último que había sucedido o qué me había llevado hacía allá.

La puerta fue abierta nuevamente, miré esperando a que fuera el doctor, ahora con una respuesta. Pero no lo era. Era Baekhyun, quien en su rostro había alivio al verme, como si un peso se le había quitado de encima.

Camino hacía mi, abrazándome con fuerza y besando mi mejilla y cabeza. Una y otra vez.

—Sora, despertaste. —Abrazándome otra vez, miraba mi rostro con una sonrisa, besando mi frente una vez más, su sonrisa desvaneció y su mirada de alivio se convirtió en una de preocupación, sus manos estaban en mis mejillas, aún mirando mi rostro—. ¿Sabes quien soy? ¿Me recuerdas?

—Baekhyun, ¿Qué rayos te ocurre? —Preguntó, sintiéndome agobiada al respecto, moviendo sus manos de mi rostro. Baekhyun respiro profundo.

—Que alivio. —Murmuró, sonriendo—. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Tienes algo? ¿Quieres ir al baño? ¿Tienes hambre?

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora