Marcando territorio

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Eren ya tenía unos días de haber despertado y aunque aun estaba débil ya había comenzado a ayudar a las mujeres a hacer cosas simples como coser ropa, tejer redes, armar cestas para la pesca y hacer la comida, nada muy exigente para su cuerpo como el hecho de ir a recoger comida, por otra parte el resto de la tripulación hacia trabajos eran mucho más exigentes desde la ayuda para nuevos campos de siembra hasta la construcción de casa, en algunas ocasiones teniendo que traer pesadas rocas para armar el piso.

También se dio cuenta de que algunos de los habitantes del lugar lo miraban mucho, y más cuando pasaba tiempo con Levi, como si esperaran algo de él y en lo personas no podía adivinar lo que era, el tiempo con Levi era limitado pero siempre lo visitaba por lo menos una vez al día, no habían estado juntos en ese tiempo porque Hange los había puesto en abstinencia hasta nuevo aviso, lo cual los había llevado a estar cerca el uno del otro conversando y pasando el rato, a Eren de cierta forma le encanto por le recordaba un poco al cortejo que estaba acostumbrado en el castillo por las atenciones que resabia aunque en diferente orden.

Pero ese día noto como el movimiento en la isla era diferente había mucho movimiento y muchos jóvenes llevaban maletas, y podía ver personas que no había conocido, curioso fue a ver todo más de cerca intentando en lo posible no estorbarle a nadie, lo cual resulta casi imposible, puede ver a lo lejos a Hange gritando indicaciones a pleno pulmón que se oyen sobre todo el movimiento, se acerca lo más rápido que puede.

- ¿Hange qué ocurre? – pregunta al llegar a su lado.

- Cada cierto tiempo se rotan las responsabilidades, comúnmente entre los jóvenes para realizar diferentes tareas, hoy vendrán los que estaban en el centro de la isla, funciona bien.

- ¿Y yo que hago?

- Tú te devuelves hasta tu casa y esperas tranquilamente a que todo se calme, que vas a seguir haciendo lo que ha hecho hasta el momento, hasta que zarpemos.

- Ok – dijo entristecido.

- Cálmate Erencito, veras que pronto todo será como antes, volveremos a la mar.

- Está bien, gracia.

El movimiento de personas siguió en el trascurso del día en la tarde todo volvió a la calma, Eren se extraño al no recibir ninguna visita de Levi y decidió salir en su busca, reviso casi toda la playa hasta llegar a una pequeña tasca en la que servían vino cosechado en la isla, sin dudar entro puesto que no era la primera vez solo que no bebía nada lo vio en la mesa de siempre pero parecía más enojado que de costumbre se acero lentamente para ver que conversaba con una mujer, era muy linda parecía un muñequita de porcelana, con el cabello ondulado y ojos grandes almendrados, cuando Levi lo vio le hizo una señal y se termino de acercar interrumpiendo a la chica.

- Petra, él es Eren mi nueva mujer – hablo Levi como si nada, sentándolo en su pierna.

Eren entendió, era una presentación de guerra básicamente porque esa chica frente a él fue la primera mujer de su capitán, paso los brazos por el cuello del mayor y miro a su rival, había leído el código sabía bien que estando en tierra en la isla tenían igualdad de posibilidades, se miraron mutuamente analizándose buscando puntos débiles en el otro.

- Puedo ver Levi que ha bajado tus estándares – dijo burlona

- Tal vez solo se aburrió de la facilidad que era frecuentar con mujeres y busco algo más interesante – no podía quedarse con ninguna que le mandara, el defendería su posición era la actual mujer del capitán y no se la dejaría quitar.

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