Capitulo. 1

22 1 0
                                    

Porque llegaste para demostrarme que es diferente y puede ser hermoso con la persona correcta

...

Salió de su casa con los primeros rayos de sol asomándose entre las nubes, que hacían parecer él día nublado. A pesar de que sabía que iba con buen tiempo para llegar a su colegio, decidió darse prisa como todos los días, solamente por una cosa.

Él...

Llegar a la calle del colegio incluso antes de que abrieran la puerta, era solamente por una razón, poder ver a su "querido novio", cómo él le llamaba, aunque su novio era solamente un año mayor que él, ese chico ya se encontraba en su primer año de preparatoria, mientras que él aún se encontraba estudiando el último año de secundaria.

Varios chicos que estudiaban en esa preparatoria,"Saebit H.", pasaban por la secundaria para llegar a su destino, y su novio era uno de ellos. Porque sí, ese chico a pesar de que podía pasar por su novio e ir juntos y después seguir su camino, no, solo decía que no podía pasar por él porque tenía cosas más importantes que hacer por la mañana.

...

Llegó a las afueras de la secundaria, cómo siempre encontrándose con sus amigos, Savannah y Michael, que igual que él, estudiaban el último año. En realidad, ellos no es que quisieran llegar temprano, pero querían apoyar a su amigo en su "feliz relación", además de que debían cuidarlo por si aquel chico decidía alguna vez propasarse con él aprovechando que al ser muy temprano, ningún otro alumno de la secundaria llegaba a esa hora.

- Ya llegué, chicos. Espero que no sea muy tarde - habló él más bajo, arreglando su cabello y su uniforme, solo para verse "mejor" para su novio.

Jael, era el nombre de ese chico que esperaba por su novio. Jael era un hermoso joven de tan solo 15 años, su piel color leche, su cabello castaño casi rubio llegando a contrastar con sus hermosos ojos color miel, su rostro hermoso y sin imperfecciones que se notarán, sus mejillas regordetas y de un color rosa suave natural, labios rojizos y rellenitos, su estatura no era la más alta pero digamos que estaba cerca de la promedio, con su 1.65, y él juraba estar cerca del 1.70.

Era un chico muy hermoso a ojos de todos y todas. Muchos chicos quisieran tenerlo a su lado, mientras muchas chicas quisieran tener un novio así de lindo. Porque no era solo bonito, también era amable, caballeroso, sonriente y ayudaba a los demás. ¿Acaso no era él chico perfecto?.

Pero para su mala suerte, tenía por pareja a un total idiota. Kevin. Un chico con buena estatura, cabello café grisáceo, ojos café de igual manera, no era feo así que también tenía cierta popularidad, pero su forma de ser y personalidad era una mierda.

No solo era molesto e irritante, también era bromista, y no hacía bromas graciosas, solía burlarse de las personas por su apariencia y como eran, no tenía una pizca de amabilidad y sus notas eran pésimas. Era un total idiota. Incluso muchas personas se preguntaban cómo es que era novio de un chico tan hermoso y lindo con los demás.

...

- En realidad no sé por qué te esmeras tanto por llegar tan temprano, solo para ver a ese cretino, cuando puedes venir más tranquilo e incluso dormir más - expresó con él ceño fruncido Savanah, recargandose en la pared. Los tres chicos se encontraban en la esquina donde pasaban los alumnos de la preparatoria "Saebit H."

- Ya lo hablamos Savi, quiero ver a Kevin antes de entrar a clases, me pongo de buen humor sí lo hago

- Hablando del Rey de Roma - dijo en bajo Michael mirando a Savannah que acompaño su broma. -Él pendejo que se asoma -

Ambos chicos rieron mirando a su amigo que les lanzaba una mirada de pocos amigos, pero acostumbrado a sus bromas sobre su novio, que ya estaba llegando a la esquina, mientras hablaba con sus amigos y unas cuantas chicas, como era su costumbre.

