Capitulo.39

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Jael no podía dejar de pensar si lo que pensaba podría ser verdad ¿Jake lo llevaría al recinto? No quería hacerse ilusiones porque también era muy posible que no fuera así. Entonces solo debía esperar.

Y con ansias cuando terminó la semana y el sábado llegó. Jael estaba que se mordía las uñas de la curiosidad. Que corrió a la puerta para abrirle a su novio y lo saludo con cariño como siempre para luego ir hacia la motocicleta.

Eligió tener fé, mirando el camino que iba llevarlos al lugar. Que fue nada más y nada menos que efectivamente el recinto de mariposas. Él castaño salto emocionado de la motocicleta y miró la entrada del lugar.

- Jakey... No puedo creer que consiguieras entradas ¿Cómo lo hiciste? No, más bien. Muchas gracias. - se lanzó a abrazarlo a lo que él pelinegro dejo un casto beso en sus labios.

- Te dije que iba a gustarte mí niño. Me enteré que estaría aquí así que sabía que querrías venir. -

Él castaño asintió eufórico y tomó la mano de su novio para caminar hacía adentro donde Jake entrego las entradas y después pudieron pasar. Había árboles, flores y un río que corría en línea recta a un lado del sendero. Era muy hermoso y a los primeros pasos ya se podían observar algunas mariposas con sus alas revoloteando por ahí un poco lejos.

Más adelante había un par de guías que se encargaban de explicar algunas cosas, como las especies de las mariposas, la habitad en qué solían vivir, como se alimentaban, entre otras cosas. Mientras que en ambos lados de los senderos habían carteles informativos también.

- Vamos a verlas todas. - comento emocionado.

- Claro que sí mi niño. -

Siendo aparentemente jalado por Jael quién caminaba delante de Jake observando. Él pelinegro le estaba advirtiendo al menor que tuviera cuidado al no separarse de él. Y bueno conociendo a Jael quién al no haber escuchado terminó por separarse de su novio pero él seguía creyendo que él pelinegro estaba detrás de él y seguía su recorrido. Aunque no era así.

- Mira, está mariposa es muy poco conocida Jake. - dijo leyendo el cartel informativo y al no escuchar respuesta levantó su cabeza. Miro a los lados y no estaba Jake cerca de él. Oh no, se había alejado de él.

- ¿Te gusta esa mariposa? -

Una voz lo saco desprevenido. Era un chico quién al parecer trabajaba en el recinto. Se acercó a él hasta quedar a la par, él castaño no dijo nada y dio un paso hacia atrás provocando más cercanía por parte del contrario.

- Generalmente son muy poco vistas porque se dispersan y no se mantienen todas juntas en su viaje hasta llegar a su destino. - le explicó el extraño sonriendo. - Se alimentan principalmente de una flor asi que se detienen para conseguirla. -

Él chico a este punto se había encorvado un poco para estar a la misma altura que Jael que no estaba poniendo precisamente atención a lo que decía el contrario. Estaba tratando de buscar a Jake con la mirada por si lo veía cerca.

- Una de las pocas flores que consumen es precisamente está de aquí. - le señalo una flor de color morado que llegaba hasta el lila en su interior. - Dicen que su aroma es muy reconfortante, mira. -

De un momento a otro, él contrario había tomado la mano del castaño para acercarla a la flor, intento safar su mano del agarre pero lo sintió más fuerte. Pero fue detenido por una tercera que agarro con fuerza la mano intrusa y la alejó de la mano de Jael.

Era Jake.

- No vuelvas a tocarlo con tu asquerosa mano ¿Entendiste? - le advirtió está ves tomando la mano de su novio quién se había escondido detrás de su cuerpo.

 Prometí Cuidarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora