forty

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2 de diciembre, 2012

A pesar de que era una noche fría de invierno, Chanyeol aún continuaba su trabajo, a pesar de que debía de haber salido hace horas. Hoy era su último día como pasante, pero eso no significaba que debía dejar las cosas sin ordenar. Había sido una semana demasiado estresante para el.

Mientras recogía sus cosas, sostuvo en sus manos el marco de fotos en su escritorio, observando una foto de el y Hani, la cuál le hizo sonreír un poco, pero poco a poco la tristeza se adueño de el. Tomó el marco y lo puso dentro de su caja, mientras que terminaba de guardar todas sus cosas.

La extrañaba demasiado. Y por alguna razón, no quería dejarla ir.

—Oye, Chanyeol. ¿Terminaste de archivar los contratos firmados de este año verdad? —Preguntó, mientras que su jefe le daba una mirada. Chanyeol rodó los ojos sin responderle.

Cualquier otra persona en su situación le hubiera respondido inmediatamente, pero Chanyeol conocía muy bien a su padre.

—Aquí están. —Le respondió, poniendo el archivo sobre el escritorio.

—Perfecto, puedes irte ahora. —Le dió una sonrisa burlona, para luego entrar a su oficina que en un futuro sería de él.

Chanyeol sintió un sentimiento de alivio, mientras que terminaba de guardar todo para salir. Hoy, más que nunca, quería desestresarse.

Hoy tenía más ganas de salir a correr.

Al salir de su oficina, fue a la calle con la caja con sus pertenencias en mano. Recordando que su vehículo aún estaba en el taller, y debía recogerlo mañana en la tarde. No tenía de otra que caminar hasta la estación de autobuses, ignorando las miradas con pena de los demás. Quizás pensaban que recién lo estaban despidiendo, lo cuál era una idea completamente alejada de la realidad.

Llegando a la parada, dándose cuenta que estaba más frío de la cuenta, eran el y una chica de baja estatura esperando por el autobús. Ella estaba parada apoyada del anuncio publicitario de pollo, riéndose mientras escribía en su teléfono.

Chanyeol se quedó mirándola, sintiendo el pequeño parecido a Hani en ella. Tenían la misma sonrisa. Chanyeol no pudo evitar pensar que seguro estaba hablando con su novio.

El autobús llegó, por fin. Chanyeol dejó que la chica entrara primero, mientras que buscaba su billetera en sus bolsillo sin encontrarla, haciendo que el chofer del autobús se quedara mirándolo con poca paciencia, Chanyeol sonrió apenado mientras que revisaba sus bolsillos por monedas, sin tener suerte alguna.

—Me bajaré. —Dijo con pena, a punto de bajarse del autobús hasta que una billetera sobre el sensor le abrieron el paso.

El chofer cerró las puertas y empezó a conducir. Era la chica del teléfono, Chanyeol se había dado cuenta mientras miraba como ella caminaba al asiento de atrás.

Chanyeol fue detrás de ella, sentándose en la misma fila de asientos, solo que del lado contrario.

—Gracias. —Chanyeol le dijo.

—No es nada. —Ella respondió, mirándole con una sonrisa.

—Aún así, gracias. —Le respondió, sin mirarla a la cara.

—Es justo como un gato. —Comentó para ella misma, quizás pensando que Chanyeol no la había escuchado—. No mira la cara que le da de comer cuando esta comiendo...

Chanyeol se rió, haciendo que la chica le mirara con sorpresa. Sus mejillas ahora rosadas, entreabrieron sus labios para luego apretarlos.

—Gracias. —Le dijo, mirándole al rostro y dándole una sonrisa.

—De nada. —Dijo, asintiendo levemente para luego mirar a la ventana.

—Mi nombre es Chanyeol. —Se presentó, estirándose para así tomar la mano de ella. Dudando que ella lo hiciera, miró a su dirección.

—Mi nombre es Sora. —Ella le respondió, aceptando su mano y haciendo un leve apretón.

—¿Eres estudiante? —Le preguntó, dándose cuenta de la chaqueta que traía en su regazo. Era la misma escuela de la cual se había graduado.

—Así es, es mi último año. —Compartió.

—¿Qué estudias?

—Bellas artes. —Le respondió, mientras que hacía una mueca—. Estoy haciendo una doble titulación en literatura y artes escénicas.

—¿Quieres ser escritora? —Le preguntó Chanyeol con curiosidad. Sora asintió levemente—. Oh, eso es genial. Me gusta leer. —Compartió, mientras sonreía—. Debes llamarme cuando publiques tu primer libro.

Ella se rió al respecto mientras que Chanyeol aún sonreía.

—Para llamarte necesito tu número, ¿No crees? —Ella le preguntó, sorprendiendo a Chanyeol con esa pregunta.

Pero el silencio la hizo a ell sentir nerviosa. Chanyeol se había dado cuenta.

—Ah, soy tonto... —Dijo rascando su nuca mientras sacaba su teléfono del bolsillo y antes de que se lo pasara, el autobús se detuvo en la siguiente parada, lo cuál hizo que ella se pusiera de pie. Chanyeol sintió un poco de pánico ella miró la parada.

—Aquí me quedo. —Ella murmuró, mientras agarraba su bolso y lo colocaba en su hombro.

—Un gusto conocerte, Sora. —Dijo Chanyeol, apenado al respecto y ella asintió.

—Lo mismo digo, Chanyeol. —Dijo sonriéndole por última vez, antes de bajar del autobús.

Chanyeol se quedó mirándola desde la ventana, como ella simplemente caminaba hacía la cafetería que estaba dos negocios después de la parada, saludando a un grupo de personas con una sonrisa enorme.

Sin dejar de tener ese sentimiento de que había dejado ir, por segunda vez, una oportunidad.

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editado 2024

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora