Él fin de semana transcurrió demasiado normal y tranquilo para Jael, excepto por pequeñas salidas que había tenido con sus amigos al parque o a su cafetería favorita. Claro que para sus amigos no paso desapercibido que él castaño usaba la chaqueta de Jake y la combinaba con sus atuendos aunque fuera como tres o más tallas grandes que él y su ropa.A Jael no le importaba, se había acostumbrado a traer la chaqueta consigo, inclusive durmió con ella puesta un día que llegó muy cansado a casa y solo se acostó a dormir. Decía que él aroma de la tela era demasiado confortante y que lo hacía sentirse cómodo.
...
La semana nuevamente empezó y con ello él lunes donde debían asistir a clases nuevamente. Por suerte él uniforme le ahorraba tiempo por la mañana de buscar algo que ponerse, sin embargo sabía que en la preparatoria eso no iba a ser así, las preparatorias de la cuidad ya no portaban con uniforme y para identificar a los alumnos portaban su credencial de estudiante donde venía él nombre de la escuela a la que asistían. Algunos decían que era más cómodo.
Disfrutó realmente los días en los que tuvo la chaqueta, si hacía la cuenta bien ya llevaba 4 días con la prenda ajena pero que se sentía como si fuera suya.
...
Era martes y por consiguiente tenía su taller de artes, dónde aprendía a dibujar, pintar y a hacer manualidades, era como clases extras a parte de la clase de Artes que llevaba en su horario. A él le gustaba el arte y no se dió la oportunidad de perderse asistir al taller.
Sus amigos se fueron primero ya que no tenían ningún taller ese día y él salió un par de horas después con un dibujo terminado que había echo esa misma tarde, era hermoso, era un león en su hábitat natural y con él realismo siendo casi perfecto. Su taller le ayudo mucho a mejorar su dibujo.
Abandono las instalaciones con su mochila en hombros y su dibujo en sus manos, empezó a caminar pero una voz lo detuvo.
- Pero, ¿Qué llevas ahí, cariño? -se dio la vuelta al escucharlo y miro a los amigos de su ex novio, suspiró tratando de buscar rápidamente una idea para salir de ahí y la mejor era correr pero antes de girarse una mano lo detuvo y como ese día, hicieron un círculo a su alrededor para evitar que se fuera.
No quería, pero estaba sintiendo las manos invasivas de aquellos chicos y su cercanía que lo hacía incomodarse y en un punto solo quiso empezar a llorar. Dejo de sentir él dibujo que llevaba en su mano cuando le fue arrebatado por uno de ellos que solo río y lo mostró a los demás con burla.
- ¡¿Qué tontería de dibujo es está?! - exclamó riendo junto con los demás, él más bajo por su parte trato de recuperar su dibujo pero un empujón brusco lo hizo caer al suelo. Nadie iba a detener eso, la escuela a este punto ya debía estar casi vacía excepto por algunos estudiantes en sus talleres vespertinos y algunos profesores pero nadie aquí afuera que pudiera ver esto. Mucho menos porque los chicos lo tomaron para llevarlo a la vuelta del edificio que se encontraba aún más solitario.
- S-solo dámelo p-por favor... - sollozó bajito solo provocando más burlas por parte de los demás. En ese momento sintió que su mochila también le fue arrebatada. No pudo resistirlo más y sus lágrimas cayeron, y para ese instante los chicos aprovecharon para quitarle la chaqueta que lo resguardaba del viento frío que empezaba a adueñarse de las calles.
Sentía que no podía moverse y aunque intentará hacer algo, los chicos eran muchos y más grandes qué él. Ellos ganarían de cualquier forma.
No hacía más que ver al suelo y sus lágrimas nublaron su vista. Pero, no fue hasta que escucho un ruido de un motor detenerse y unas ruedas derrapar en la acerca de forma abrupta delante de ellos, hizo que todos los chicos se detuvieran y voltearan a ver, tanto como ellos y él castaño vieron a un chico demasiado alto bajar de una motocicleta y caminar de forma firme y rápida hacia ellos.
Aquel chico tenía puesto el casco y no se podía ver su rostro, pero le propinó un golpe al chico que pudo tomar primero y después a los siguientes que se fueron contra él. Terminó en una pelea donde todos los chicos que estaban molestando al castaño, quedaron en él suelo para después proseguir a huir de ahí corriendo.
Jael miro con miedo al chico frente a él, era alto y fuerte. Justo como un chico que él conocía. Su sorpresa fue cuando él muchacho se quitó el casco, era Jake. Jake había venido a salvarlo otra vez. En medio de su mar de lágrimas, pudo sonreír con solo ver al pelinegro enfrente suyo, le coloco la chaqueta que esos idiotas le habían quitado y sin pensarlo mucho tomo su mano para ayudarlo a levantarse.
Jael solo dejo fluir sus lágrimas, realmente se había asustado por lo que sea que pudo haber pasado sí él no llegaba. Volteó a ver hacía él suelo y miro su dibujo roto, sollozó con tristeza y enojo combinados. Vio a Jake tomar lo que quedaba de su dibujo y después lo miro a él.- Ven conmigo - hablo él más alto y llevo al menor a su motocicleta subiendo primero él, Jael suponía que él debía subir atrás porque eso era lo correcto, pero lo siguiente lo sorprendió. Jake tomo su mano y después su brazo para acercarlo y acto seguido tomar su cintura para levantarlo sin ningún problema. Él pelinegro era muy fuerte y lo confirmaba con eso. Dejo al castaño delante de él en la motocicleta, en los pensamientos de Jake, ese niño era demasiado pequeño para ir atrás de él y era más seguro llevarlo adelante donde pudiera vigilar que estuviera bien.
Jael, desconcertado y algo avergonzado de tener a Jake tan cerca, solo pudo quedarse callado sin saber que decir. Quería saber a dónde lo llevaría, pero también sollozar era algo que no había dejado de hacer, a pesar de que ya no le estaban haciendo nada. Su dibujo maltratado y roto se le fue entregado de las manos de Jake y después él casco que él anteriormente traía puesto se le fue colocado.
- Tal vez te quede grande, pero evitaremos un accidente. Agárrate fuerte -fue lo único que dijo para después encender la motocicleta y acelerar.
Jael solo pudo poner sus manos en él tanque, con miedo; él nunca se había subido a una motocicleta y estaría mintiendo sí decía que no estaba algo aterrado. Cerró sus ojos en un punto del viaje mientras sentía que él casco le pesaba al ser grande. Un poco tembloroso, Jake lo notó cundo aceleró, y con cuidado puso una mano sobre la cintura del menor.
Era pequeña y fácilmente podía rodearla completa con sus manos.
La mano de Jake en su cintura, tomándolo firmemente para darle seguridad, lo hizo sonrojarse y cerrar sus ojos con más fuerza. Sentía que era un toque demasiado íntimo. Ya suponen porque, su ex novio tampoco nunca lo había tomado de la cintura de esa manera cuando estaba asustado, incluso no lo había pensado pero su ex tampoco nunca lo había rescatado cómo Jake lo hizo.
...
Él viaje con Jake, no puede negar que no fue agradable, pero se sintió nervioso y cohibido todo él tiempo, por la cercanía que sus cuerpos tenían y la mano en su cintura que en ocasiones apretaba cuando llegaban a una vuelta o un bache.
Llegaron a una casa, algo grande para la vista de Jael. Él castaño fue él que bajo primero con la ayuda del pelinegro quién bajo después de apagar la motocicleta. Le quitó él casco al menor y con un movimiento de cabeza indico que lo siguiera. Jake saco las llaves y abrió la puerta de la gran casa y pasaron. En la cabeza de Jael era aún más grande por dentro, a simple vista veías la sala de estar, a un costado él comedor y después un pasillo y junto a este las escaleras para subir al piso de arriba.
- Lamento haberte traído a mí casa, solamente así. No sé dónde vives y parecías muy asustado como para poder decirme si te preguntaba - dijo dejando él casco en uno de los sofas - Siéntate -
Jael hizo caso como si le hubieran dicho una orden, que obviamente no fue así. No sabía porque Jake lo había traído a su casa exactamente. Pero no sentía miedo o algo por el estilo.
Se sentía seguro. Jake lo hacía sentirse seguro.

ESTÁS LEYENDO
Prometí Cuidarte
Teen FictionJael, acaba de terminar con su novio, que era un total idiota y cree que no va a poder superarlo. ¿Llegará otro amor para nuestro protagonista? O ¿Seguirá amando a su antigua pareja?