forty two

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19 de diciembre, 2012

Hoy era el día de mi cumpleaños. Me sentía un tanto absurda de nacer en los fríos días cercanos a las festividades. No había nada de especial, más que ya casi sería navidad y terminaba el año.

Siempre me hubiera gustado nacer en las primaveras de junio o empezando el verano, dónde podía hacer muchísimas cosas con un clima cálido y sin congelarme hasta los huesos.

—¿Vamos a beber? —Preguntó curioso Baekhyun mientras abrazaba mis hombros. Lo empujé a un lado y continúe leyendo mi libro.

—Hace frío.

—Si quieres nos calentamos. —Dijo, mientras deslizaba la manta fuera de mi cuerpo, cerré mi libro y se lo pegue en la cabeza, quitándole la sonrisa picara que tenía en el rostro.

—Auch. —Dijo, sorprendido y tocando su cabeza.

—Largo de aquí, Byun.

—Vamos, es tú cumpleaños. —Ánimo el.

—Eso no significa que sea el día perfecto y quiera salir. Esta nevando. —Le dije, volviendo a poner la manta sobre mi.

—Soooooora~ No seas así, ¿Si? Vamos al club... ¿Si? ¡Por favor! ¡Por favor! —Pedía Baekhyun moviéndome en sus abrazos, rogándome como si fuera un bebé.

—No iré. —Le dije, acomodando mi libro en mi regazo—. Y no cambiaré de opinión.

—Oh, ¿En serio? —Subió una de sus cejas, sonriendo con un poco más de picardía. Lo cuál me daba a entender que no me quedaría aquí esta noche.

*

—No puedo creer que me obligues a venir aquí, con esta ropa. —Le dije enojada, mientras que miraba cómo los copos de nieve ser removidos de la ventana del auto.

El pasó su brazo atrás del asiento y me paso una bolsa en mi regazo, reconocía las marcas y los colores que habían ahí se acercaban a los que abundaban en mi closet.

—Vas a vestirte. —Dijo, dando una sonrisa mientras seguía mirando a la carretera.

—Maldito. —Le respondí de mala manera a lo que él sonrió.

—Te gustará. —Me respondió el dando una sonrisa.

—No, no me gustará. —Dije mientras miraba a la calle—. ¿Por donde queda? ¿Tiene cerca una parada del autobús?

—Para tu desgracia, no. —Me respondió el mientras cruzábamos el puente.

—Mierda...

—Te gusta mucho maldecir. —Se quejó, mientras ponía su mano en el mando, la miré y esta tenía un anillo que no había visto antes.

—¿De verdad?  —Le respondí, un poco irónica y disimulando mi amargura al respecto.

Baekhyun rodó sus ojos, evitando que una risa se le escapara mientras conducía. Luego de varios minutos, se estacionó en una gasolinera que estaba casi desolada. Y gracias a los múltiples episodios que veía al día de Criminal Minds, sabía que esa no era una buena opción.

—¿Qué? —Le pregunté, frunciendo el ceño.

—Vístete en el baño. —Me dijo, señalando la caseta que estaba a unos 20 pasos de distancia. Negué con la cabeza.

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora