Los tres chicos salieron de sus clases que por fin habían terminado. Durante las siguientes horas después del receso, Jael estuvo muy emocionado porque tuvo la "brillante" idea de ir al colegio de su novio para regresar juntos.
Savanah y Michael insistieron en que era mala idea, porque sabían que cualquier cosa podía pasar y ellos no podían acompañar a su amigo a recoger a su novio y después acompañarlos a su casa, simplemente él tiempo no les iba a cuadrar ese día. Pero Jael era terco y aún más si se trataba sobre algo de su novio.
Ambos amigos se despidieron de Jael, le dijeron que tuviera cuidado, que cualquier cosa los llamará a ambos o a uno, y si Kevin intentaba hacerle algo corriera y gritara para pedir ayuda. Él castaño pensó que sus amigos estaban exagerando demasiado, pero de igual manera agradeció los cuidados y se despidió de ambos con un abrazo. Y así recorrer el camino faltante para llegar a dónde estudiaba su novio.
...
Al llegar a la preparatoria, pudo ver varios alumnos saliendo del plantel, ya que en la preparatoria los horarios eran diferentes, algunos grupos salían más tarde, otros más temprano, dependiendo incluso del día. Notó a los amigos de su novio saliendo del lugar y caminar, pero Kevin no estaba por ninguna parte. Entonces decidió acercarse y preguntar.
- Oigan! Disculpen! -tuvo que alzar un poco la voz y sus manos para que pudieran verlo, ya que entre él bullicio de ellos y su diferencia de altura, no podía verse fácilmente.
- Ah, pero si es él pequeño Jael - dijo uno de ellos al darse la vuelta, deteniendo a todos los demás. Acercó su mano al más bajo y tocó su cabello, acción que hizo que él castaño removiera un poco su cabeza por la incomodidad del tacto. Ni siquiera su novio hacía eso.
-¿Qué te trae por aquí, pequeño? - hablo otro de ellos. Jael empezaba a sentirse más pequeño de los normal entre todos esos chicos. -Bueno, yo, buscaba a Kevin, ¿Saben dónde está? -preguntó él castaño apretando ligeramente los tirantes de su mochila sobre sus hombros.
-Ah, ja, ja, ja. Buscas a Kevin... - soltó una carcajada él chico que le había tocado el cabello y lanzo una mirada a los demás de ¿Burla? -Esta adentro por él jardín, puedes buscarlo, te dejarán pasar sin problemas -
En la preparatoria "Saebit H.", había un jardín antes de entrar al edificio principal ,ese jardín no era realmente cuidado por guardias, era más como un área común pero se consideraba dentro de los límites del colegio, pero nadie hacía nada malo ahí y nunca había ningún acto delictivo en esa zona. Entonces, Jael agradeció y fue hacía él jardín entrando con cuidado, mirando todo, tenía mucho césped y flores, además de unas cuantas pequeñas bancas. Busco a Kevin con la mirada antes de adentrarse más, pero no veía rastro de él.
Caminó un poco más, viendo hacía los lados para encontrar a su novio, pero entonces chocó con algo que lo hizo caer al suelo. Soltó un pequeño quejido y su mochila decayó de uno de sus hombros. Miro hacía arriba y aclaró un poco la vista ya que él sol no lo dejaba ver muy bien. Había un chico demasiado alto, incluso más que su novio, con un pantalón negro un poco suelto, una camisa blanca de vestir arremangada, una chaqueta de cuero del color de su pantalón y llevaba una mochila en uno de sus hombros de color rojo y negro contrastado, llevaba una gorra negra.
Se levantó rápidamente y pidió una disculpa hacía él chico más alto; demasiado alto, que incluso tuvo que inclinar su cabeza como si estuviera viendo él cielo, no podía observar bien él rostro del chico por su él sol que dificultaba su vista y la gorra que traía.
- Ten más cuidado, niño. Podrías tener un accidente -aquella voz era gruesa y demandante. Jael sintió que se le erizo la piel. Y su cuerpo se crispo cuando sintió que la mano del chico le acomodaba la mochila. Su vista se fijo en su mano, era grande y grave, venosa y fuerte. ¿Cuántos años tenía él chico frente a él?.
- L-lo siento, n-no m-mire por dónde iba...- hablo y se disculpo una vez más de manera temblorosa. Vio al chico rodearlo y seguir su camino, quedó estático un par de instantes. Nunca había visto a alguien tan alto y que pareciera tan mayor. Regreso en sí, y olvidando él incidente, siguió buscando a su novio.
Miro a un chico de espaldas, parecido a Kevin, miro la mochila que reposaba en su hombro y era la mochila de su novio. Sonrió feliz por haberlo encontrado, iba a acercarse a él, pero algo detuvo su camino. Su novio estaba con un abrazo apoyando en la pared del edificio y delante de él estaba una chica más baja, de pelo largo y rubio, al parecer estaban platicando pero... Estaban muy cerca, casi parecía otra cosa.
La sonrisa en él rostro de Jael se borró por un segundo, segundo en el que la chica notó su presencia a unos metros de ellos y después Kevin volteó. Ambos se miraron y Kevin le dijo algo a la chica para después acercarse a su novio con el ceño fruncido.
- ¿Qué estás haciendo aquí? Deberías estar en casa -hablo tomando él brazo del castaño con algo de fuerza, haciendo que intentará zafarse del agarre de su novio. - Vine para ver si podíamos irnos juntos- respondió con su característico tono de voz que solo reflejaba inocencia y felicidad. Le sonrió a su novio quien solo le miraba con enojo y un semblante serio.
- Yo me voy más tarde, tengo cosas que hacer. Regresa por tu cuenta y no me molestes ahora. - él tono de voz que uso fue grave, solo dándole la indicación de que estaba molesto. "¿Qué había echo mal está vez? ¿No debí haber venido?". Su carita se deformó a una de tristeza y su mano fue a su brazo que anteriormente había sido maltrato con el agarre de Kevin.
- Esta bien... Adiós... T-te quiero - balbuceó lo último y miró a su novio quien solo asintió y le dió un pequeño empujón para que se fuera de una vez.
Jael se dió la vuelta y tardo unos segundos en empezar a caminar a pasos lentos mirando hacia el suelo. A pesar de que era común que su novio le hablara así un par de veces, muchas de ellas le dolían, porque sentía que estaba haciendo algo mal y era un mal novio para Kevin. Sin pensarlo mucho empezó a correr para salir del jardín, mientras aguantaba las ganas de llorar, pero en sus ojitos ya había lágrimas listas para salir. Su mano echa puño fue hacía uno de sus ojos para limpiar lo húmedo y finamente salió del lugar sin dejar de correr para llegar a casa.
Su intento de no llorar después de las palabras de su novio, y su correr hacía la salida, fue todo visto desde la mirada expectante de alguien, que se encontraba en la salida del jardín al otro extremo.
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Prometí Cuidarte
Teen FictionJael, acaba de terminar con su novio, que era un total idiota y cree que no va a poder superarlo. ¿Llegará otro amor para nuestro protagonista? O ¿Seguirá amando a su antigua pareja?