- Kevin! - alzó un poco la voz él más bajo, para que su novio lo viera y cuando obtuvo la atención de este, sonrió viéndolo caminar hacía él dejando a su grupito de compañeros.

- Hola, nerd - saludo con una mirada llena de burla que obviamente Jael no notó porque instantáneamente se lanzó a los brazos de su novio abrazándolo como cada mañana. Sin embargo su abrazo no era correspondido, cómo siempre.

- Hola a ustedes también, ¿Cómo les va su vida de nerds? - bromeó de mal gusto con los amigos del chico más bajo que lo estaba abrazando.

- Y a ti? Con tu vida de idiota? - respondió Savannah con un ligero toque de molestia en su voz.

- Ja, ja, si, cómo sea tengo que irme - dijo separando a su novio de un empujón en su hombro. Acomodo su cabello y su ropa que según él fue arrugada por Jael.

-Adiós, te quiero Kevin -despidió a su novio con una sonrisa, tan bonita como las que un chico como Jael podía regalarte. Sin embargo su pareja no la vio ya que ya se había dado la vuelta y empezando a caminar. -Si, si, cómo sea, yo también -habló lejos del grupo de menores con su arrogante voz.

...

Para Jael, su novio no era perfecto, y eso lo sabía porque nadie es perfecto, las pocas y escasas muestras de afecto que su novio le daban solo le decían que era una persona que no sabía expresarse, y eso no era un problema para él. Incluso cuando le decían todas las cosas que hacía en su preparatoria, él solo decía que eran jóvenes, obviamente iban a ser "rebeldes y un poco molestos". Pero Kevin pasaba esa línea entre ser un joven rebelde y ser un completo idiota. Sin embargo, ese lindo chico castaño no se daba cuenta, Kevin lo tenía cegado, con una de las peores de las maneras. La manipulación.

Porque sí, Kevin manipulaba a Jael de forma discreta pero eficiente. La táctica de Kevin no era ignorar su novio o tratarlo mal en todo momento, al contrario, escogía que momentos usar para querer a Jael y que momentos ignorarlo para crear una confusión en él. Pero una confusión que llevara a Jael a preguntarse a si mismo, ¿Hice algo mal? ¿Deje de ser bonito para él? ¿Y si conoció a alguien mejor que yo?, Llevándolo a disculparse con su novio aunque no haya echo nada malo con él.

Después de eso Kevin procedía a disculparse con su pequeño novio con cualquier excusa barata y un solo chocolate, porque sabía que a Jael le encantaban los dulces. Así era como la relación de ambos funcionaba.

Además Kevin solía usar frases como "¿Quién va a quererte más que yo?" "Nadie te amará como yo lo hago, cariño", esos frases narcisistas pero disfrazadas con un toque falso de amor, que Jael creía porque, vamos; él era solo un niño que apenas empezaba a experimentar la vida y aunque Kevin solo fuera un año mayor, él desde temprana edad comenzó a salir de casa, a tener amigos, a hacer desastre. Lo que ambos habían experimentado a esa edad, no era lo mismo.

Los padres de Jael, por temas de trabajo, muy pocas horas al día estaban en casa, incluso algunas veces ni siquiera llegaban a dormir, pero confiaban en su hijo, y también en la zona que habían escogido para vivir, era un vecindario lindo y tranquilo, donde todos los vecinos se conocían unos a otros; incluso confiaban en las amistades que había echo su hijo con los demás niños.

Pero a pesar de estar ausentes, en casa, no lo estaban de la vida de su hijo, siempre se daban tiempo y lugar para preguntar o revisar como estaba su tesoro, darle alimento y cuidados, cariño y otras cosas más. Así que Jael no los consideraba malos padres, solo eran personas ocupadas. Incluso sabían de la relación de su hijo, se dieron tiempo de conocer a Kevin y aceptarlo, supervisaron a su hijo en sus primeras citas, y se aseguraron de que Kevin fuera buena opción para su hijo.

...

Kevin sabía actuar tan bien delante de otras personas.

 Prometí Cuidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora