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Cuando entré al apartamento, todo estaba en silencio y por mucho que trataba de que eso siguiera asi, hice algo de ruido al dejar mis llaves sobre el plato del recibidor. Parece que había salido. Todo estaba oscuro y callado, Baekhyun no suele ir a dormirse con luces apagadas, siempre las dejaba encendida para que yo lo hiciera.

Si estaba sola, mejor.

Entré a mi habitación y encendí la luz, después de tirar mi bolso en el suelo.

- ¡Joder! —Grité, mientras veía a Baekhyun jugando con una pelota tirándola al techo y volver a tomarla. Puse mis manos en las rodillas, mientras calmaba los latidos de mi corazón mientras respiraba profundo.

—Llegas temprano... —Dijo mientras lanzaba la pelota de béisbol.

—Si... —Dije en un tono pasivo—. ¿Estuviste esperándome aquí?

—Si. —Dijo, para luego reírse—. Ese chico... no lo conozco para confiar en el lo suficiente... —Dijo el con simpleza, como si fuera algo usual.

—Oh...

—¿Cómo no me dijiste que tenías novio? Se supone que debemos de contarnos todo... —Dijo el sintiéndose traicionado al respecto.

—Eso, Baekhyun... El y yo, no... —Iba a poner una excusa, iba a decirle que no estábamos saliendo aún. Que era de mi clase de improvisación, pero antes de hacerlo la bombilla de mi habitación exploto dejándonos a ambos en la oscuridad, y a mi salir corriendo de mi habitación.

—¿Como ocurrió? —Preguntó Baekhyun, confundido y curioso a la vez. Usando la lampara de su teléfono para alumbrar, sacudiendo su camiseta para así librarse de cualquier residuo de cristal que le pudieron caer encima.

—Tal vez un corto circuito o algo parecido... —Me acerqué a encender la lampara de noche, al encenderla la mirada de Baekhyun miraba mis movimientos. Me detuve al verlo, ahora su camiseta se encontraba fuera de su cuerpo, mientras que con la misma empezaba a sacudir mi colchón.

—Creo que... Mañana pasaré por alguna ferretería y cambiaré el foco... —Murmuré mientras me ponía de pie finalmente.

Baekhyun tomó mi brazo llevándome a la cama, me senté en esta a su lado y lo mire, el hizo lo mismo.

—Tienes que explicarme todo Sora. Necesito saber. —Dijo el suplicante, como si era una de sus prioridades. Pude mirar sus ojos, a pesar de la luz tenue—. Ese tipo parece que le hace tributo a los DBSK cuando eran 5 y el pelo de Jaejoong fuese su prioridad.

No dije nada al respecto... Por lo cuál el dio una respiración. Poniendo su cabeza en mi hombro.

—Sé que por todo lo que he hecho, no merezco molestarme contigo. Pero, la verdad... Ya que, tu siempre me contabas todo, y últimamente no te he dado la atención que mereces, es lo que me merezco... —Murmuró—. Aunque, ¿Es en serio? ¿Tienes ese gusto en los hombres? Pensé que te gustaban los chicos así, como yo. —Bromeó, apreté los labios.

Si supieras Baekhyun, lo mucho que me gustas.

—¿Como es que se llama? ¿Paek Chanyeol?

—Park. —Le corregí con voz pequeña.

—Oh, y, ¿Donde lo conociste? ¿Estudia en la universidad? —Preguntó el, ahora curioso.

—No. Estudia en otra universidad. Lo conocí en... la parada del autobús... —Dije sin entrar mucho en el tema.

—Oh... Y, ¿Besa bien? —Preguntó el, siendo atrevido. Me ahogué en mi propia saliva mientras que el me miraba con gracia. Pude sentir la sangre posarse en mis mejillas.

—Podrá besar bien, pero nunca olvidarás tu primer beso... —Alardeó el, con orgullo.

Porque a todo esto... Mi primer beso, fue con él, cuando teníamos 15 años. Durante su fiesta de cumpleaños, en la que estuve obligada a jugar por su culpa el juego de la botella, y ese fue el momento en que me empezó a gustar.

