inconvenientes Parte 31

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Todo era tan confuso frente a ella, entendía lógicamente lo que estaba pasando frente a ella pero no lo lograba comprender el por qué todo a su alrededor se estaba desarrollando de esa forma, tan... única, el mirar a la capitana Annie conviviendo con su madre fue por decirlo menos... interesante. No terminaba de entender la relación entre los padres e hijos en la corte, que trataba a sus hijos como simple moneda de cambio para poder tener dinero y estatus, solo el padre de Eren parecía lo suficientemente "normal" como para tratar a su hijo como lo que era "su hijo"... pero ahora que veía la relación familiar entre los piratas, sin duda prefería volver cuando los padres esperaban que sus hijos les consiguieran buenos lugares en la sociedad, sin duda por lo menos los niños tenían muchas más posibilidades de llegar a la edad adulta.

Arrojarse cualquier objeto cortante de la nada si estaban muy cerca la una de la otra, no parecía lo más sano en una relación familiar, destrozar todo lo que se allá sobre la mesa en las cenas "familiares" y terminaban en una pelea de comida a dos bandos sin cuartel, sin contar la vez en que ambas estaban practicando con la espada en cubierta y da algún modo que aún no lograba entender terminaron en una pelea a golpes y rodando hasta caer al mar, tal vez la mayor extrañeza que no entendía era ¿por qué carajo insistían en estar las dos juntas en el mismo barco?, la mitad de los desastres que ahora ocurrían se podrían solucionar si tan solo se alejaran una de la otra, tres malditos metros.

- MIKASA

- Si capitana – el tono de voz era de completo hastió que sentía de toda la situación

- ¿Por qué MIERDA NO ESTAS AYUDANDO CON MI MADRE? – le pregunto

- ¿Por qué no soy parte de tu tripulación? – respondió con un aburrimiento en el tono

- PERO ESTAS AQUÍ

- YA ACLARAMOS QUE SOLO ME LLEVARÍAS A LA MESA DEL DIABLO PARA ENCONTRAR A LEVI

- ESO NO ES ESCUSA

- USTEDES DOS RESUELVA ESO EN EL CUARTO Y DEJEN DORMIR – intervino una voz

- NO TE METAS QUE NO ES TU ASUNTO - gritaron ambas chicas al mismo tiempo dándose cuenta quien era la interlocutora.

Un gemido de dolor y frustración atravesó la garganta de Mikasa, ahora no tenía excusas para mantenerse al margen, tendría que pelear para poder salir de esta, la sola vista del rostro de la madre de Annie deformándose a medida de que su enojo aumenta simplemente le dio ganas de llorar, desenvainaba la espada rápidamente para evitar el primer ataque de la pirata mayor, esto es simplemente genial.

La batalla comenzó mientras Annie y ella estaban a la defensiva sin duda la mujer mayor era terrorífica, solo espera no salir ten mal parada de todo el asunto.

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La situación era se había calmado en el hipocampo, Jean sin duda había cambiado su actitud por una más digna muy parecida a la que se esperaría de un capitán, ganando de esta forma mayor respeto de los tripulantes y dejando atrás de una vez por todas la del niño malcriado que había generado para él mismo, de seguir por ese rumbo por fin se le podría dar el pues que tanto había deseado el joven. Si algunos de los tripulantes tenían dudas de la influencia de Marco sobre el joven capitán se disipo rápidamente, el chico sin duda era lo que le hacía falta a la tripulación, y Jean se podía joder si alguna vez dejaba al chico, primero se amotinaban contra el cápita a perder al pequeño doncel.

Esto en opinión del capitán Pixis representaba un nuevo problema, si el chico llegaba a faltar un día ¿Qué pasaría con su hijo?, podía verlo tan claro como el agua el chico no era un guerrero, ni mucho menos un marino, podía tolerar la vida abordo en un barco y podía ayudar en muchos aspectos en altamar, coordinaba todo muy bien y agilizaba las cosas, pero no mucho más, no lo lograba divisarlo como una verdadera mujer de barco y mucho menos heredero de él, al menos no en mar abierto ¿Por qué su vida no era más simple?

En el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora