Prometí Cuidarte

Capitulo. 9

Jael salió de las instalaciones de la secundaria junto con sus amigos. El día anterior había cenado con sus padres y les contó un poco acerca de lo que había sucedido, sin embargo omitió algunas partes, no estaba listo para hacerlo, porque tendría que explicar cómo es que dejo que un chico además de llevarlo a su casa lo abrazara y consolara.

A pesar de que sus padres le hicieron varias preguntas de cómo era el chico, cómo lo había tratado exactamente y su intentó hacerle algo malo cuando lo llevo a su casa. Jael negó rotundamente ese tipo de preguntas, Jake no era ese tipo de persona, a lo que había visto hasta ahora, nunca vio la intención de hacerle algo malo.

- Vamos a acompañarte a tu casa, no queremos que vuelva a pasarte algo malo, cariño. Aunque tal vez Jake vuelva a venir a tu rescate y te ponga en su pecho otra vez - dijo de forma divertida a lo que su amigo castaño se avergonzó y la empujó suavemente.

- Jael! - una voz grito él nombre del castaño y tanto como él y sus amigos voltearon a ver de quién provenía. Era Jake. Venía con su mochila en brazos y parecía un poco agitado pero se acercaban a una velocidad considerable a los más jóvenes.

- Es él... - dijeron bajo Savannah y Michael mientras miraban al alto chico que se acercaba a ellos y terminó frente a Jael. Tuvieron que estirar su cuello para ver la cara del chico. Su amigo no mentía cuando decía que Jake era demasiado alto.

- J-jake... ¿Q-qué h-haces aquí? - interrogó con nervios él castaño hacía él pelinegro y esté solo sonrió y revolvió su cabello.

- Vine a acompañarte a casa. No quiero que te pase nada está vez -

Jake lo había dicho de manera simple, pero para Jael fue algo que lo dejo totalmente sorprendido y avergonzado, que volteó a ver a sus amigos quienes estaban sonriendo diciéndole con la cabeza que respondiera un "sí" definitivo.

No era algo que pasara desapercibido para los tres jóvenes, pero todos los alumnos que salían en ese momento tenían su vista clavada en él chico mayor. Y era obvio, era tan atractivo, tan alto y sus ropas en un balance entre colores oscuros y colores fuertes lo hacían ver aún mejor, con su cabello negro y desordenado. Jael podía jurar que hasta escuchaba a las chicas suspirar alrededor suyo.

Quería que dejarán de mirar a Jake ¿Acaso no tenían otra cosa que hacer?.

- Hola - saludo él más alto hacía los chicos que estaban detrás de Jael y estos solo sonrieron y asintieron muchas veces con la cabeza mientras le devolvían él saludo.

- Muchas gracias, Jake. Pero no tenías porque hacer esto, seguramente tú tienes más cosas que hacer y... ¿Ya acabaste tus clases? No ¿O sí? -

Jake solo pudo reír bajo por lo rápido que hablaba él chico frente a él y lo detuvo tomando su mentón con delicadeza para detener su hablar.

- No, no he acabado mis clases, me falta mí práctica de fútbol. Pero siempre se tardan para empezar y tengo alrededor de 10 o 15 minutos. Y quise acompañarte, no dejaré que algo así vuelva a pasarte. Pero tenemos que darnos prisa -

Él castaño no supo reaccionar perfectamente a lo que él contra le estaba diciendo. Eso sonaba como si ¿Estuviera cuidándolo?, Jamás lo habían cuidado asi un chico que no fuera su amigo o incluso su amiga; su ex novio jamás lo acompañaba a casa, decía que tenía cosas más importantes que hacer y no podía perder su tiempo.

- Vamos - tocó su hombro y Jael apenas reacciono y asintió, miró a sus amigos y estos le hicieron señas de que se fuera mientras le sonreían. Pareciera que ellos estaban más emocionados que él mismo, pero eso no era lo que estaba pasando.

Dentro de Jael sentía un revuelo al saber que Jake había venido por él para acompañarlo a casa.

Comenzaron a caminar, y se sentía más pequeño junto a Jake ya que esté tenía su mano en uno de sus hombros haciéndolos caminar juntos.