—¿Estas pensando en ese momento? —Preguntó en broma, lo miré sonreír y lo empujé.

—Largo. Quiero dormir. —Dije luciendo enojada, pero su sonrisa no me dejaba.

—Esta bien. —Dijo, separando las colchas del colchón, se introdujo así mismo debajo de ellas —. Durmamos.

—¿Piensas dormir aquí? ¿Que ocurre con tu cama? —Pregunté, intentando no sonar nerviosa al respecto.

—Ya estoy en una cama. —Dijo el siendo obvio—. Ven, durmamos, prometo que no te confundiré con las Kardashian's una vez más, ya que tienes novio o lo que sea. —Prometió, según el teniendo una justificación.

Me convencí que esto sería una de esas veces que tuve unas Frazadas de Emergencia y tuve que dormir con el por miedo. Me iba acosté separando un lugar del medio para no tener problemas con el.

—Sora. No he cenado. ¿Tu cenaste? —Preguntó con curiosidad, mientras me miraba.

—No, no he cenado. —Dije dándole una mirada.

—¿Y a dónde fuiste con tu novio? —Preguntó curioso, el silencio invadió la habitación—. ¡Sora! —Dijo indignado, lo cuál me hizo mirarlo confundida.

—¿Qué? —Pregunté, aun confundida. Pero por la mirada en su rostro pude descifrar en lo que estaba pensando—, No, no... ¡No!

—Eres una mujer, después de todo... Es normal. —Baekhyun dijo en un tono de conformación.
Me volteé en el colchón, gritando en este frustrada, y también avergonzada.

—Pero sabes, deberías...

—No pienso hacerla a esta hora. —Le dije, mientras le miraba.

—Por favor. Por mi. Por nuestra hambre. Por nuestra amistad. —Me abrazó, teniéndome cerca de su cuerpo—. Por nuestra hambre, otra vez. ¡Por favooooooor!

—Baekhyun...

—Voy a ayudarte. Lo prometo.

—Son casi las 11 de la noche.

—¿Acaso existen horarios para comer? Come cuando quieras y ya... —Dijo el como siempre, viviendo su vida en el mantra de Hakuna Matata.

—Eres insoportable. —Bromee mientras me rendía. El sonrió y beso mi mejilla—. Ve a la tienda, compra salsa de tomate y salsa bechamel, y una lata de champiñones.

—¿Que más Chef Kwon? —Preguntó con tranquilidad, mientras me sonreía.

—Trae pudín... —Pedí. El sonrió y asintió.

Mientras Baekhyun se había ido a la tienda, yo me había quedado en la cocina, hirviendo el agua para las pastas. Mientras recalentaba la carne que usamos antes de ayer para los tacos, había sobrado lo suficiente como para que dos personas comieran. Iba mezclando todos los vegetales en la olla, para que estos se incorporaran bien en la carne.

La llave del lavaplatos se abrió de repente, saqué la cuchara de madera de la olla y miré al lavaplatos. Al acercarme a esta y la cerré, sintiendo el viento frió cruzar por mis manos, y tenía la sensación de que alguien estaba detrás de mí. Me volteé, esperando que se tratara de Chanyeol pero todo seguía normal, me encontraba como si todo estuviera bien. Lo cuál me preocupaba más.

—¡Sora, Llegué! —Anunció Baekhyun mientras cerraba la puerta. Volteé a dar la vuelta cuando me encuentro con un espejo en trozos en frente de mi, cada pieza en su lugar y dándome un reflejo de mí misma, un poco distorsionado. Pero esa no era yo. Mi rostro y cuerpo estaban cómo si hubiese sobrevivido a un incendio. Mi cara estaba quemada, llena de ampollas y sangre.

Cerré los ojos de golpe y gritando asustada, toqué mi rostro.

—¿Qué sucede? ¿Qué pasó ? —Entró Baekhyun a la cocina, alarmado tocando mis hombros.

Al abrir los ojos todo estaba naturalmente como antes, y pude ver en sus ojos su preocupación.  Y detrás de el Chanyeol, quién sonreía y caminaba lejos de ambos.

«Y, aún no empieza...»

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora