En el mar

Para bien o para mal Parte 32

mi computador se ha dañado, intentare escribir en mi cel, pero no prometo nada

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MIkasa estaba escondida en el fondo de la nave junto a una caja de carne seca, al igual que la mitad de la tripulación que se habían esparcido a lo largo y ancho de todo el barco ocultándose en otras habitaciones, una incluso dentro de un barril vacío, ya ninguna podía soportar un minuto más estar cerca del par de lo locas, la convivencia en el barco ya era mala solo con la capitana Annie y sus particularidades, pero cuando llego su madre las cosas habían empeorado gradualmente, sin contar que lo más perturbador es que todos llamaban a la capitana simplemente "mamá"... y eso no era algo que estaba dispuesta a hacer, soltó un suspiro derrotado recostándose en la caja.

Podía escuchar las discusiones afuera nuevamente se habían puesto a discutir, eso la frustro solo podía significar una cosa, los problemas estaban cerca la puerta se abrió de golpe y tubo que moverse rápido para esquivar una daga volando a su cabeza, maldijo por lo bajo, ya la habían encontrado.

- Se puede saber ¿Por qué carajos no estas ayudando?

- Con tantas personas en este maldito barco ¿tienes que buscarme a mí? -

- ¿Eso importa?, eres una de las mejores en espada – le regaña de vuelta – además debes pagar tu estadía aquí

- HE ESTADO LLEBANDO EL BARCO MIENTRAS TU ESTAS JUGANDO CON TU MADRE – le regaño – SI NO FUERA PORQUE SU SEGUNDO SABE A DONDE VAMOS ESTARIAMOS DEL OTRO LADO DEL MUNDO

- ¿POR QUE LO ESTAS LLEVANDO TU Y NO ELLA?

- PORQUE ESTA MUY ASUSTADA DESPUES DE QUE CASI LE CORTAS LA MANO CUANDO "TIRO MUY FUERTE DEL TIMON"

La discusión continuo por tiempo indeterminado en donde los gritos de escuchaban por casi todo el barco, sin darse cuenta de que estaban llamando la atención de otra capitana en particular, pasarían el siguiente par de horas esquivando a la furiosa mujer.

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Erwin caminaba por el pasillo a paso decidido, fue una sorpresa que la nave se rindiera sin oponer resistencia, los tripulantes fueron desarmados y llevados a la cárcel en su propia nave, no había heridos por ninguno de los dos bandos, pero algo en el fondo de su mente le decía que no todo andaba bien, pero lo ignoro hasta llegar al final de su campaña solo quedaba encontrar al príncipe que esperaba se encontrara detrás de la puerta del capitán del Limpieza se encontraba Eren, después de todo si el chico no se encontraba en la cárcel junto a Armin.

El pensar en el chico rubio lo hizo estremecer, sentado solo en una esquina de la celda abrazándose a sí mismo mientras temblaba de frio, aunque todo alrededor estaba limpio y parecía en lo que podía ver en buenas condiciones físicas o al menos bien alimentado, el encontrarlo completamente desnudo, magullado y por lo que parecía recién bañado, si la cubeta era algo por lo que decir, fue mucho para él, no quería pensar en lo que había pasado el chico. Respiro hondo sin saber lo que encontraría dentro de la habitación principal del capitán. Abrió la puerta con una patada, con la espada en la mano atravesando el lumbar de la puerta como una exhalación.

- La puerta estaba abierta – la voz moleta y con cierta indiferencia del pirata se oyó, estaba sentado en la ventana trasera – no había necesidad de dañar la puerta.

Erwin no contesto, simplemente miro al pirata el cual estaba sentado en el marco de la ventana de lo más tranquilo, bebiendo una copa de vino, como si nada en la vida estuviera mal, como si realmente no se sintiera amenazado por la presencia de la guardia en su barco, eso lo molesto de sobremanera, como se atrevía ese bastardo a simplemente tratarlo como si su presencia no lo perturbara el momento de paz, después de todo lo que se atrevió a hacer.